El plan perfecto.

Capítulo Cuatro

La fiesta.

****


 

Aurora's Point of View:



 

Estoy feliz, bastante. Después de hablar con Jaden y que él aceptara mi trato me sentí aliviada, mi cuerpo entero se dio un relajo tan intensamente que el sueño me consumió rápidamente apenas llegué a casa.

Pasé una estupenda mañana, me levanté tarareando y cantando, mis hermanos solo me miraban sin disimular su confusión pero no preguntaron el porqué de mi buen humor.

Mi tarde no fue muy diferente, llegué temprano a clases, tuve una buena nota en física y Charlotte me invitó a comer un pastelito con ella.

La tarde más tranquila, sí... hasta que tuve clase con Evan. Fue demasiado incómodo, por primera vez desde que nos conocemos y tenemos algo me sentí con ganas de desaparecer de su radar.

Estuvo toda la clase enviándome miradas llenas de preguntas, no disimulaba ni un poco. Charlotte se dio cuenta y me hizo preguntas que claramente aún no le podía responder, o sea, sí le iba a contar lo del trato con Jaden, sólo que todavía no.

Apenas sonó el timbre tomé mi mochila sin esperar a Charlotte y fui una de las primeras en salir, no quería hablar con Evan. Estos últimos días no nos hemos visto casi y tampoco hemos hecho nada.

Mientras caminaba sumida en mis pensamientos dos chicos que ahora podía reconocer me interceptaron.

Los amigos de Jaden.

—Hola —saludaron brindándome una sonrisa que no fui capaz de no devolver.

—Hola —dije.

El más alto de los dos se rascó la nuca nervioso para luego hablar.

—Voy a hacer una fiesta en mi casa y toda la universidad está invitada, espero que vayas —en pocos segundos lo entendí, esta fiesta era el inicio del trato. Ellos no sabían que yo estaba al tanto de la apuesta pero estoy segura que esta fiesta es una excusa para el primer movimiento de Jaden.

—Claro, suena divertido —no, no sonaba divertido. Pero debo moverme si quiero que esto termine lo más pronto posible.

El castaño sonrió ampliamente haciéndome sonreír porque, vamos, es guapo, demasiado.

El más alto tenía el cabello marrón al igual que sus ojos, es musculoso sin llegar a exagerar, pero su altura lo hace ver más atractivo de lo que ya es. Su amigo no es que sea bajo, sólo que al lado del primero sí se ve así, tiene su cabello pelirrojo, piel muy blanca y ojos de color verde.

Es precioso, y sus rasgos son un poco andróginos.

Ellos deben ser la perdición de la universidad junto con Jaden que no se queda atrás en belleza masculina.

—Súper, esperamos que vayas —asentí, podría estar enojada con ellos por meterme en su estúpida apuesta, pero eso sería darles mucho de mi tiempo por lo que únicamente estoy enojada con Jaden. Claro que cuando ellos se enteren de que yo sé todo no se van a salvar de mi reprimenda, porque jodidamente hacer apuestas con chicas solo para finalizar el año con un poco de diversión no es muy bonito.

—Adiós —me despedí y caminé en silencio escuchando el ruido de las voces del resto de la gente en el pasillo. Llegué a mi siguiente clase y me senté esperando que el maestro comenzara la clase.
 

****
 

Miré mi reloj apenas la clase finalizó y salí corriendo en busca de Jaden, pude visualizarlo caminando con su típico andar de "soy el dueño del mundo" así que me acerqué corriendo evadiendo a las personas que se me atravesaban en el camino con mucha dificultad.

—¡Jaden! —grité antes de que se me escapara. Él se giró y al verme sonrió.

—¿Qué pasa conejita? —mierda, como odio ese apodo tan ridículo. Estoy resignada a que me llame así para siempre. Ruedo los ojos irritándome cuando termino de acercarme a él.

Lo analizo con cuidado, se ve guapo. Hoy casi babeo el piso viendo a sus amigos, pero Jaden es otra cosa, él es lo único que jamás he llamado a un hombre; es hermoso. Nunca me ha gustado sentirme tan baja al lado de los hombres y doy gracias a mi gran estatura de un metro setenta y cinco, pero con Jaden no me incomoda sentirme así.

De hecho me gusta.

Su cabello castaño despeinado, sus ojos miel súper claros rodeados de unas pestañas largas del mismo color. Los lindos hoyuelos que se le forman en sus mejillas al sonreír, su mentón perfecto... aunque sus dientes no son lo que se podría decir perfectos quedan espectacular con él, mucho más al estar cubiertos por unos labios sensuales.

«No puedo creer que estoy pensando esto»

También me gusta mucho su sentido de la "moda" solo lleva unos vaqueros y un suéter gris que se amolda a la perfección con su trabajado torso y hombros.

Me obligo a dejar de evaluarlo porque en cualquier momento se dará cuenta y no estoy dispuesta a que me moleste con eso.

Al encontrarme con su mirada noto sus ojos un poco oscurecidos pero lo ignoro.

—Tus amigos me invitaron a una fiesta hoy, supongo que se enteraron de que salimos ayer —toda la escuela lo sabe, hoy muchos me miraron extraño, sentí mi nuca atacada por las miradas constantes de las chicas y no precisamente de felicidad.

Frunce su ceño pero asiente, como veo que no piensa decir nada sigo.

»Eso quiere decir que hoy comienza nuestro trato Jaden. Estaré allí, tú eliges el próximo movimiento.

No quiero que se sienta forzado y luego quiera acabar con el trato, no conozco de nada a Jaden entonces no sé qué tanto peso tiene su palabra, así que no me voy a arriesgar.

Varios ojos curiosos nos observan y no es para menos, estamos a mitad del pasillo obstruyendo el paso para los que sí quieren pasar, pero lo suficiente como para llamar la atención de todos los que nos ven e intentan escuchar. Trato de hablar un poco más bajo.

Jaden ladea su cabeza y me doy cuenta que no entiende de lo que hablo, por poco blanqueo los ojos.



#4561 en Novela romántica
#1244 en Chick lit
#1792 en Otros
#466 en Humor

En el texto hay: comedia, apuesta, romance

Editado: 27.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.