El Pintor De Bruselas

NUEVOS ARGUMENTOS

¿Cuál sería la palabra que definiera toda aquella situación? Habíamos llegado a un punto en el que ya no distinguíamos la realidad de la ficción. ¿Qué era mentira? ¿Cuál era la verdad? Nos preguntamos en más de una ocasión obteniendo respuestas a partir de otras interrogantes. 
— Esa mujer me engañó, Brüssel y lo hizo descaradamente para que no le estrujara el cuello con mis propias manos, pero esto no se quedará así. 
— Ismael, no te atrevas. No me hagas lo mismo que la vez anterior, en el estado en que me encuentro —Le advertí sujetándolo de un brazo— No me pidas calma si tú no la tienes e intentas salir de esta casa. Con más calma conversaremos con el abogado al respecto ¿De acuerdo? 
— Es absurdo… es muy absurdo —Repitió una y otra vez como si estuviese a punto de estallar— 
— Amor, cálmate. Ya nos han sucedido tantas cosas que no existe nada más que pueda alterarnos hasta perder la cabeza. 
Le costó comprender. Siempre le costaba mucho hacerlo cuando se encontraba en ese estado casi demencial. Necesitaba sus medicinas y entonces coloqué mis manos sobre sus mejillas y le pedí calma, con un par de besos para intentar convencerlo de que las ingiriera. 
— No quiero que vuelvas a perder la cabeza, cielo. No sirve de nada. Al contrario, solo empeora las cosas. ¡Vamos por tus medicinas! 
— Esas medicinas me dejan como un tonto, Brüssel. No las quiero. 
— ¡Ismael! No te dejan como un tonto, impiden que te comportes como un salvaje sin pensamientos. 
La conversación con el abogado Henckels y con el detective Jeffrey Seeley sería mucho más extensa, sin embargo ante un inminente desequilibrio de Ismael, decidí postergarla. En verdad no quería que saliera de la casa con paradero desconocido y dejándome con el alma pendiendo de un hilo por tanta preocupación, entonces quedamos retomar la conversación en horas de la media tarde. 
— Te dije que no quiero, Brüssel. 
— Y yo te dije y te vuelvo a repetir qué vas a tomarlas. ¿Por qué me pides que me cuide y que piense en nuestros bebés, pero tú no lo haces? 
— Yo pienso en nuestros bebés. 
— No lo haces y tampoco piensas en nuestra hija. ¿Dimensionas cómo se sintió Lyra mientras veía el modo en que te llevaba la policía? 
— No tengo la culpa de que me haya llevado la policía. Yo no maté a esa mujer. 
— ¡Lo sé amor! ¡Lo sé! Pero estuviste fuera de casa y asististe a la exposición de Orleana Greco la misma noche qué murió. Creyéndote detective y justiciero, te arriesgaste a que te inculparan a ti y no pensaste en las consecuencias. No pensaste en nada ni en nadie. 
— Odio mucho que me trates de este modo, Brüssel. 
— ¿De qué modo te trato? 
— ¡Como a un loco! —Contestó y le sonreí levemente sujetando nuevamente sus mejillas— 
— ¿Eso crees? 
— Lo creo. 
— Mmm… Pues yo te trato como siempre te he tratado. Que tú pienses que te trato como a un loco, es cosa tuya. ¡Ahora toma tus medicinas! 
— ¿Brüssel, ya tienes una respuesta para mí?  
— La tengo —Contesté introduciendo una píldora en su boca y pasándole un vaso con agua— pero te la diré en cuanto te tragues esa píldora y luego está otra. 
Cuando finalmente ingirió sus dos medicinas me lo comí a besos, pero sus ansias de saber mi respuesta, hicieron que aquel deleite mío durara apenas unos segundos. 
— Dime, mi Brüssel. 
— Acepto únicamente para que no salgas a buscar otra embarazada que pintar. 
— No me interesa pintar a otra embarazada, hermosa mujer de mis sueños. —Dijo enloqueciéndome de amor con sus palabras y sus besos— 
— No te interesan sin embargo has visto los senos de otras mujeres. 
— Ningunos me parecieron tan hermosos como los tuyos. 
— Mejor ya no digas nada qué de solo pensar me hierve mucho la sangre. 
— ¡Te amo! —Exclamó y me echó lentamente sobre la cama colocándose sobre mí— Lo tendré todo listo para esta noche. 
