El planeta perdido.

El breviario.

En todas las casas y edificaciones de Villa Lago Nix, los vehículos de transporte colectivo y en cada una de las instalaciones de toda la estación espacial, estaba instalado en la parte más visible una pantalla con 3 lecturas, en las cabinas habitación era una pantalla en la sala de multimedia que también servía para mirar televisión, pero en cuanto la apagaban o suspendan, la programación mostraba automáticamente el conteo regresivo de la misión en años, días, horas, minutos y segundos, la fecha actual y la hora actual, todo basado en el tiempo real de la Tierra, solo que el conteo regresivo no solo corría de acuerdo al tiempo transcurrido, corría de acuerdo a la distancia recorrida, siendo la velocidad o la distancia con el objetivo la pauta que marcaría el ritmo de ese conteo regresivo o progresivo, en el caso de que se detuvieran o no alcanzaran la velocidad de crucero de la Issledovatel, que había establecido el record de velocidad de 500.000 km/h, siendo ese el motivo de que la cuenta regresiva no avanzara, la fecha marcaba Domingo 3 de Enero del 2219 y la hora marcaba las 9:16, cuando la doctora Nikita Vessel salió de la casa, mientras su hermana la esperaba montada en una bicicleta y Niki abordó la suya para transportarse por las escasas cuadras que las separaban de la estación del monorriel.

 

  -Espero no tengamos que llenar esa escuela con nuestra descendencia.

 

Comenta Nikita al pasar por enfrente de un edificio escolar sin nombre aún, que lucía abandonado, pero en ocasiones era utilizado para entrenar a la tripulación, diversas juntas y revisiones a los gerenciamientos de la agencia, o referentes a la construcción de las instalaciones y a la misión.

 

  -¿Te digo? ¡Tú siempre con tus cosas Niki! Ya te dije que la misión no va a durar tanto y mucho antes de lo que piensas regresaremos con los rusos y sus rusitos.

 

  -¡Igual y la necesitemos para impartirles la enseñanza básica a los hijos de los rusos que vamos a rescatar Meli! Tú siempre de amargada, además la ciudad está muy bonita, hasta se parece a Árca y entre la tripulación de la federación rusa hay muchos rusos guapos.

 

Dice Niki refiriéndose a su ciudad natal cercana a las costas del Golfo de México, y así entre pláticas nostálgicas y bromas normales entre hermanas que en ocasiones se llevaban bien, aquel par de jovencitas asignadas a la misión de rescate más grandiosa de la historia humana, abordaron el módulo del monorriel que los conduciría a la parte frontal del planetoide, y después de más de 90 kilómetros de recorrido sobre las vías férreas que recorrían un largo trayecto en despoblado sobre la superficiea de Nix, entre cráteres de impacto, vastas y polvosas planicies, altas torres y estructuras defensivas, los grandes vehículos con orugas que transportaban a los motores iónicos, instalaciones de reparación y mantenimiento, obras en construcción y algunos edificios piramidales de escaneo espacial con el universo de tétrico fondo, por fin llegaron al puente de mando principal y la pantalla del conteo regresivo de su transporte marcaba las 9:40 horas.

 

  -¡Me trauma ese conteo regresivo que no avanza! –dice Nikita. -O mejor dicho; ¡Que no regresa!

 

  -Tú Tranquila; ¡Ahora resulta que la amargada eres tú! Tú tranquis, que en menos de 2 horas se empezará a mover y mucho más rápido que lo programado, eso te lo aseguro o me dejo de llamar Melina.

 

Las chicas abandonaron el transporte, y se dirigieron a una estructura piramidal de 4 lados y 5 pisos de altura que en los 2 últimos pisos, el techo y las paredes eran transparentes, siendo el cuarto piso el laboratorio espacial y la punta de la pirámide, el puente de mando donde la capitana segunda Yrlina María Boucaz aguardaba la llegada de todos los oficiales y tripulantes, y miraba con fastidio el conteo regresivo que no avanzaba o que no regresaba, dejémoslo en que aún no se movía y la hora ya marcaba las 10:17 horas.

 

  -¿Dónde andaban chamacas flojas?

 

Les dice Jared Farell Vessel apenas de 17 años de edad, el segundo hermano de los 3 de la familia Vessel, de 180 cms., complexión atlética, rubio y tez blanca, muy parecido facialmente con su hermana Nikita, había 4 Vessel más en la tripulación y también eran sus familiares, Blade Vessel, de 42 años, 170 cms, tez blanca, ojos negros y cabello oscuro, uno de los especialistas en propulsión de la misión, Elijah Vessel, 170 cms, tez blanca, cabello oscuro, doctor en psicología, que era el mariscal segundo de biotecnología del espacio, Laksmi Vessel, de 16 años, rubia, de 160 cms. y ojos cafés, que era la mariscal segunda de defensa, ambos hijos de Blade Vessel y el mayor de todos, Anuart Vessel, el otro especialista en propulsión de la misión, de 48 años, 180 cms, delgado de tez blanca también y cabello negro, tíos de los hermanos Vessel por parte de su padre.

 

  -¿Dónde andabas tú que te buscamos anoche en tu cabina y nunca llegaste? –pregunta Melina al saludarlo.

 

  -¡Trabajando! ¿Dónde más? Me la he pasado revisando el funcionamiento de las torres defensivas y el sistema de escaneo para que tú y tu tripulación se dediquen a lo suyo, que es acelerar y yo con la mía a vigilar el espacio y defenderlas.

 




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