Una teoría llamada esperanza.

Y en la Tierra ya habían pasado más de 24 horas desde que se había perdido el contacto con la Nix, los noticieros de todo el mundo y sus colonias, empezaban sus transmisiones con la última imagen de la tripulación y las palabras de: ¡Vuelve capitana Galaxia! O: ¡Te seguimos esperando princesa Zaphiro! Y fue precisamente cuando estaban pasando la imagen de su hija Melina, con la corona en la cabeza en el inicio de uno de los noticieros del medio día, cuando Yun Navajo trató de despertar a Byron Vessel, que se había quedado dormido en una de las consolas del centro espacial Quetzalcóatl, a la vista de todos los operadores, que respetaban su sentimiento de no saber qué había sucedido con la Nix y sus familiares a bordo.

  -¡Despierte ingeniero Vessel! Que ya es el medio día y ni siquiera ha desayunado algo. –dice Yun pasando una mano por sus hombros. -¡Vamos que tengo una teoría sobre lo que le ha pasado a la Nix!

  -¿Eh, que teoría tiene? –pregunta Byron levantando la cabeza.

  —Anda vamos que en cuanto te la diga te dará ánimos. –dice Yun.

  -Pues que mejor lugar y momento de que me la diga que aquí y ahora. –dice Byron tranquilamente

  -Tal vez y tengas razón pero mejor rompamos los asteroides de hielo, como lo hacen los artilleros de la Nix y háblame de tú, después de todo ya tenemos más de un año trabajando juntos, y te he tomado cierta confianza.

  -Ok señorita Yun, si me estas ofreciendo tu amistad la acepto, después de todo lo malo que me está pasando, no puedo dejar pasar lo bueno; ¿Me puedes decir cuál es la teoría ahora mismo? –pregunta Byron ya de pie acomodándose la ropa.

  -Si claro pero como ya es mediodía y tenemos un par de horas para comer; ¿Qué te parece si vamos a algún restaurant y mientras comemos algo te la platico? ¡Yo tengo mucha hambre!

  -Pues yo no tanto pero tienes razón, mejor vamos a comer algo, porque aquí dando lastimas y sin comer, no le serviré a mis hijas ni a nadie en este mundo, para ayudarlas a encontrar el camino de regreso a casa, después de todo para eso me quedé en la Tierra, mis hijos me hicieron prometerles que no los iba a dejar que estuvieran más de 80 años en el espacio, y menos ahora que a los 7 días de la misión están perdidos.

Dice Byron revisando sus bolsillos en busca de su cubilót, que yacía sobre la consola con poca batería.

  -No tiene suficiente carga así que será mejor que lo enviemos a su centro de carga en tu oficina. –dice Yun manipulándolo y el cubo desapareció volando.

  -Pero lo necesito para pagar la cuenta. –dice Byron.

  -De eso  no te preocupes que esta vez yo invito.

Dice Yun empezando a caminar hacia la salida del centro de operaciones, que ya se estaba quedando vacío.

  -¡Ya vienen en camino!

Dice Irina Ipoh al ver la transmisión del puente de mando de la Nix, y no pudieron evitar reírse un poco cuando tuvo que darse la vuelta.

  -¡Igual a nosotros también nos pudo pasar, después de todo no tenían referencias para saber si se habían pasado o no!

  -A esta hora ya deben de tener ubicada nuestra posición con la señal del transpondedor, y calculo que a esa velocidad tardaran unas 3 semanas en llegar. –dice Romelin.

  -Es perfecto ingeniero y estoy de acuerdo con lo que dijo la chica mexicana, en lo de no meterse al túnel por unas cuantas unidades astronómicas, y mejor meterse por las 1300 de regreso a la Tierra, me imagino que cuando hablan del túnel, se refieren a un agujero de gusano por el cual lograron llegar tan rápido, además debe de ser muy peligroso, porque por eso es que están en reparaciones.

  -Bueno pues creo que tendremos que convocar a toda la tripulación, para que nos ayude a descifrar lo que nos están transmitiendo estos canales, que quien sabe de donde vengan, después de todo tenemos 3 semanas para distraernos averiguándolo, capitana. –dice Romelin. -¿Aun no informa a la F.E.R.D.S sobre estas señales verdad?

  -Aun no porque quise darle su tiempo para rendirles un informe más completo. –contesta Irina. -Y luego recibimos la transmisión de la Nix y se volvió prioridad, pero creo que ya tenemos suficientes datos como para comenzar a redactar un informe y enviárselos.

  -¿Y piensa enviárselo a los americanos?

  -¡Por supuesto que no! Eso ira directo al centro espacial ruso, después de todo es la información más importante, que logramos recabar en todo nuestro viaje, y tal vez sea el descubrimiento del siglo.

  -El descubrimiento del siglo ya lo hicieron los americanos al saltar en el espacio hasta aquí. –dice Romelin. -Y me refiero a los americanos de la Nix.