El Pintor De Bruselas

UNA BODA

— ¡Honey por Dios! ¿Dónde has estado? Te llamé a tu celular y daba apagado. 
— ¿Qué sucede Giaco? 
— ¡Malas noticias! 
— No estoy para sustos de esos Giaco. ¡Por favor habla! 
— Te vieron con Ismael —Dijo enseñándome una página de periódico dónde habían publicado un par de imágenes mías junto con Ismael— A donde sea que hayan ido anoche, alguno de esos periodistas entrometidos los siguió y tomó esas fotografías. 
— Al menos aquí no mencionan el nombre de mi esposo. Significa que no lo reconocieron —Dije aliviada luego de leer la nota adjunta aquel par de fotos— 
— ¿Brüssel acaso eso es lo único que te preocupa? 
— ¡Por supuesto! Mi esposo podría estar en peligro nuevamente sí aquellas personas que lo dañaron se enteraran de que está vivo y que volvió a Venecia. 
— ¡Brüssel! En cualquier momento Bentley aparecerá por la puerta de esta galería o por la puerta de tu casa y no quiero imaginar lo que sucederá. Si este periódico llega a sus ojos él entenderá que lo dejaste en el altar por otro hombre y qué te encuentras aquí disfrutando de la vida mientras él tuvo que soportar incontables escándalos e incluso humillaciones. 
— ¡Ay! Ya suenas como si te diera pena aquel miserable, Giaco. 
— No digas eso… me preocupo por ti y por tu familia. Por nadie más. Sí Bentley fue capaz de todo eso que me contaste Brüssel, significa que es un hombre realmente peligroso y capaz de lo que sea para salirse con la suya. Sin mencionar que tiene mucho dinero y puede pagar lo que sea y pagar a quien sea para lograr sus objetivos. 
— No le tengo miedo, Giaco, lo que tengo es un plan. Uno que no puedo ejecutarlo sin antes recibir las últimas noticias del detective Jeffrey Seeley pero que lo llevaré a cabo ni bien tenga la oportunidad.  
— ¿Qué plan es ese? 
— Uno que volverá loco a Bentley y que acabara acorralándolo entre su nefasta conciencia. Puede aparecer si así lo desea porque estoy preparada para todo. Al fin y al cabo lo dejé plantado en el altar por un hombre. ¡Mi legítimo marido! Esta nota en el periódico no está muy lejos de la verdad y no me molesta siempre y cuando no descubran por el momento de quién se trata la persona que está conmigo. 
— ¡De acuerdo honey! De todos modos ten mucho cuidado por favor. Por sobre todo si van a algún lugar porque estos periodistas de medios chismosos te tienen en la mira desde hace rato y se pondrán más intensos ahora que saben que estás con alguien. 
— Pues Ojalá pudiera gritárselos a todos ellos y a los cuatro vientos quién es el hombre con el cual me han visto. —Le dije sonriente y llena de felicidad— 
— Mmm… ¿Y puedo saber a dónde han ido luego de salir de aquí? 
— Fuimos al Gritti Palace y tuvimos una cena romántica junto al muelle de San Marco y luego pasamos la noche allí. ¿Te cuento más? 
— No… no es necesario Honey. 
— ¡Lo hubieses visto Giaco! Ismael estaba tan sereno y tan relajado. Creo que era lo que le hacía falta pero yo lo tuve encerrado durante semanas en la casa eso lo tuvo muy estresado. ¡Me siento horrible por eso! 
— Bueno pero no lo hacías por gusto, simplemente no querías arriesgarlo. 
— Le prometí un paseo sobre góndola este fin de semana y se puso feliz. 
— Mmm… ¡Escucha Brüssel! Creo que lo único que pone como un energúmeno a tu esposo es ese par de perfectas bubis que cargas contigo. 
— ¡Ay ya! 
— ¿Estoy diciendo acaso algo incierto? Cómo alguien que no sea él se fije en tus bubis, arde Troya, corazón. 
— Mejor vamos a trabajar Giaco que nos encontramos a dos días de la próxima exposición. 
Aquel mismo día  en horas de la tarde y en pleno trabajo recibí finalmente la ansiada visita del detective Jeffrey Seeley allí mismo en la galería. Anhelaba en verdad  tener noticias de su parte pero al presidir su actitud supuse de mediato que no me traía buenas noticias. 
