El plan perfecto.

Capítulo Veintisiete



Apasionada.

****


 

¿Tienes que acompañar a tus primas? —pregunté y me reí de él, Jaden tendría que hacer de niñero.

—Sí, sí, búrlate todo lo que quieras, no lo harás mucho al saber que tú también debes ayudarme —esta vez fue él quien se burló mientras yo casi me atraganto con mi saliva.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Acaso mi apellido es Scott? —señalé, aunque eso no tuviera nada que ver.

—Porque James y mi mamá están organizando una cena "entre familias" y tu padre afirmó que me ayudarías cuidando a mis primas.

¿Qué carajos?

—¿Cuándo dijo eso? —me alarmé—. Más bien ¿cuándo acepté?

Jaden ignoró mis quejas y me dijo a qué hora tendría que estar en su casa.

Maldito.

 

****

 

—¡Aurora! —unos brazos delgados se enredan en mi cuello provocando que casi caiga, me fijo en la persona que me saluda con tanto entusiasmo y sonrío al darme cuenta que se trata de Olivia.

—¿Cómo estás? —le pregunto en cuanto se descuelga de mi cuello.

Ella me sonríe con dulzura y en ese momento entran otras dos bonitas con cabello castaño; Elisa y Amanda, con Jaden detrás de ellas.

—Le dijimos a nuestra madre que no queríamos una niñera y mucho menos a Jaden, pero en cuanto nos informaron que tú vendrías aceptamos de inmediato —Elisa se acerca y besa mi mejilla.

Me burlo de Jaden y este también se ríe.

—¿Tienes sueño, Aurora? —me pregunta el castaño, se acerca a mí y me toma de la cintura lentamente besando con cuidado mi frente.

Me sonrojo un poco al saber que sus primas están delante de nosotros.

Escucho unos silbidos y eso sólo provoca que me sonroje por completo.

—Pues tu fea voz me lo quitó por completo —me defendí tratando de salirme de la incómoda situación.

Miré a las adolescentes frente a mí y ellas sólo reían divertidas.

—¿Vamos a jugar? Esta vez estoy preparada para ganarte Aurora —Amanda junta sus manos como si estuviera anticipando el momento.

Le sonrío con arrogancia.

—Eso está por verse.

—Las perdimos —es lo último que escucho de Jaden.



 

Jaden's Point of View:

 

Estoy aburrido —refunfuño.

Aurora y Amanda se la han pasado jugando como unas obsesionadas, lo peor es que Amanda no ha podido ganar ni una sola partida.

Se nota lo desocupada que es Aurora.

Elisa estuvo haciendo sus desastres en la cocina, desastres que a pesar del revoltijo que siempre deja termina siendo comida deliciosa. Mientras Olivia está sentada a mi lado con la misma pose aburrida que yo.

—Aurora —la llamo.

—¿Ah? —estira un poco el cuello, pero no aparta sus ojos del televisor.

Niego con la cabeza riendo ligeramente.

Me junto más a ella hasta quedar cerca de su cuello, suspiro un poco adorando la forma en que su cuerpo se estremece y se aleja de mí.

Vuelvo a acercarme y finalmente dejo un beso en su cuello.

»Quiero besarte.

—¡Jaden! —en la distracción ella perdió contra Amanda por fin.

Amanda me lanzó una mirada de agradecimiento y yo le sonreí a pesar de que esa no era mi intención.

Aurora me fulminó, pero yo atiné a sonreírle dulcemente.

—Te amo —susurré.

Las mejillas y orejas de Aurora se pusieron rojas y mis ganas por besarlas y lamerlas aumentaron, al parecer ella vio mis intenciones porque rápidamente se levantó del sofá.

—Creo que debería revisar a Elisa —se fijó en el reloj en la pared y después miró a mis primas—. Por lo que sé ustedes mañana tienen que ir a la escuela así que después de comer se van a poner la pijama y a dormir.

Su tono no admitía refutaciones y mis primas lo entendieron muy bien, las cabecitas castañas asintieron de acuerdo y se levantaron siguiéndola como pollitos a la cocina.

La imagen me hizo sonreír como idiota.

Unos segundos después de que desaparecieran por la cocina, el cabello largo de Aurora se asomó por la puerta y me miró con diversión.

»Tú también debes acostarte temprano.

—¿Vas a dormir conmigo? —pregunté con una sonrisa pícara.

—¿Quieres que duerma contigo? —alcé mis cejas, no creí que ella aceptaría, o que diría eso.

Rápidamente asentí.

Claro que quería que durmiera conmigo.

Aurora me sonrió.

»Entonces vamos a dormir juntos.

Mierda.

Ella volvió a la cocina y yo me apresuré a mi habitación para organizarla un poco y organizarme a mí.

 

Unos diez minutos después mi habitación ya se veía más o menos presentable.

—¡Jaden, baja a comer!

Corrí a la cocina donde Amanda estaba sentada en la mesa mientras Aurora, Elisa y Olivia servían y organizaban los platos.

Me acerqué para ayudarlas.

En ese momento el olor llegó hasta mis fosas nasales y lo disfruté, Elisa tiene un don.

Cuando ya todo estaba listo sobre la mesa cada uno tomó asiento, después de dar las gracias comenzamos a comer entre chistes y risas.

—Hace poco terminé con mi novio, el muy idiota me engañó con una de mis compañeras y fingió que nada había pasado —la cuchara que llevaba hasta mi boca quedó a medio camino en cuanto escuché lo que dijo Amanda.

Al parecer ellas eran más abiertas con Aurora.

—¿Tenías novio? —le pregunté.

Amanda me lanzó una mirada de todos los sabían menos tú, no me sorprende, y procedió a ignorarme mientras seguía hablando.

Levanté una ceja indignado, pero me quedé callado escuchando lo que decía.

—Creyó qué seguiríamos juntos a pesar de que me engañó. ¿Cómo es posible? ¿Los hombres se han hecho más idiotas estos años?

—Siempre lo han sido —concedió Elisa.



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En el texto hay: comedia, apuesta, romance

Editado: 27.07.2021

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