El planeta perdido.

Criptografía espacial.

  -La confirmación de los del área de propulsión tardará más de media hora en llegar, ya que la cola de la Nix está a 140 kilómetros de monorriel desde aquí.

 

Dice el especialista en propulsión Anuart Vessel replegando su cubilot, hasta que quedó plano para guardarlo como si fuera un teléfono celular, en un bolsillo que traía a la altura del brazo.

 

  -¡Que remedio! –dice Nikita con gesto de fastidio. -Yo me iré a la bahía médica en cuanto arranque la misión; ¡Ya vieron el conteo regresivo, diablos, está avanzando en vez de retroceder!

 

  -¡Tranquila doctora! El conteo será progresivo mientras no alcancemos la velocidad de crucero de la Issledovatel, que viajaba a 500.000 km/h, que fue el promedio que calculó la agencia para que podamos alcanzarlos en 40 años.

 

Le dice Yrlina tratando de tranquilizarla, mientras Melina, Farell y su tío revisaban mapas estelares, haciendo cálculos matemáticos en las pantallas holográficas que respondían a movimientos de sus dedos, manos y voz.

 

  -No podremos acelerar a esa velocidad hasta que pasemos por lo menos el cinturón de Kuiper. –dice Anuart.

 

  -Según el registro de viaje de la Issledovatel entraron a la nube de Oort a 100.000 km/h, velocidad que consideraron segura para detectar, destruir asteroides, esquivar planetas enanos y planetoides durante poco más de 3 meses a partir de este punto, hasta que encontraron espacio vacío a partir de este, lo que nos indica que la nube de Oort en este punto por donde cruzó la Issledovatel, mide más o menos unas 3 unidades astronómicas. –dice Farell mientras señalaba dejando dos marcas virtuales.

 

  -Tienes razón sobrino, pero si seguimos este curso y aceleramos a 1.000.000 km/h, llegaremos a la órbita de Plutón y Caronte cubriendo una distancia de 30 unidades astronómicas en más o menos 1 año.

 

Dice el tío Anuart haciendo cálculos mentales que la computadora confirmó, dando las cifras más exactas en números confirmando la distancia en kilómetros, unidades astronómicas, meses y días.

                        

  -Me parece muy buen tiempo. -dice el navegante confirmando los datos desde otro ordenador.

 

  -¡Identifíquese tripulante! –Le dice Farell con tono autoritario.

 

  -Navegante Ovan Baxten, representante abordo de Los Países Bajos de América, egresado de ingeniería en electrónica, con un doctorado en criptografía espacial de la Universidad Nacional de Asunción.

 

Contesta cuadrándose en un saludo militar con la mano en la frente el jovencito de apenas unos 17 años, 170 cms., cabello negro, tez blanca, complexión media y ojos negros, vestido de uniforme azul celeste con las hombreras en gris y con la bandera de Paraguay en su brazo.

 

  -¿De qué región es nativo? –le pregunta contestándole el saludo.

 

  -¡Asunción, Paraguay, señor! Le decía señor que me parecía muy buen tiempo si seguimos la misma ruta de la astronave rusa pero considerando que nuestra misión es de rescate y no de exploración, podríamos mejorarlo en 1 o 2 unidades astronómicas, si comenzamos a disminuir la velocidad en este punto, y con este curso para evitar el cinturón de Kuiper, que ya fue explorado e investigado por los rusos por lo menos en esta área, y así ingresar directo a la nube de Oort a 100.000 km/h. y de ahí aumentarla o disminuirla.

 

Le dice el jovencito ya sentado otra vez, y proyectando a la vez en holograma, un mapa del sistema solar con los nuevos parámetros.

 

  -Me parece muy exacto el nuevo curso y 2  unidades astronómicas son muy buen ahorro, porque todavía tenemos cientos por delante. –dice Anuart confirmando el curso, vinculándolo con su cubilót. 

 

  -¿Eres especialista en criptografía espacial? ¡Significa que sabes leer y describir lo que nos dice el espacio! Yo entiendo muy bien esa materia pero no soy especialista; ¿Podrías colaborar conmigo? –dice Melina mirándolo a él y a Yrlina como pidiendo la autorización.

 

  -¡Por supuesto! Yo soy la capitana pero tú eres la persona más importante de la misión, y mis órdenes son facilitarte todos los elementos para efectuar el salto espacial, y yo en lo personal estaré encantada de ser la capitana de la primera astronave que logró hacer el primer salto espacial de la historia; ¿Te imaginas? ¡Habrá escuelas, corporaciones, universidades e institutos con nuestros nombres! Tal vez hasta astronaves; ¡Por supuesto que puede colaborar contigo! Navegante Ovan Baxten abandone su puesto en el puente y pónganse a disposición de la especialista de la misión de inmediato.

 

  -Y yo acepto encantado de colaborar con usted, precisamente estudié mi especialidad en criptografía espacial, porque siempre he creído en las teorías del gran Saiph Vessel, que hablaba del lenguaje del universo y para mí sería el más grande honor que tengo, y tendré en toda mi vida el trabajar junto a su nieta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.