Remordimiento.
****
Cuando estoy en la casa de James todos siguen como siempre, cada uno está desesperado por cualquier pista que encuentren de Aurora.
James se acercó a mí apenas me vio entrar por la puerta, sus ojos me miraron como si esperara algo, rápidamente hablé con más detalle de lo de Evan.
—¿Estás seguro de que Evan podría saber algo del paradero de Aurora? —pregunta escéptico.
Yo niego sin dudarlo.
—Por eso dije que fuéramos sin la policía, tengo un poco de conocimiento de la relación que llevaban ellos, Evan parecía un poco inestable cuando hablábamos de Aurora —tengo la decencia de desviar mi mirada de la de James con vergüenza.
No es necesario que sepa a profundidad que peleé con un maestro por su hija.
James levanta sus cejas con sorpresa, pero no hace más preguntas.
—Ok, le pedí el registro de Evan al director de la universidad, allí hay una dirección, pero no estoy seguro si aún seguirá viviendo en ese lugar —me muestra el registro en sus manos.
Mamá se acerca a nosotros abriendo sus ojos y colocando sus manos en su cintura.
—¿Qué estamos esperando para ir?
Poco después todos salimos directo al auto de James, para mi sorpresa Sean se nos une por primera vez, pero van tan callado que apenas lo notamos.
Media hora después llegamos a una pequeña comunidad de departamentos pequeños, e igualmente lujosos, James aparca el auto y todos salimos dirigiéndonos hasta el número de departamento que muestra el registro.
Me adelanto frente a la puerta marrón y presiono el timbre, observo los rostros de los demás, cada uno tiene una expresión vacía, esta vez ya no guardamos la esperanza de la última vez.
En ese momento la puerta es abierta, me giro para ver a la persona frente, y me sorprendo cuando veo a Evan con el rostro completamente demacrado. Está pálido, tiene unas ojeras profundas bajo los ojos, y está tan delgado que puedo vislumbrar algunos huesos.
¿Qué mierda?
—¿Evan?
Él fija sus ojos en mí, pasa de estar aburrido a mirarme desconcertado al igual que todos los que vinieron conmigo.
Frunce el ceño y mira a James.
—¿Señor Smith? ¿Qué hace aquí? —pregunta desorientado.
James se adelanta al frente, yo lo permito haciéndome atrás, después de todo esto es sobre su hija.
—Aurora está desaparecida —comienza con voz monótona.
Evan levanta sus cejas turbado, mira de James a nosotros para volver a fijarse en él. Luego se señala riendo irónicamente.
—¿Usted cree que yo la tengo?
Todos nos quedamos callados y Evan lo toma como una respuesta, vuelve a reírse como si no lo creyera.
»Yo también estoy como ustedes, sé por las noticias que lleva casi mas de dos semanas desaparecida, he intentado de todo para dar con ella, no lo logré como pueden ver.
Vuelve a señalarse dándonos a entender que justo por eso es su aspecto demacrado.
James abre sus labios como si fuera a decir algo, pero finalmente permanece callado, no parece que Evan esté mintiendo.
Ni siquiera yo puedo refutarlo.
Mierda.
Al parecer Evan nota que nuestras expresiones han decaído, él suspira profundamente y nos invita a pasar.
Después de habernos ofrecido un poco de café, Evan comenzó a hablar con más detalle.
—La última vez que ella y yo nos vimos fueron unos días antes de que renunciara, tampoco mantuvimos más contacto después, así que decidí superar eso y enfocarme en encontrar un nuevo trabajo y cuidar a mi hijo —bebe un sorbo de su café mirándonos atentamente a todos, veo los rostros de los demás, Dean y Sean parecen incómodos mientras que James está tranquilo al igual que mi madre, a pesar de que ella no sabía nada de esto. Evan continúa—. Poco después me conmocioné al enterarme que Aurora había desaparecido, creí que quizás tenía algo que ver con Jaden —me mira seriamente, yo me tenso, suspira—, pero no era así, estuve investigando. Quizás no pasé tanto tiempo con Aurora, pero yo verdaderamente la estimo, al igual que mi hijo, no podía quedarme de brazos cruzados cuando sabía que había sido secuestrada.
»Claramente no encontré nada, de hecho estaba pensando en darle una visita al señor Smith para ver en qué podía ayudarle.
Esta vez James sí se sorprende.
Se yergue en su puesto mirándolo con atención.
—Gracias —dice sinceramente, todos nos sorprendemos por lo suave que sonó su voz. Mi madre sonríe ligeramente acercándose a él abrazándolo por los hombros.
—La vamos a encontrar, yo sé que Aurora está bien dónde sea que esté —susurra mi madre, James sonríe en su dirección. Ella suelta un suspiro y nos da una repasada a todos—. Creo que es hora de ir con la policía para ver que han encontrado ¿no creen?
—¿Yo también? —pregunta Evan viéndose esperanzado.
Mi madre le da una gran sonrisa.
—Pues claro, todos los que estén dispuestos a ayudar son bienvenidos.
Y así es como todos nos dirigimos a la estación de policía, esperando que esta vez sí encontremos algo, y rogando porque Aurora se encuentre bien en el lugar donde la tienen.