El Pintor De Bruselas

UN ACUERDO

Giacomo: ¡El pintor de Bruselas! ¡Ese será tu nombre artístico! 
Ismael: ¿Nombre artístico? 
Giacomo: Así es… Debes tener uno. 
Ismael: No quiero uno. 
Giacomo: Pues no se trata de que lo quieras o no. Ese será el título con el que presentaré tu cuadro en Venecia. 
Ismael: ¿Mi cuadro estará en Venecia? 
Giacomo: Estará allá y será muy admirado. Y luego tú serás muy famoso. 
Ismael: No quiero ser famoso. 
Giacomo: ¿Briccio puedo hacerte una pregunta? 
Ismael: Puedes. 
Giacomo: ¿Qué tienes pensado hacer con todo ese dinero? 
Ismael: Comprar un anillo de compromiso para la hermosa mujer de mis sueños. El mejor que exista. 
Giacomo: ¿Un anillo de compromiso para Brüssel?  
Briccio: ¿Hay acaso otra mujer hermosa? ¡Oye! Ella me ha dicho que tú eres su mejor amigo desde hace mucho tiempo. ¿Sabes que tipo de anillo le gustaría? 
Giacomo: Oh sí que lo sé… es más. Fui yo quien ayudo a su esposo a escoger un anillo para ella. 
Ismael: ¿Esposo? ¿Mi Brüssel estaba casada? 
Giacomo: Lo estaba y ambos se amaban mucho. 
Ismael: Pero él quizás no la amó demasiado a ella ¿Cierto? Porque si así hubiese sido no la habría abandonado y con una niña pequeña. ¿Y sabes que? Ya no me hables más de ese sujeto. 
Giacomo: Pues él sí amó mucho a Brüssel solo que un desaforado día tuvo un accidente con su coche en la carretera, cayo a un barranco rocoso y desapareció. 
Ismael: ¿Él murió? 
Giacomo: Mhmm… Eso fue lo que creímos. 
Ismael: ¿Qué significa? ¿Qué está vivo? En fin… sea como sea Brüssel ya es mía. Me casaré con ella y nadie podrá quitármela. 
En la mañana había acompañado a Clementina al supermercado y me llevé a Lyra conmigo por lo que había dejado que Giacomo me ayudara un poco con algunas cuestiones referentes a mi esposo, como por ejemplo que le diera ciertos detalles sobre las exposiciones de verano que se llevarían a cabo en Venecia y en las que estarían programadas las fechas de presentaciones de su cuadro. 
Todo hubiese ido bien si a mi amigo no se le hubiesen escapado palabras de más que inquietaron a mi esposo ocasionando que este saliera del apartamento bastante ofuscado. 
Brüssel: ¿Amor todo bien? 
Ismael: No todo está bien Brüssel. Iré ahora a comprar un anillo de compromiso y nos casaremos mañana mismo. 
Brüssel: ¿Y eso cielo? 
Él ya no dijo nada más pues colgó la llamada ni buen explayó aquellas decididas palabras suyas. Llamé entonces a Giaco y me contestó de inmediato. 
Giacomo: Tu esposo en verdad se volvió una persona muy impulsiva Brüssel. 
Brüssel: ¿Qué fue lo que sucedió Giaco? Él no se pone así por ninguna razón. 
Giacomo: Se… me escapó algo pero nada grave. 
Brüssel: ¿Qué fue lo que se te escapó? 
Giacomo: Le dije que tu esposo una vez tuvo un accidente y que creímos que había muerto pero no. Entonces él piensa que tu esposo quizás vendrá por ti en algún momento. 
Brüssel: ¿Por qué le hablaste sobre eso Giacomo? 
Giacomo: No le vi nada de malo… Además es absurdo que esté celoso de él mismo. 
Brüssel: ¿Absurdo que? Ismael no recuerda nada sobre su vida. ¿Por qué hiciste eso? 
