Capítulo 26: "Comportamiento que genera intriga"

Una nueva semana de clase empezaba de las últimas 3 semanas que faltaban para que estas terminaran.

Daniel había decidido dar inicio a un plan de desprestigio en contra de Adrián con la finalidad de hacerlo quedar mal con Julieth, y así ambos terminen con su relación secreta. Para suerte del joven, ese día recibió una noticia que antes abría sido un castigo para él, pero ya sabiendo la verdad, ahora era la mejor oportunidad que podría tener para lograr su propósito: “Acercarse a Julieth y destruir lo que ella tenía con Adrián”.

—¡Julieth! — susurró el joven, mientras una ligera sonrisa se plasmó en su rostro. Sonrisa que llamo la atención de sus amigos, que estaban junto a él.

—¡Qué bueno que lo tomes con calma! — pronunció Lois, mientras el profesor seguía mencionando las parejas que trabajarían en el último trabajo de su curso.

En tanto, Adrián, no acaba de asimilar lo que había escuchado.

—¡Daniel! — susurraba el joven, con cierta preocupación, mientras pensaba — «Espero y Daniel haya creído todo lo que le dije»

—¿Estás preocupado porque me toco con él? — escuchó.

—¿Qué? — dijo Adrián, posando su mirada en una jovencita de lentes que estaba parada junto a su carpeta.

—Ya es hora del receso, el profesor dijo que podemos salir — pronunciaba Julieth.

—Entonces, ¡Vamos al cafetín!...

—¡Vamos con ustedes! — expresaron Franks y Priscila.

—Bien — dijeron Adrián y Julieth.

Mientras caminaban hacia la salida del aula, una voz hizo que el grupo detuviera su avance.

—¡Julieth!...

La nombrada miro a su novio, y este a la persona que había mencionado el nombre de la castaña, quien al verlo esbozo una sonrisa irónica.

—Luego lo hablamos Julieth — expreso Daniel.

—¿Qué pasa? La llamo por su nombre — susurró Franks.

—Cierto — respondió una desconcertada Priscila.

—«No me dijo fantasmita» — pensaba la joven de lentes.

—¡Vamos al cafetín! Allí lo hablamos — pronunció Adrián continuando su camino, junto a los demás jóvenes.

En cuanto el grupo abandono el aula, empezó el interrogatorio a Daniel, por parte de su grupo de amigos.

—¿Qué fue lo escuchamos? — dijo Fabio.

—La llamaste por su nombre — acotó un desconcertado Yael.

—¿Y qué? Es su nombre, ¿No? — contesto Daniel.

—Es cierto, pero tú….

—Ya sé lo que vas a decir Boris, siempre le dicho fantasmita, pero ello cambiará a partir de hoy. Ya solo nos restan tres semanas, por lo mismo, al menos yo ya no la llamare así….

Mientras Daniel, expresaba sus argumentos sobre su cambio de actitud con Julieth, esta junto a su novio y amigos estaban en un cafetín.

—Es solo un trabajo de una semana, no tienes que preocuparte Adrián, yo sabre sobrellevarlo — decía la castaña.

—Tal vez puedas manejar la situación, pero…

—¿Qué pasa Adrián? ¿Acaso tú sabes algo que nosotros no sepamos? — expreso Franks en tono preocupado.

—¿Es eso? — agrego Priscila.

—No es eso, es solo que Daniel fue a verme ayer a mi casa — dijo el joven, haciendo que su novia, se torne preocupada al igual que la rubia, y Franks lo mire intrigado.

—¿Y ello que tiene que ver con lo que estamos hablando? — pronunció Franks.

—Tiene mucho ver — contesto Adrián, mirando a su novia y a la rubia, quien se puso de pie inmediatamente.

—Franks, ¿Me acompañas a ver la carta de los refrescos?...

—No es necesario ello Priscila — dijo la castaña, haciendo que el rubio se confunda aún más.

—Pero…

—Creo que es el momento de sincerarme también con Franks — expreso Julieth.

—Sincerarte — murmuró el rubio.

—Sí, aunque en este momento no podré mostrarte mi verdadera imagen, quiero que sepas que la imagen que tienes frente a ti, es solo un disfraz — agrego la castaña, haciendo que el rubio la mire sorprendido.

—Julieth me dio a conocer su verdadera imagen hace poco amigo….

—Yo pensaba mostrarte la misma…

—No digas nada Julieth, no necesito explicaciones, al menos no del porque usas un disfraz, pero si necesito saber ¿Qué tiene que ver Daniel en esto? — dijo Franks.

—El conoce mi verdadera imagen,…

Julieth le comento a Franks, sobre su encuentro con Daniel y los demás amigos de Adrián, el día en que ambos festejaban su primer mes juntos en un restaurante del pueblo.

—Aunque yo le hice creer que era otra persona, todo hace indicar que Daniel no creyó mis palabras — acotó Adrián.

—¿Por qué piensas ello? — dijo Priscila.

—Por la manera en que me confronto en mi casa.