— ¿Para esta noche, amor? 
— Para esta noche… no quiero esperar —Contestó y allí me perdí de nuevo entre sus besos intensos durante lo que quedó de aquella mañana— 
Esos momentos fuero realmente perfectos. Como aquellos que deseábamos que duraran días enteros, sin embargo, inevitablemente debimos volver a la realidad. Precisábamos saber sobre toda aquella historia que nos habían anticipado el abogado Henckels y el detective Jeffrey Seeley y no podíamos dejar pasar un día para ello. 
Jeffrey Seeley: Señora Holbein, créame que yo estoy tan sorprendido como usted y como su esposo. Cuando iniciamos esta larga travesía nunca imaginé toda esta situación, y si bien hemos llegado muy lejos con respecto a mis investigaciones, la mayoría de mis teorías han caído por los suelod. 
Abogado Henckels: ¡Disculpen la demora! —Irrumpió el abogado— He comenzado a escribir nuevos argumentos basándome en la única declaración que nos queda, teniendo en cuenta que la señora Magda Gypser no prestará declaraciones ante el Juez Mertens. Con los argumentos que presentaré con base en las declaraciones de la señora Suzette Magyar, al menos sostendremos las pruebas de la grabaciones donde la misma se encuentra implicada. 
Ismael: ¿Esa malvada va a declarar? 
Abogado Henckels: Lo hará Sr. D’Angelo. 
Ismael: Pues seguramente también dirá muchas mentiras. Nada bueno puede salir de esa mujer. 
Jeffrey Seeley: No le convendría en absoluto. De coincidir las declaraciones de la misma con las de los señores Jeremy Hunter (Jansen Höfner) y Matthew Robinson (Morris Höfner) le resultará de algún modo, muy beneficioso. 
Brüssel: Ahora puede explicar toda esa historia de Magda, abogado. Aún no me cabe en la cabeza lo de mi padre y de repente salta semejante absurdo. 
Abogado Henckels: Mucho me temo que no se trata de ningún absurdo, señora Brüssel, y le diré únicamente lo que a mí me corresponde porque el resto de la historia no me compete. 
Brüssel: Hable sin cuidado, abogado. 
Abogado Henckels: El caso fue el siguiente. Cuando el señor D’Angelo atosigó a la señora Gypser y la presionó para que hablara, esta de algún modo tuvo que improvisar en sus confesiones por no decir, mentir, que pudiera ser una palabra no adecuada teniendo en cuenta las circunstancias. 
Brüssel: ¡Abogado! Ella mintió y nosotros creímos en sus mentiras suponiendo que declararía a favor del caso de mi esposo. 
Abogado Henckels: Señora Brüssel, la señora Magda Gypser en verdad pertenece al CNI. La madre de la misma también fue un agente encubierto del CNI, la segunda esposa del padre de usted, el señor Gregor Holbein. La señora Amanda Gypser perdió la vida en un operativo encubierto y un par de años más tarde le otorgaron a su hija el lugar que le pertenecía. Tanto el señor Gregor Holbein como la señora Amanda Gypser, durante varios años habían estado tras los pasos de Jacob Thompson quién aspiraba en aquel entonces un cargo muy importante dentro del gobierno canadiense. En los últimos tiempos, la Sra. Magda Gypser continuó la labor de su difunta madre Y por esa razón si le confesaba toda la verdad al Sr. D’Angelo, la estructura planificada por el CNI se hubiese visto estropeado por completo. 
Brüssel: ¿Estructura planificada? ¿Significa que todas mis desgracias y las de mi esposo fueron parte de una estructura planificada del CNI? 
Jeffrey Seeley: Al parecer, señora Holbein, las malas acciones del Sr. Bentley Thompson le fueron heredadas de su padre. Me he tomado el atrevimiento de indagar un poco más al respecto estos días y Jacob Thompson ha estado involucrado en muchos casos como el lavado de dinero, empresas fantasmas y transacciones ilícitas como alzarse a su nombre propiedades ajenas y realizar transacciones bancarias de dudosas procedencia que nunca han podido ser investigados por las autoridades. 
Abogado Henckels: Así es… y es por eso que el CNI ha estado tras los pasos de Jacob Thompson durante años. El hombre intentaba inmiscuirse en la política, pollería importantes aliados políticos, pero acabó muerto sin haber logrado tal propósito y mucho menos si haber respondido ante la justicia por sus hechos fraudulentos. Dejó a cargo de todo a su hijo Bentley Thompson quién hasta aquí ha seguido al pie de la letra todos los pasos de su padre. 