Pidió hablar conmigo en privado y en vista de que me encontraba en la oficina principal con Giacomo y con Valeria, ambos debieron salir para que yo pudiera hablar con él en privado. 
— ¡Detective Seeley! ¡Tome asiento por favor! Lo escucho. ¿Qué novedades me trae?  
— ¡Muy buenas y a la vez no, señora Holbein! 
— ¿Qué significa? 
— Significa que luego de una exhaustiva investigación y basándome en los informes detallados de las pericias tanto del teléfono de la señora Zuzette Magyar cómo de los microchips extraídos del cuerpo del esposo de usted, he descubierto cosas que mucho no me las esperaba, debo decir. 
— ¿Qué fue lo que descubrió?  
— ¿Recuerda a esos hombres que mencionó la señora Zuzette? Jansen y Morris Höfner… ¡Pues bien! Esos no son los verdaderos nombres de aquellas personas. Sus identidades corresponden a Jeremy Hunter y Mathew Robinson Y ambos figuran como empleados de una de las compañías Thompson con sede en Estocolmo, la misma que se encuentra fuertemente vinculada a la corporación Future Nøw Innovation. 
— ¿Significa entonces qué ya tiene pruebas suficientes de que Bentley Thompson estuvo involucrado en la desaparición de mi esposo y en todo lo que le sucedió posterior a eso? 
— Pruebas contundentes contra él de hecho no, señora Holbein pero ya tengo redactada mis acusaciones formales contra Jeremy Hunter y Mathew Robinson al igual que contra la Corporación Future Nøw Innovation que sin duda alguna es una muy certera base para presentar una demanda formal, respaldadas por pruebas contundentes como las de los microchips extraídos del cuerpo de su esposo y del informe detallado del médico que lo asistió en Bruselas. También contamos con el informe detallado sobre las pericias del teléfono de la señora Zuzette Magyar y con los cruces de llamadas que mantuvo con estas personas. Ya he conseguido un buen abogado y él se encargará de presentar la demanda formal para continuar seguros con el caso hasta poder acusar posteriormente al señor Bentley Thompson conforme vayan apareciendo las pruebas contundentes en su contra que sin dudas aparecerán. 
— ¿Pero por qué ya no puede acusar también a Bentley, detective Seeley? Dice que es el principal inversor de la Corporación Future Nøw Innovation y bajo la firma Thompson. 
— Porque ese no es motivo suficiente para acusarlo señora Holbein. Cualquier millonario puede ser socio inversor de lo que sea qué le guste o que le interese pero no necesariamente participar de las actividades que realizan las personas dentro del círculo en el cual invirtió. No existen pruebas más que la vinculación de la firma Thompson con la Corporación Future Nøw Innovation y… otra cosa —Dijo alargando la voz— 
— ¿Qué? 
— En uno de los cruces de llamadas que tuvo la señora Suzette, apareció un número inesperado. 
— ¿Número de quién? —Le pregunté bastante impaciente mientras él me entregaba un documento que contenía parte de los resultados de las pericias del teléfono móvil de Zuzette Magyar— 
— ¿Reconoce ese número señora Holbein? 
— ¡Es el número de Magda! ¿Detective Seeley, qué vinculación podía tener ella con Zuzette? ¿Qué significa esto? 
— Mis respuestas en estos momentos se basarían únicamente en conjeturas señora Holbein. Si su hermanastra tenía contacto con la señora Magyar, es muy probable que haya tenido algún tipo de implicancia en la desaparición de su esposo. Algún tipo de implicancia o mucha implicancia —Reiteró— 
— ¡No! ¡No puede ser! 
— Si esto fuera realmente así señora Holbein, me veré en la ardua tarea de armar nuevas hipótesis para más demandas al respecto. 
— ¡Esto es imposible! —Exclamé con un desesperante pesar en el pecho— Qué tipo de hipótesis podrían ser esas, detective? —Pregunté sumida en una aflicción que no me permitía respirar— 
— ¡Varías! Una de ellas claramente podría ser que su hermanastra deseaba hacerle daño a usted y a su esposo.  
— Desde luego ¿Pero por qué?  
