El planeta perdido.

El náufrago número 35.

El reloj de números electrónicos marcaba las 5:33 horas del jueves 28 de Enero del 2219, y la capitana Irina tomó el auricular de la pared para anunciarle a su tripulación.

 

  -Señores pasajeros, se les comunica que nuestro transporte de regreso a la Tierra, ha llegado adelantado poco más de 40 años y ya no necesitarán sus monitores para verla, ni sus sueños para imaginarla, porque está al alcance visual desde cualquier ventana del lado de la proa y babor de la nave.

 

Anuncio que causó revuelo y alegría a los pocos que pudieron dormir, y los que sí, despertaron sobresaltados para asomarse y aunque fue difícil verla desde cualquier ventana, por el movimiento giratorio del área habitaciónal, los que no la encontraron desde sus habitaciones o pasillos adyacentes, la buscaron desde el comedor y la sala de multimedia, y sí, estaba al alcance de la vista, aunque tan solo era un punto de luces parpadeantes entre las estrellas, como quien ve un avión volando a lo lejos, los 33 tripulantes, incluida la bebé de 3 años y sus padres, se congregaron en la sala de multimedia hasta con sus maletas ya hechas, y un sin número de artículos que tal vez pensaron que iban a necesitar en la Tierra, el pequeño Ivek tenía sus herramientas listas, para empezar a desmantelar su sistema de comunicaciones en cuanto se iniciara la evacuación.

 

  -¡Tranquilos, tranquilos! Todavía faltan más de 24 horas para el rescate, yo tan solo quise que vieran con sus propios ojos esas lucecitas de colores. –dice Irina. –pero igual, es la hora del desayuno y podemos pasar al que tal vez sea el último en esta nave.

 

En la Nix una alarma le avisaba a los oficiales y a algunos tripulantes, la desaceleración de la nave, ya que el objetivo tan solo se encontraba a menos de 1 minuto luz, y ya media docena de potentes reflectores la buscaban en la posición que les indicaban los instrumentos de ubicación.

 

El conteo regresivo indicaba las 7:00 horas del Jueves 28 de Enero del 2219, 40 años, 133 días, 18 horas, 2 minutos y 5 segundos, cuando Yrlina lo miró desde su cabina, y checó los asteriscos de recibido de los oficiales y aunque no era su turno, decidió levantarse para salir de la luz del amanecer del Sol artificial hacia la bahía espacial, para visualizar a la Issledovatel desde donde se pudiera ver el universo, aunque tenía las pantallas de la sala de multimedia para hacerlo.

 

  -¡Enciendan todas sus luces para poder verlos!

 

Le dice Jordan a Irina en comunicación radial directa, ya que el retraso en la comunicación era menor a un minuto.

 

  -Enterado capitán.

 

Contesta Irina desde el puente de mando, algo fastidiada por el giro gravitacional que no le permitía mantener a la Nix en un punto fijo de vista, aunque el monitoreo en la pantalla si era una imagen fija y Romelin Cazarov, ya había activado los reflectores que usaban para iluminar asteroides y cuerpos celestes de los que investigaban, orientándolos en ángulo perpendicular a la nave.

 

  -¡Ahora si los podemos ver a simple vista! –dice Jordan. –Estamos a poco más de 17:00 horas de ustedes.

 

Y los sobrevivientes de la Issledovatel, festejaron otra vez al ver el aumento en la brillantez de las luces de la Nix, que seguía siendo un lejano punto en la distancia, la velocidad de crucero estaba en 1.000.000 de km/h. y Jordan pidió acelerar a 1.500.000 km/h, programando la distancia segura de frenado a 200.000 km. del objetivo.

 

  -Ten listas las águilas, Loret. –le dice Anuart a su ingeniero mecánico.

 

  -Yo creo que bastará con un par de ellas, porque tenemos espacio suficiente en las bodegas como para transportar a los 33 en un solo viaje con todo y maletas. –le contesta Loret Zúñiga.

 

Las águilas eran astronaves remolcadoras con impulsores en la popa y en el lomo, con grandes alas articuladas de 25 metros cada una, extensas y anchas como las de las manta rayas, pero no las utilizaban para volar,  eran utilizadas para abarcar grandes áreas de los asteroides en una especie de abrazo, cuando pretendían capturarlos o desvincularlos para transportarlos, también contaban con ametralladoras y misiles tácticos que solían utilizarse para seccionar asteroides para facilitar su transportación, pero en sí, no eran cazas de combate.

 

  -Con 2 estará bien. –dice Anuart.

 

  -Nos vemos a las 21:00 horas para el abordaje. –dice Jordan.

 

En el centro espacial Quetzalcóatl y en todos los centros espaciales del mundo y sus colonias, le daban el debido seguimiento a las operaciones de rescate, pero con el consecuente atraso de más de 7 días que duraban las comunicaciones.

 

  -En estos momentos, si no han tenido contratiempos, deben de estar haciendo el primer contacto visual con la Issledovatel, y el abordaje será como a la media noche.

 

Dice Byron en una de las conferencias de prensa, que debido a la demanda del público se habían vuelto diarias y necesarias a las 17:00 horas y después de contestar y explicar las varias preguntas que le hacían los reporteros, 2 horas después abordaba el viaxi para irse a su departamento en Árca, como hacia todos los días, pero últimamente acompañado por la bella Yun Navajo.




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