Jeffrey Seeley: Según los reportes periciales y como usted lo sabrá, Jacob Thompson falleció en un accidente automovilístico, sin embargo dichos reportes no son del todo detallados ni certeros. Un periodista del Canadian magazine report quién constantemente escribía reportajes sobre los manejos ilícitos dentro del gobierno y de grandes empresas, que a su vez eran apañados por altos funcionarios de la justicia, dedicó unas cuantas columnas a las relaciones y a los contactos que mantenía Jacob Thompson con narcotraficantes, pero quedaron en simples especulaciones porque al poco tiempo aquel periodista apareció muerto a la entrada de su apartamento. ¿Quiénes pudieron haber sido? Nunca nadie lo supo debido a que el caso quedó archivado. La leve ventaja fue que en consecuencia otros periodistas se animaron a lo mismo y los rumores en torno a Jacob Thompson se acrecentaron, más aún luego de la muerte del mismo. 
Abogado Henckels: Así es… muchos otros periodistas aseguraron que la muerte del periodista formó parte de represalias, y que la del empresario Jacob Thompson, se trató un ajuste de cuentas. Por esa razón el CNI continuó con su misión. Misión a la cual pertenecen tanto el señor Gregor Holbein cómo la señora Magda Gypser —Recalcó el abogado mientras yo, abrumada y sin palabras, negaba con la cabeza— es esa la razón por la cual no pueden ser considerados como testigos en las audiencias del caso del señor Ismael D’Angelo. Que declaran implicaría proporcionar datos sumamente confidenciales para el caso al cual representan. 
Brüssel: El CNI cometió un crimen. Mi padre y Magda formaron parte de ese crimen por lo tanto si no están en condiciones de declarar toda la verdad por su condición de agentes del CNI, entonces yo demandaré a ambos, y demandaré al mismo CNI de ser necesario —Dije saliendo por unos momentos de la sala donde nos encontrábamos charlando— 
Ismael: ¡Brüssel!... Me prometiste que no ibas a estar alterarte por nada. 
Brüssel: Sé lo que te prometí Ismael y estoy bien. 
Ismael: No estás bien… ¿Por qué no dejas las cosas así cómo están? Mi hermosa, volvamos a Bruselas. Allá estaremos muy tranquilos y buscaremos una bonita escuela para Lyra. Trabajaré como siempre lo hice y no les faltara nada. Nuestras bebés podrían nacer allá y podemos llevarnos a mi señora madre a quién seguramente le gustará mucho el lugar. 
Lo que más deseaba mi esposo era volver a Bruselas y no puedo negar haberme culpado incontables noches por haberlo arrastrado de regreso a un pasado que ya no volvería ni cayendo todo el peso de la justicia sobre los responsables del crimen que habían cometido contra él. Ismael fue víctima no solamente le Bentley Thompson sino de una estructura perfectamente organizada del CNI. 
Brüssel: Convencer a tu madre de abandonar Venecia fue misión imposible para mí cuando quise que fuera conmigo a Viena. Tal vez tú la convenzas de mudarnos definitivamente a Bruselas, mi amor. No creas que no he considerado volver allá, pero tenemos tantas cosas aquí Ismael que no sería tan sencillo dejarlo todo y marcharnos —Le dije mientras él me rodeaba entre sus brazos— 
Abogado Henckels: Disculpen la interrupción… El detective y yo ya debemos irnos. 
Brüssel: ¡Disculpen ustedes por favor! Intento en verdad que todo esto no me abrume más de lo que ya lo ha hecho. 
Abogado Henckels: Entiendo perfectamente y no debe disculparse. 
Brüssel: Detective, no he tenido la oportunidad de agradecerle por sus últimos aportes. Mientras todo esto no acabe, seguirán siendo muy valiosos para nuestro caso. 
Jeffrey Seeley: Esta siempre a su disposición señora Holbein y mientras pueda seguir aportando en lo mío, lo seguiré haciendo. 
Brüssel: ¡Gracias!... Abogado, quisiera que usted sea el encargado de lo que he mencionado. Si acepta, quiero presentar ante la justicia una demanda formal contra Gregor Holbein y Magda Gypser. 