Giacomo: ¡Oye! Lo arreglaré ¿De acuerdo? “Lo estoy siguiendo ahora… Te llamo luego. 
Brüssel: No lo pierdas de vista por favor. 
Giacomo: No lo haré… No te preocupes. 
JOYERIA SWARIVSKI (RUE NEUVE 47) 
— ¡Este, Briccio!… Un Moissanite, oro blanco de 14 quilates con Swarovski Stone en los brazos. 
— ¿Ese? ¿Estás seguro? 
— Le encantará a Brüssel… ¡Créeme! 
— Lo llevo entonces. 
— Cuesta €14,880. 
— ¿Cuesta eso? 
— Es lo que cuesta y dijiste que querías el mejor anillo de compromiso para la hermosa mujer de tus sueños. 
— Lo dije y llevaré este anillo sin importar el precio. 
— De acuerdo… Y dime, Briccio ¿Ya planeaste el modo romántico en el que le pedirás matrimonio? 
— No lo hice… solo le pondré el anillo en el dedo y ya. 
— ¡Dios mío! Tú en verdad me impresionas... No puedes hacer eso, no puedes ser tan impulsivo en todo. ¿Qué es eso que le dijiste a Brüssel de que se casarán mañana mismo? Si bien el compromiso será modesto no significa que la arrastres a la simplicidad. ¡Mi querida no lo merece! 
— Es que ya no quiero esperar. Es todo. 
— Pues tendrás que hacerlo. Una semana… dame una semana y yo me encargo de todo. ¿Qué dices? 
— Mhmm… Bueno pero una semana y no más que eso. 
APARTAMENTO DE NESTSTRAAT
— Brüssel cierra los ojos hermosa mujer de mis sueños. 
Era de noche, acabábamos de cenar y mi adorado Ismael me llevó hasta el balcón jalándome de una mano. Allí mismo sacó del bolsillo un pequeño cofre rojo y lo abrió ante mis ojos ni bien me pidió que los abriera. 
— ¿Quieres casarte conmigo Brüssel? 
En esos instantes no sé qué fue lo que me emocionó más. El hecho de recordar la maravillosa vez que me pidió matrimonio años atrás, el esfuerzo tan inmenso que hacía en esos momentos por controlar sus impulsos o aquel anillo que debo decir, era mucho más ostentoso que el primer anillo de compromiso con el que me había hecho su proposición. 
— ¡Amor! 
— Brüssel… Dime que si —Pidió tomando mi mano derecha para colocar aquel anillo— 
— ¡Acepto cielo! ¡Acepto! Yo me casaría contigo cientos de veces si fuera necesario —Dije abrazándolo con fuerza mientras me lo comía a besos— 
— Seremos muy felices Brüssel. Yo te haré muy feliz. 
Él ya me hacía suficientemente feliz. Me hizo feliz cuando lo conocí, cuando me pidió que fuera su novia, cuando me pidió matrimonio, cuando me hizo una maravillosa hija, cuando creí haberme quedado sin alma y me lo devolvió en el instante que lo volví a tenerlo junto a mí, vivo como la esperanza que nunca murió en mí. 
Ojalá hubiese podido decírselo en esos instantes todo lo que se compaginaba en mi mente pero aún quedada un considerable trayecto que recorrer antes de contarle toda la verdad y el siguiente paso era lograr que se hiciera aquel estudio de resonancia magnética. 
VAN HOOLANT HOSPITAL (BRUSELAS) 
— Yo no entraré a esa cosa Brüssel. No lo haré. 
— Es necesario que lo hagas, cielo. 
— No lo es. ¿Por qué me haces esto? 
— No te hago nada malo, Briccio. Ya te dije que es necesario y yo también me haré una RM. 
— ¡Mientes! 
— No me llames mentirosa otra vez que me pondré muy molesta contigo. Estos son chequeos periódicos que debe hacerse toda persona y yo también me los haré para saber si todo está bien conmigo y ya luego de la RM iré para que me realicen una prueba de embarazado. 