— Quizás ella estaba enamorada del Sr. D'Angelo y se gestó en ella alguna especie de odio y envidia. Si ella poseía sentimientos hacia el esposo de usted y comenzó a notar que las posibilidades de ser correspondida eran nulas, pudieron haberse generado dentro de ella muchas cosas malas hasta descubrir una magnífica posibilidad de hacerlos florecer intentando separarlos con la ayuda del señor Bentley Thompson tras aparición a sabiendas que él mismo estaba enamorado de usted. Estoy diciéndole todo esto sin que me conste ¡Claro está! para que le sirva de alerta pues definitivamente sus enemigos están muy cerca de ustedes y con la aparición del señor D'Angelo todo podría alterarse en caso de no actuar con prudencia —Continuaba diciendo sin que yo pudiera gesticular la mínima palabra— 
¿Magda enamorada de Ismael? —Me pregunté— ¿Será posible? ¿Y será posible que haya sido capaz de asociarse con Bentley Thompson para algo tan atroz contra mi esposo? Cuáles fueron entonces sus verdaderas intenciones para alejarlo de mí, de su familia e inventar para él una falsa vida. ¿Qué ganaba ella con todo eso? 
— ¿Señora Holbein, está usted bien? 
— ¡No lo estoy detective ¿Cómo podría estarlo luego de lo que me contó? Pero no se preocupe, estaré bien. Dígame cuándo exactamente presentará las las demandas formales contra la Corporación Future Nøw Innovation y contra esas dos personas. 
— Ya remití mis acusaciones junto con  todas las pruebas necesarias contra la Corporación, contra Jeremy Hunter y Mathew Robinson y mañana a primera hora del día las demandas formales estarán sentadas ante la justicia. Le aseguro que luego de eso varios más comenzarán a rodar como consecuencia de este juego deleznable que han jugado. 
— ¡De acuerdo! En cuanto eso suceda quiero que por favor me llame de inmediato —Pedí al detective poniéndome de pie— 
— Pierda cuidado señora Holbein. ¡Así será! 
Cuando finalmente el detective Jeffrey Seeley abandonó la oficina yo tomé mi bolso y salí anunciándole a Giacomo y a Valeria qué debía marcharme. 
Brüssel: ¡Giaco! ¡Valeria! Quiero que agreguen otra presentación para la segunda exposición del domingo. 
Valeria: ¿Presentación de quién señora Brüssel? 
Giacomo: ¿Brüssel, no se trata de la persona que estoy pensando o sí? 
Brüssel: Se trata exactamente de la persona que estás pensando —Le dije sumida en una repentina sonrisa llena de alegría pese a no haber recibido muy gratas noticias provenientes del detective Seeley— 
Valeria: ¡El señor Ismael! —Exclamó mi secretaria! 
Brüssel: ¡Exactamente! 
Giacomo: ¿Pero cómo Brüssel? ¡No entiendo! 
Brüssel: ¿Qué cosa no entiendes? En la presentación del domingo por la mañana todos conocerán finalmente al Pintor de Bruselas. ¡Valeria! Encárgate de anunciarlo a través de todos nuestros medios y que todo parezca como sorpresa de último momento. Una que dejé expectante a la gente que asistirá. 
Valeria: ¡De acuerdo! 
Giacomo: ¿Y con qué obra lo presentaremos Brüssel? El Pintor de Bruselas ya no posee más obras. ¡Bueno! Las tiene pero esas pinturas son intocables para él y tú eso lo sabes más que nadie. 
Brüssel: Yo me encargaré de eso Giaco. ¡No te preocupes! 
Giacomo: ¡Brüssel! No vayas a despertar nuevamente los arrebatos histéricos de tu esposo cometiendo la locura de traer una de sus pinturas sin su consentimiento. 
Brüssel: Te estoy diciendo que yo me encargaré de eso Giaco. ¡Ah y otra cosa! Vayan preparándose ambos para una boda el sábado a la media tarde. 
Valeria: ¿Boda de quién señora Brüssel? 
Giacomo: ¿Y ahora de qué estás hablando? 
Brüssel: ¡Nos vemos luego! Debo ir a casa ahora —Dije alejándome de ambos— 
Giacomo: ¿Por qué nos dejas en ascuas de este modo honey? Hey… 
Aquel día llegué a la casa mucho antes de lo habitual pues luego de la visita del detective Jeffrey Seeley y de las noticias que me había dado con respecto a mi hermanastra Magda, muchas cosas habían cambiado en aquellos planes previos que yo había estado gestando en mis pensamientos. Planes que deseaba compartirlos de inmediato con mi adorado esposo. 