Ismael: Brüssel… 
Brüssel: Esa será la única forma en la que podrán declarar ante el Juez… 
Abogado Henckels: ¿Está usted muy segura de lo que quiere hacer, señora Brüssel? 
Brüssel: ¡Muy segura! Puede pensarlo si así lo desea y comunicarme su decisión al respecto. 
Abogado Henckels: ¡Bien! Entonces estaremos en contacto en la brevedad posible. 
Jeffrey Seeley: Hasta luego señores. 
Brüssel: ¡Hasta luego, detective! 
Ismael: ¿Por qué haces esto, Brüssel? —Cuestionó al cabo de unos segundos— ¿Por qué quieres continuar? 
Brüssel: Porque si mi padre y Magda no declaran ante el Juez Mertens, Bentley Thompson quedará impune. 
Ismael: Él no quedará impune. 
Brüssel: Eeehhh… tal vez lo condenen por otros hechos, pero no por el crimen que cometió contra ti. O tal vez ni siquiera lo condenen, Ismael, por eso es importante que mi padre y Magda puedan declarar. Ellos estuvieron allí, mi padre lo supo todo este tiempo y guardó silencio al igual que Magda. 
Lyra: ¡Papito, mamita! 
Brüssel: ¡Hola! Llegaste, bebé…  
Ni bien llegó la niña en compañía de Clementina, se acercó raudamente hasta nosotros y nos saludó con abrazos y muchos besos. Ella siempre llegaba a la casa desparramando alegría, su padre la cargaba entre brazos y lo primero que hacía era contarnos cómo le había ido en la escuela y todo lo que había hecho. Lyra era la pequeña luz de nuestras vidas y todos los problemas se esfumaban cuando la teníamos cerca. 
Lyra: Hoy es día de helados. 
Ismael: Mmm… hoy es día de helados —Replicó observándome de reojos— 
Brüssel: ¿Puedo saber cuándo crearon el día de los helados? 
Lyra: Hace poco mamita, pero tú estabas muy ocupada y por eso no lo sabías. 
Ismael: ¡Cierto! 
Brüssel: ¿Cierto? Más les vale que no estén abusando con los helados. ¿Clementina, mi suegra no ha venido? 
Clementina: Ahh… de ida de retirar de la escuela a la niña, decidió pasar a su casa. Dijo que la ha tenido muy abandonada estos días. Pondrá todo en orden y volverá mañana. 
Brüssel: ¡Está bien! Yo la llamaré luego. 
Ismael: Cuando mi señora madre regrese, la convenceré para ir a vivir a Bruselas. 
Lyra: ¿Volveremos a Bruselas, papito? 
Ismael: Volveremos… ¿A ti te gustaría, Lyra? 
Lyra: ¡Mucho! —Exclamó ella— No me gusta Venecia— 
Ismael: A mí tampoco me gusta Venecia… 
Brüssel: Clementina, por favor llévate a la niña. Encárgate de que tome su baño y luego descanse un poco. 
Clementina: ¡Sí señora! 
Lyra: Volveré luego por nuestros helados —Susurró al oído de su padre antes de marcharse con Clementina— 
Ismael: ¡De acuerdo princesa! 
Brüssel: Mi hija y tú han de ser las únicas personas en el mundo a quienes no les gusta Venecia. 
Ismael: No creo que seamos las únicas personas, Brüssel. Venecia es muy aburrida y fea. 
Brüssel: ¿Qué dices? ¡Venecia es hermosa! 
Giacomo: Buon pomeriggio miei cari! Espero no estar interrumpiendo alguna una cosa. 
Brüssel: Nada tan serio como que Ismael considera a Venecia muy aburrida y fea. 
Giacomo: My god!... Lo de aburrida te lo aceptaría. ¿Pero fea, Ismael? 
Ismael: ¡Es fea! 
Giacomo: ¡Bueno! Pues déjame decirte que las personas de esta “fea ciudad” ha agotado todos los cupos de tus 2 exposiciones programadas para dentro de 15 días. 
Brüssel: ¡Espera un momento! ¿Qué cupos? 
Giacomo: Ismael me pidió que le organizara exposiciones lo más pronto posible y fue lo que hice. Me encargué absolutamente de todo y en apenas un par de días de haber publicado el anuncio oficial en la página web, los cupos se agotaron por completo. ¡Definitivamente todos anhelan y mueren por ver las obras del Pintor De Bruselas! 
 




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