El plan perfecto.

Capítulo Dieciséis



Di mi nombre.

****


 

Jaden's Point of View:





 

Una semana, una semana ha pasado desde que Aurora y yo nos besamos en cualquier lugar en el que nos encontremos —eso sí, sin que nadie más nos vea. O por lo menos alguien que conozcamos—. Me gusta como se siente, no deja de ser tan delicioso como en el primer instante en que mis labios tocaron los suyos.

No he pensado mucho en lo que me dijo sobre Evan y su pasado, tampoco es que mi importe. Admito que en primer momento al escucharlo me sorprendió, ella se ve muy calmada, y no dudo que lo sea. Aún así tampoco tengo derecho a juzgarla por algo que pasó hace mucho tiempo y de lo cual está arrepentida. Ella sabe lo que hace, no es una niña.

He trabajado arduamente con mi madre, su jefe me ha felicitado por ayudarla con tanto esmero y hasta que me dijo que estaba feliz de que lo pudiera hacer porque desde hace tiempo que a ella se le notaba decaída, cosa que me preocupó. También me he topado muchas veces con James quien no duda en charlar un largo rato con mi madre, es extraño el que jamás haya sabido sobre eso.

Mi madre y el padre de Aurora son mejores amigos y éste ni siquiera sabía que mi madre tenía un hijo y que ese hijo era yo.

Es extraño, pero cada vez que trataba de sacar el tema ellos lo evadían con una broma ligera y después James se despedía alegando que tenía mucho trabajo.

Decidí no prestarle mucha atención por ahora y seguí con lo mío.

Aurora por el contrario aún no ha tenido su entrevista, pero gracias al cielo fue admitida para una, así que las posibilidades de que obtenga el puesto están incrementando.

—Cariño, podrías pasarme unos registros del caso de noviembre del año pasado —asiento incorporándome del sillón y me encamino a la sala de registros. No tardo mucho en encontrar lo que ella me pidió y regreso a su oficina sin ningún percance.

Su mano acaricia mi mejilla en cuanto se los doy, antes de revisarlos me dedica una preciosa sonrisa que no dudo en devolverle.

Vuelvo al sillón para acomodar los papeles que me encargó.

La mayoría de las cosas que hago por mamá son acomodar papeles, casos y declaraciones. Puede sonar tonto, pero con los muchos que hay es un martirio hacerlo, aún así no me quejo. Prefiero hacerlo yo antes de que mamá siga estresándose por eso.

También admito que lo más me gusta de este trabajo es ver a mamá en acción. En un mes estará representando a un hombre que fue denunciado injustamente por la aparente violación de una adolescente que en vez de verse devastada mientras daba la declaración parecía codiciosa.

No conozco las reacciones de las personas frente a algunas situaciones, por lo cual no podría juzgarla, pero estoy cien por ciento seguro de que ella lo inculpa de algo que no hizo para ver que provecho saca de ello.

He revisado con mucho cuidado cada particularidad del caso, las fechas que ella indica sucedieron los actos, cómo lo hizo, razones; todo, pero nada logra concordar con lo que relata.

La policía hizo una exhaustiva investigación y llegaron a la misma conclusión que mi madre.

Nada tiene sentido.

Cada que toman su declaración ella contradice su relato. Algunas cosas, por más imperceptibles que sean, se notan. Pero parece que ella no, y es su declaración.

Otra razón por la que mamá ayuda al hombre.

No ha tenido ni siquiera tiempo para salir con Dexter. Por lo que sé, ahora ambos están en una relación.

»Jaden, cariño.

Giro hacia ella en cuanto dice mi nombre y después me acerco a su lado.

—¿Sucede algo? —pregunto. Mi madre sonríe con la vista fija en la carpeta que le entregué hace poco y después niega con su cabeza mirándome.

—Lo sabía —susurra con un brillo de emoción pero yo sigo sin entenderla por lo que ella comienza a explicarme—. En noviembre del año pasado había sucedido algo parecido a este caso. De hecho son los mismos casos sólo que esta vez es una chica diferente y una víctima diferente. Lo habíamos cerrado porque al final no se llegó a nada y el hombre prefirió pagar a la chica por los "daños causados" y se fue sin decirnos nada más cuando se la pasaba vociferando a los cuatro vientos que él no había cometido semejante atrocidad ya que tenía una hija y era casi imposible que mirara a otra niña de mala forma.

Toma un respiro y pasa las hojas deteniéndose en la foto de la que supongo es la víctima del caso anterior.

»Todos los puntos y formas de actuar son iguales, claro que esta vez la chica no parece muy inteligente ya que se contradice cuando cuenta su historia. La anterior era hasta más convincente. Si muestro esto a la policía ellos podrían estar más interesados en investigar acerca de ella, y estoy casi segura que se encontrará una conexión entre estas dos chicas.

Asombrado, es lo único que puedo pensar mientras la observo con su aura dulce e impasible mirando pensativa la pared.

Mi madre es genial.

«Te ganaste la lotería papá»

—¿Entonces sugieres que llame a la policía?

—No, aún no —me observa con atención y unos segundos después su sonrisa vuelve—. Estaba pensando en contactar con Walter Friedman, quizás ya esté dispuesto a contar lo que verdaderamente pasó esa vez —toma su barbilla entre sus dedos y suelta un chasquido con su lengua—. Sí, es justo lo que haré. Necesito que te alistes cariño, vamos a un interrogatorio sin autorización así que no digas nada.

Wow.

También me gusta mamá rebelde.

«De verdad te sacaste la lotería, papá»


 

****





 

Con que aquí estamos, la casa de Walter Friedman.

Es grande.

Por lo que vi en su ficha es un hombre de buenos negocios pero mala suerte, lo cual es irónico sabiendo lo rico que es.



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En el texto hay: comedia, apuesta, romance

Editado: 27.07.2021

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