El Peso De La Corona

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—Por favor, explicame un poco más sobre tu pan, me siento incómodo del solo pensar lo que tendrás que hacer— fruncí el seño.

 

Realmente no me agradaba esa idea, pero era lo que mejor iba a funcionar, Emma es bastante lista, encontrará la manera de mantenerse segura cerca a ese hombre.

 

—Lo que haremos será lo siguiente, a partir de mañana intentaré tener encuentros con Abundio, cuando encuentre el momento oportuno, le diré “mis planes” para tomar el poder, lo citaré para hablar los detalles, para ese momento unos de ustedes estarán escondidos dentro de la habitación y otros fuera, cuando él caiga en la trampa, saldrán y terminaremos con esto— sonrió levemente.

 

—Si funciona  como dices, podremos terminar con él al amanecer— ella asintió —y tendremos a Maxi con nosotros después de eso.

 

—¡No tienes idea de lo ansiosa que me siento por esto! quiero traerlo pronto— Tomé su mano.

 

—Y lo haremos, solo falta un día para que lo tengamos con nosotros— Emma me regaló una tranquila sonrisa.

 

Ella

La mañana había llegado, eso significaba una cosa, era ya el momento de poner el plan, quería convencer a Abundio que estaba de su lado, de esa manera, traería a Maxi con nosotros, sus ojitos brillaron cuando le dije que lo íbamos a traer, debería comenzar con las preparaciones para recibirlo, he estado haciendo ua especie de boceto, de cómo me gustaría que fuera su habitación.

 

Había salido con Esteban a tomar un poco de aire, el viento sopló bastante fuerte lo cual ocasionó que el velo que traía sobre mis hombros saliera volando, al darme la vuelta por él, ya estaba bastante lejos, le pedí a Esteban que me esperara, pude ver a Abundio que se inclinaba a tomar el velo, me acerqué a él con una sonrisa timida.

 

—Señor Abundio— hice una pequeña reverencia —Es un placer verlo aquí.

 

—Señora… ¿qué hace aquí sola? además, habla conmigo aún en contra de la orden de su marido, si nos encuentra... — lo interrumpí.

 

—No se enterará, de hecho, me está esperando un poco lejos, si nos ve, le diré que usted recuperó el velo por mí, estaría agradecido— sonreí.

 

—En ese caso, me gustaría felicitarla por su discurso— me observó fijamente.

 

—¡Oh! respecto a eso, me disculpo por haberlo puesto en esa situacion, solo… debía ganarme la confianza del rey, de esa manera, mis planes no se verán afectados— fingí estar sorprendida por mis palabras— Pro favor, olvide eso, estaré en problemas con el rey si lo llega a escuchar.

 

—¿Problemas? acaso… usted, ¿quiere derrocar a Felisindo?— preguntó sorprendido y yo desvié la mirada —Señora… no se preocupe, no la delataré con el rey También estoy en contra de su reinado!.

 

—¿Es verdad lo que me dice?— pregunté esperanzada y él asintió con firmeza —Pero… es algo que no podemos hablar en público, lo espero esta noche detrás del palacio— sonreí.

 

—Ahí estaré— sonrió de lado.

 

Esteban llegó detrás de mí, al notarlo Abundio, me entregó el velo haciendo una reverencia.

 

—Esteban, Abundio, el consejero del rey me ayudó a recuperar mi velo, se había atorado en el árbol, por eso tardé, no era necesario que vinieras por mí— tomé su brazo.

 

—Le agradezco Abundio, pero… no quiero verlo cerca de mi esposa— lo amenazó con la mirada.

 

—¡Lo siento su majestad! pero sólo le ayudaba, no intercambiamos palabra alguna ¿No es así princesa?— ambos posaron sus miradas sobre mí.

 

—Es cierto, el señor Abundio se portó de una manera caballerosa— miré a Esteban.

 

Cuando nos dimos la vuelta, me giré para ver a Abundio y sonreí de manera coqueta, a lo cual él quedó bastante confundido, ¡Bien hecho Emma! parece que lo tienes.

 

—¿Abundio te hizo algo?— negué con la cabeza —No me gusta que estés cerca de él, todo es por el bien del plan.

 

Esteban y yo llegamos a nuestra habitación, en ella se encontraba el rey, después de la debida reverencia nos preguntó acerca del plan que teníamos.

 

—Lo que he hecho ahora, su majestad, es intentar, ugh, me da asco decirlo, seducir a Abundio, lo convenceré que quiero quedarme con la corona, así, podremos acusarlo de alta traición, además de eso, también sería culpable de intentar abusar de la esposa del principe— respondí con seguridad.

 

—Me parece que es un pan muy arriesgado ¿si funcionará?— preguntó el rey con algo de nerviosismo —Abundio es una persona muy sensata que no hará nada para ser descubierto, si se entera… Emma, podría asesinarte sin que podamos hacer nada— añadió bastante preocupado.




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