El planeta perdido.

El algoritmo Vessel-Navajo.

El conteo regresivo marcaba 80 años, 254 días, 12 horas, 10 minutos, 15 segundos del Jueves 7 de enero del 2219 y el reloj las 12:00 horas, cuando se abrió la puerta del elevador del laboratorio espacial, dándole paso a Nikita y a los tripulantes del puente, el especialista Anuart ya los esperaba tranquilo en sus controles, mientras cada uno se posicionaba en su lugar, excepto Melina que se paró al lado de su hermano Farell.

 

  -Me imagino que ya todos revisaron el historial del viaje, y por lo tanto podremos ahorrarnos los pormenores.

 

  -Permítame especialista Anuart, usted tiene razón y aunque sé que en el centro de mando Quetzalcóatl, ya también deben de tener sus hipótesis e igual le han dado seguimiento a los sistemas de la nave, recuerde que todo lo que sucede en este puente de mando, es transmitido directamente a la Tierra, en vivo y en directo a las televisoras y debemos de seguir el procedimiento. –dice Yrlina.                       -¡Parámetros para el mundo señores!

 

  -Curso establecido en 3, 5, 4 sin corrección de rumbo. –dice Ovan.

 

  -¡Su nombre navegante! Recuerde que ahora nos ven en la Tierra y todas sus colonias, la agencia ha lanzado una convocatoria a todas las universidades, laboratorios del mundo y público en general, para ayudarnos a visualizar los campos gravitatorios, y la A. N. E. E. me ha requerido su presentación oficial a la Tierra y todas sus colonias. –interrumpe Yrlina. - ¡Un saludo para sus fans! 

 

  -¡Navegante Ovan Baxten de los Países Bajos de América, capitán!

 

Dice el muchachito paraguayo, cuadrándose en saludo militar y adelantando su hombro derecho, para hacer más visible su  bandera.

 

  -¡Mariscal de la defensa Jared Farell Vessel, capitana! Reportando bandidos a estribor sin riesgo para el curso.

 

Dice Farell cuadrándose en saludo militar, igual al pie de su consola de controles.

 

  -Anuart Vessel, especialista de propulsión, sin nada que reportar.

 

Dice solo levantando una mano a manera de saludo hacia las cámaras.            

 

  -Zaphiro Melina Vessel, especialista de la misión, soportando los reportes de mis colaboradores.

 

Dice Melina separándose un poco de la consola, para saludar sonriente a las cámaras con uno de sus pulgares hacia arriba, aun luciendo la corona de princesa que le había obsequiado su hermana.

 

  -Doctora Nikita Vessel, mariscal de biotecnología del espacio.

 

Dice la jovencita rubia dando una graciosa vuelta, haciendo lucir el vuelo de su bata de doctora en el centro del puente de mando.

 

  -Les faltaron sus títulos y especialidades, pero en fin, ahí para la otra. –dice Yrlina para cerrar la presentación. -Y su capitana segunda Yrlina María Boucaz, procedamos señores.

 

  -Al ver que durante las últimas horas no hubo corrección de rumbo, por parte del piloto automático en nuestro curso ni bandidos en la costa, ni en curso de colisión y si aún, ni nuestro laboratorio de investigación, ni el del centro de mando espacial, han encontrado la manera de visualizar los campos gravitatorios, propongo atravesar la singularidad para medir sus dimensiones y capacidades, para poder clasificarla y etiquetarla. –dice Melina.

 

  -Eso sería una operación fuera de programa, de alto riesgo y requiere protocolo Omega. –dice Anuart. -Además de la autorización del centro de mando.

 

  -Yo soporto la propuesta. –dice Farell.

 

  -No me acordaba de eso pero tiene razón, ingeniero Anuart. –dice Yrlina. -Si todos soportan la propuesta, entonces solo quedará esperar la autorización del consejo espacial de la Tierra.

 

  -Yo también soporto.

 

Dice Nikita saludando hacia las cámaras, que aunque no participaba en las operaciones, había sido invitada al puente de mando para la presentación oficial para el mundo y sus colonias.

 

  -Pues bien, al ver que todos estamos de acuerdo, siendo las 12:45 horas del Jueves 7 de Enero y con el contador marcando 80 años,  254 días, 9 horas, 10 minutos, 16 segundos, mantenemos parámetros en espera de la resolución del consejo espacial. –dice Yrlina ya para dirigirse a la escalinata.

 

El protocolo Omega era un procedimiento general, que ordenaba tener a toda la tripulación en turno, para desarrollar una operación fuera de programa y de alto riesgo, como era el hecho de investigar una singularidad espacial, como lo era ese campo gravitatorio desconocido, que habían detectado en medio de la nada, sin ningún cuerpo celeste cercano como para adjudicárselo.

 




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