Capítulo 28: "Una nueva vida"

Ya había pasado un mes desde que Julieth había acabado la preparatoria. Un mes desde que ella decidió dejar atrás el disfraz que usaba para ocultar su belleza. Un mes desde que todos sus ex compañeros fueron testigos de su verdadera imagen, tras la presentación de su verdadero rostro en la fiesta de promoción. Un mes más de noviazgo con Adrián. Un mes más de amistad con Franks, Priscila y Dalí. Un mes que fue maravilloso para ella, pues al ser ella tanto físicamente como externamente, la hacía sentirse plena.

Julieth, había decidido continuar sus estudios junto a Adrián, en la universidad de la misma corporación educativa, pero no eran los únicos que habían decidido continuar sus estudios en esta. La mayoría de sus compañeros de aula habían optado por la misma decisión, pues esa universidad, además de su prestigio, contaba con un abanico de carreras profesionales, que era bastante atractivo para cualquier estudiante no solo del pueblo, sino de otros pueblos, siendo así que alguien que pertenecía al pasado de Julieth, también había optado por seguir sus estudios en está.

— Eso es todo joven — decía una mujer de traje formal, mientras posaba su mirada en un atractivo joven castaño, al tiempo que le entregaba una hoja.

— Entonces en un mes se inician las clases — pronunciaba el muchacho, al tiempo que posaba su mirada en la hoja.

—Así es joven. Pero una semana antes tiene que venir a recoger sus horarios….

—Una semana antes — expresó el joven.

—Sí, aún no tengo el horario de su facultad, sino con gusto se lo hubiera dado — contesto la mujer, mientras miraba al muchacho, al tiempo que un pensamiento pasaba por su mente — «Qué jovencito más apuesto»

—Claro comprendo…

—Solo puedo decirte que hay dos aulas, aunque tampoco se ha cuál de ellas irás — añadió la mujer.

—No se preocupe. Yo entiendo ello — respondió el muchacho, con una cálida sonrisa.

Tras de ello, el joven, salió del ambiente, haciendo que las muchachas que estaban en una fila fuera del aula lo sigan con la mirada.

—¡Qué apuesto! — decían las jóvenes, al tiempo que los muchachos que estaban en la fila, lo miraban con cierto recelo, mientras el castaño caminaba por el pasillo.

Mientras tanto…

En otra facultad de la misma universidad un par de jóvenes estaban formados en una fila, mientras platicaban.

—En cuanto termine con mi registro, te acompaño a tu facultad — decía con calidez Julieth, mientras miraba a su novio.

—Claro linda.

—Señorita sigue usted — escuchó la castaña.

—Bien — respondió Julieth, tras posar su mirada en una mujer de traje formal que había salido de un aula.

—Ve. Te espero — expresó Adrián.

Tras asentir, Julieth entro al aula en donde debería realizar su registro. Una vez dentro camino hacia un escritorio.

—¡Bienvenida!....

Julieth tras realizar su registro, salió del lugar y se acercó a su novio, quién la esperaba con una cálida sonrisa.

—¡Vamos a tu facultad! — dijo Julieth, con calidez, tras llegar junto a su novio.

—Bien — respondió Adrián, a tiempo que tomaba la mano de la joven.

Luego de algunos minutos, el par de jóvenes llegaron a la facultad donde estudiaría Adrián, al tiempo que otro joven abandonaba la misma, ensimismado en sus pensamientos.

—«Espero aquí poder olvidarte Julieth. Poder olvidar tu perfume. Ese perfume que aún está impregnado en mis fosas nasales» — pensaba un castaño, mientras caminaba hacia el área de estacionamiento de la facultad.

Una vez que ubico su auto, lo abordó y abandono la universidad. En tanto, Adrián realizaba su registro, mientras una mujer de traje formal lo observaba.

—Este año tendremos muchachitos muy apuestos es esta facultad — pronunció la mujer de traje de formal.

—¿Qué? — expresó Adrián sin comprender.

—Solo hable en voz alta — dijo la mujer sonriendo, haciendo una breve pausa para añadir — Una semana antes del inicio de clases vienes por tu horario. Ese mismo día te diré el aula en el que estarás.

—¿Habrá dos aulas?...

—Si por la demanda de la carrera este año se aperturaron dos aulas, pero aún no puedo decirte a que aula irás eso lo vera el encargado de la facultad cuando se termine el proceso de registro…

—Claro, entiendo — dijo Adrián, haciendo una breve pausa para agregar — Ya me retiro entonces, ¡Gracias por todo!

Adrián al abandonar el aula de registro de su facultad fue con Julieth, quien estaba esperando pacientemente su salida sentada en una banca de madera que había en el pasillo.

—Ya me registré — pronunció Adrián al llegar frente a ella.

—¡Qué bueno! — contestó Julieth, haciendo una breve pausa para acotar — Me llamo Priscila. Ella y Franks también vinieron hoy a realizar su registro.

—Ah sí…

—Sí. Ellos ahora están en una heladería. Me dijo que si tenemos tiempo pasemos por está para ponernos de acuerdo para lo del paseo de despedida de vacaciones…