PRESENTACIÓN
Con el título El piar de un gorrión se quiere continuar la idea del Cardenal Albino Luciani, después Papa Juan Pablo I, de escribir cartas personales a muchos personajes de la historia. Ya sean personajes de la literatura, autores de libros, filósofos y otros muchos, con los que se genera una especie de correspondencia. Como en todo tipo de carta familiar o de amigos se cuentan detalles propios de una relación de confianza. Se tutea a quienes se les escribe y se mantiene una estrecha comunicación. Hay una especie de confidencia y una especie de “complicidad y camaradería” propia de una familia, o propia de amigos. En ese estilo el Cardenal Albino Luciani hacía una carta de amigo a un personaje importante todos los meses y la publicaba en un medio de comunicación de masa. Mantenía una confidencia especial con ellos. Y era una especie de diálogo muy ameno. Era su manera. La consideraba muy útil, desde su óptica de pastor. Y consideraba que existen muchas maneras de Obispos: Unos, muy especializados y especialistas, manejan discursos y estilos de altura. Otros, son grandes ruiseñores que cantan las maravillas de Dios. Y otros, como él, que son como un gorrión que en la última rama del árbol eclesial tratan de decir algo en los muchos temas y vastísimos de la Iglesia. Son gorriones que pian, apenas.
Guardando las distancias y respetando las ramas de cada ave, se pretende, con este libro, hacer otro tanto. Se quiere piar como el gorrión. Tal vez, es mejor el canto del ruiseñor. O quizás sea más bello el volar de un águila. Ciertamente. Pero no se le puede pedir al gorrión otro canto que no sea el suyo propio.
Por eso se ha escogido este título para este libro, tomado de las palabras del entonces Cardenal de Venecia. Además porque se quiere continuar en ese estilo de piar. De hecho, la primera carta de este libro está dedicada al Cardenal Luciani.
Las águilas que busquen sus compañeras. Los ruiseñores a los de su familia. Que los gorriones entendemos nuestro canto.
Este libro está dedicado a los gorriones.