— ¿Te harán la prueba de embarazo hoy Brüssel? 
— Así es —Contesté y eso pareció haberlo dejado un poco más relajado— 
Cuando ingresamos a la sala de RM yo fui la primera en ingresar al túnel para demostrarle a Ismael que no había razones para temer. Me coloqué una bata proporcionada antes de iniciar el examen y me acosté sobre la camilla. El estudio duraría alrededor de 30 a 40 minutos, toda una odisea para mi pobre Ismael que se veía realmente invadido por las ansias y sus propios nervios. 
— Todo estará bien cielo y permaneceré aquí cerca como tú permaneciste también. 
En vista de que el médico que emitió la orden de RM para mi esposo pidió un estudio de cuerpo completo, aquello duró mucho más tiempo de lo que había durado el mío y por ello de tanto en tanto el enfermero de turno me permitía decirle unas palabras a Ismael por el altavoz de modo a que no se inquietara durante el largo proceso. 
— ¿En cuánto tiempo estarían los resultados? —Le pregunté al radiológico experto encargado del los estudios de RM— 
— En 20 días aproximadamente. Emitiré un informe detallado sobre ambos estudios y se los enviaré junto con las placas al médico solicitante. En ese lapso de tiempo el mismo se comunicará con usted por medio de recepción. 
¿20 días? ¿Cuántas cosas podrían pasar en 20 días? —Me preguntaba entre suspiros mientras mi esposo y yo nos alejábamos de aquel sector— 
— ¿Brüssel, y la prueba de embarazo? 
— Ya entregué mi muestra para el análisis mientras estabas dentro, cielo y vendré por el resultado mañana —Le dije y sonrió ya libre de todo estrés— 
Al volver al apartamento y mientras Ismael se encontraba entretenido con Lyra quien le enseñaba sus nuevos juguetes yo aproveché la ocasión y me comuniqué con el detective Jeffrey Seeley para comentarle que finalmente mi esposo se había sometido a la prueba de RM pero que los resultados recién estarían listos para dentro de 20 días.  
— Eso es mucho tiempo Sra. Holbein, sería preciso entonces que el Sr. D’Angelo se expusiera lo menos posible y en caso de que lo hiciera, estuviera siempre acompañado de usted. Por precaución más que nada —Dijo— En un par de días me traerán todos los informes periciales del teléfono celular de la Sra. Magyar y en cuanto eso suceda me comunicaré con usted de inmediato.  
— Aguardaré su llamado entonces, detective. ¡Adiós! 
— ¡Adiós! 
Durante la tarde mientras nos encontrábamos en el apartamento de Ismael recibí el llamado de Giaco quien me comunicó que los cuadros que le había pedido finalmente habían llegado y le dije que pronto estaría allá. 
— Espérame en el apartamento —Le pedí a Giaco— pero intenta colocar los cuadros en un lugar donde Ismael no pueda verlos. 
Yo había logrado pactar un negocio o más bien un acuerdo con Olivier Courtois, el dueño de la “Galerie d’art Laurie” en Amiens y para concretarlo debía viajar hasta allá. 
— Sabes que te acompañaré a donde me pidas pero antes necesito explicaciones, honey. 
— Y te las daré Giaco. 
Partir a Amiens no fue fácil y no por mi pequeña Lyra a quien con mucha tranquilidad dejaba siempre bajo los cuidados de Clementina sino más bien por mi esposo quien casi no se apartaba de mí ni a sol ni a sombra y no me quedó de otra que llevármelo conmigo. 
Le expliqué a modo de que estuviera tranquilo que Giacomo había pactado un trato con el dueño de una galería en Amiens y que por esa razón yo debía acompañarlo. Mi intención real era entregarle temporalmente al Sr. Courtois uno de los cuadros más valiosos pertenecientes al pintor Ismael D’Angelo que se había hallado en exhibición en la Galería “Weltkunst” de Berlín y recorrido otras grandes galerías de Europa. A cambio yo le pediría la entrega de “La Réplica Exacta” de “La Forma Mi Deseo” para llevármela conmigo a Bruselas. 
