El sábado, como siempre, estaba redactando artículos, documentando los debates que había tenido durante la semana. Cuando de repente oí que se quebraba uno de los vidrios del frente de mi casa. Rápidamente, me asomé de forma sigilosa para ver qué pasaba. Vi a un grupo de chicos, con simbología de Antifa, arrojando piedras a mi casa.
De inmediato, publiqué en un grupo de WhatsApp, llamado "Auto Defensa", "CÓDIGO 3".
Este grupo lo habíamos creado en una junta del barrio, donde debatimos sobre qué podíamos hacer, con la demora de la policía en acudir cuando se le llamaba.
Al poco tiempo, llegaron vecinos con bates de béisbol, y empezaron a golpear a los chicos. Yo también tomé un bate, y salí, pero cuando lo hice, los chicos ya estaban huyendo, por lo que no pude golpear a ninguno.
—Este sistema funciona -dijo uno de los vecinos.