Brüssel: ¿Qué significa esto? 
Lyra: ¡Mamita nos descubrió, papito! Nos va a regañar… 
Ismael: No lo hará… ¡Tranquila! 
Clementina: Señora, no vaya a echarme la culpa a mí… el señor autorizó que la niña comiera todos los dulces que ella quisiera y que habíamos guardado de su fiesta de cumpleaños. 
Brüssel: ¡Ismael! 
Ismael: ¿Mi Brüssel por qué estás aquí a estas horas? 
Brüssel: Porque algunas veces puedo venir más temprano si así lo deseo. ¿Ahora vas a explicarme por qué autorizaste que nuestra hija comiera tantos dulces? 
Ismael: Porque los dulces son para comerlos no para guardarlos y por qué los niños son felices comiendo dulces y yo quiero que mi hija sea feliz siempre. 
Brüssel: ¿Ah sí? 
Ismael: Si 
Brüssel: Lo que tú quieres es malcriar a nuestra Lyra y lo estás logrando. 
Ismael: Yo no malcrío a nuestra hija. 
Brüssel: Lo haces al permitirle cosas como estás y para colmo tú te pones a comer los dulces con ella. ¡Mira cuantos envoltorios vacíos, Ismael! Si a Lyra le duele luego la panza será culpa tuya. ¡En cuanto a usted señorita! ¿Sabe lo que haré de castigo? Voy a sacar una cita con el dentista y mañana irás únicamente con Clementina. 
Lyra: ¡No mamita! ¡Eso no por favor! No lo hagas… 
Brüssel: Oh por supuesto que si lo haré. 
Lyra: ¡Papito no lo permitas! —Suplicó abrazando a su papá— Los dentistas son muy malos. Te meten cuchillas ruidosas en la boca y te arrancan todos los dientes, hasta la lengua. 
Ismael: ¿Brüssel, los dentistas hacen eso? 
Brüssel: ¿Quieres saberlo? Pues quitaré entonces una cita para los dos y así sabrás lo que hace un dentista —Le dije mientras él negaba con la cabeza y Lyra continuaba aferrada a su cintura— Clementina llévate a Lyra para que se lave muy bien los dientes. ¡Vigílala! 
Clementina: ¡Vamos pequeña! 
Lyra: ¡No quiero! 
Brüssel: ¡Obedece Lyra! 
Cuando finalmente Clementina ser llevó a Lyra, me quedé en la sala a solas con Ismael pero lejos de comenzar a hablar con él sobre aquello para lo cual había llegado temprano a la casa, nos pusimos a discutir sobre dulces, dentista y como criar a nuestra hija. 
— Eres una madre muy cruel Brüssel. 
— ¿Disculpa? 
— Te dije que eres una madre muy cruel. 
— No intentes sacarme de mis casillas Ismael porque tú no eres el único que puede tener arrebatos histéricos. ¿Si me entiendes? Ahora quiero que dejes a un lado esa actitud infantil y vuelvas a tus sentidos de hombre sensato porque necesito que hablemos. 
— Pues yo no tengo ganas de hablar contigo ahora —Dijo saliendo de la sala— 
— ¿Ni siquiera de nuestra boda, cielo? ¡Está bien! Será en otra ocasión. 
— ¿De nuestra boda, Brüssel? —Volteó retrocediendo sus pasos— 
— Ehhh… de nuestra boda pero no tienes ganas de hablar conmigo. 
— Dime mi Brüssel… ¿Qué sucede con nuestra boda? 
— ¡Amor! 
— Mmm… 
— Tengo buenas noticias para ti —Le dije colocando mis brazos alrededor de su cuello— 
— ¡Dime! 
— Nos casaremos este fin de semana amor y será una boda maravillosa como nuestro gran amor se merece. 
— ¿Estás hablando en serio mi hermosa mujer? Me habías dicho que debíamos esperar —Dijo rodeando sus brazos a mi cintura— 
— Si te lo había dicho pero ya no será necesario esperar mi vida. 
— ¿Cuándo Brüssel? ¿Dime cuándo nos pasaremos? 
— El sábado a media tarde tendremos una boda tan hermosa como la primera vez que nos casamos. 
 




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