— Es un cuadro muy valioso Sr. Courtois y sin ánimos de falsos alardes tendrá con el mismo, exhibiciones muy exitosas durante todo el verano. Está evaluada en €50,000 pero no está a la venta por tratarse de la última pintura conclusa de mi esposo. Preferí personalmente que permaneciera en exhibición, recorriendo grandes galerías. 
— Demás está decir Sra. D’Angelo que es un acuerdo bastante bueno y si bien esta pintura ha tenido muy buena repercusión con todas las personas que han visitado la galería hasta este momento, me complacería mucho contar en mi galería con esta obra que usted ha traído —Dijo entusiasta observando el cuadro— 
— ¡Estupendo! ¿Entonces concretamos el acuerdo? 
— Lo concretamos —Confirmó extendiéndome su mano— ¡Aquí tiene! “La Réplica Exacta” como la ha bautizado usted —Recalcó el hombre entregándome la pintura— 
— Y déjeme decirle una cosa. Como sello de nuestro acuerdo, la “Galerie d’art Laurie” ya se encuentra en nuestra web site donde le daremos un destaque muy especial durante todo el verano mencionando por sobre todas las obras a “Luz de Luna Luz de Sol” —Dije refiriéndome a la pintura que otorgada temporalmente al Sr. Courtois—  
En los pasillos de la galería, que en esos momentos no se encontraba abierta para el público, Giacomo permaneció en breve recorrido con mi esposo quien para mi fortuna se halló sumergido y fascinado con todas las obras que apreciaba. 
Antes de que el Sr. Courtois y yo abandonáramos su oficina, le envié un mensaje a Giaco para pedirle que sacara a mi esposo de allí, puesto que la aparición de Ismael era aún desconocida y así sería por un tiempo más. 
Nadie debía verlo ni mucho menos reconocerlo. No hasta que la vida de mi esposo se pusiera nuevamente en su correspondiente orden. 
Estrechando la mano del Sr. Olivier Courtois me despedí con “La Réplica Exacta” en mi poder, desde luego cubierta en protector oscuro para que n fuera visualizada. Todo mientras expandía un gran suspiro pensando en todo lo que debía venirse después. 
Ismael: ¿Brüssel que cuadro es ese? 
Brüssel: Uno muy especial —Le contesté sin saber qué otra cosa decirle— 
Ismael: No me enseñaste la otra. ¿Me enseñarás esta? 
Brüssel: Lo haré cielo, en su debido momento. 
Ismael: ¿Y por qué no ahora? 
Giacomo: Ismael, es una pintura muy delicada que debe ir a una de las galerías de Viena. No puede destaparla aquí y arriesgar a que se dañe —La dijo a modo simplemente de calmar un poco la curiosidad de mi esposo pues Giacomo también desconocía que pintura era esa— 
Brüssel: Lo que dice Giaco es verdad amor. 
Si tan solo supiera mi pintor que aquellos cuadros, tanto el que dejé en la “Galerie d’art Laurie” como el que traía en mis manos, le pertenecían a él. Si tan solo supiera que había recuperado la pintura que aquella desagradable mujer Suzette Magyar había vendido sin su consentimiento en una tienda de antigüedades. Si tan solo supiera que en algún momento pondría yo ante sus ojos “La Forma De Mi Deseo” (inconclusa) y la “Réplica Exacta” de la misma (conclusa) para contarle toda su verdadera vida. 
Aquella vida que vivió conmigo, aquella que le arrebataron de un modo inexplicable y con una malicia tal que aún desconocíamos. La vida que él recuperaría en la brevedad de mis posibilidades, la que le correspondía y la que vivió con mucha felicidad rodeado de su arte, de sus éxitos, de su familia y de toda la gente que lo reconocía, lo apreciaba y lo admiraba.




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