El planeta perdido.

El tercer salto espacial.

¡A la Tierra!

 

El reloj marcaba las 16:35 horas del Viernes 5 de Marzo del 2219, cuando por fin vieron aparecer el universo en sus pantallas, y empezaron a correr el blindaje de los puentes de mando, y las instalaciones en general; Melina que dormitaba en la sala estar del laboratorio espacial volteó hacia atrás para ver a alejarse, lentamente a aquella huracanada, cortina oscura.

 

  -Establece velocidad de crucero segura a 2.000.000 de km/h timonel, con sistema automático de defensa espacial, al personal de la bahía médica les solicito un escaneo de condiciones físicas de cada tripulante, para enviarlos a descanso según sus condiciones, necesito al personal completamente descansado en 24 horas, y a toda la humanidad que nos mira, a través de la televisión del mundo y sus colonias, les comunico que acabamos de dejar atrás un infierno de oscuridad al cual no les recomiendo regresar.

 

Dice Yrlina volteando hacia atrás, haciendo que las cámaras tomaran a la oscuridad de la nebulosa huracanada.

 

  -Eso les llegará hasta dentro de 14 meses, capitana. –dice Anuart mientras comía algo que Irina le había preparado. -Y nosotros llegaremos el domingo.

 

  -Será el dormingo tío, como dice Melina. –dice Farell. -Establezco escaneo automático en alerta amarilla, para poder enviar a dormir a la mitad de mis artilleros y correr un inventario de daños.

 

  -Blindamos puente secundario por operaciones normales en alerta amarilla. –se escucha la voz de Jordan.

 

  -Bahía médica no reporta fatalidades, en un minuto le envió el reporte de heridos. –se escucha la voz de Elijah Vessel.

 

Y así, mientras parte de la tripulación era enviada a descansar, y la otra se dedicaba al recuento de los daños y las reparaciones, terminó ese inolvidable día en la astronave Nix.

 

Y en la Tierra, Byron salía de su conferencia de prensa que cada día era menos concurrida, por la falta de noticias de la misión de rescate, en la que la resignación por tener que esperar mucho tiempo, iba venciendo lentamente al tedio de la espera.

 

  -Yo creo que la siguiente conferencia de prensa me la programas para el Lunes querida, porque ya cada vez viene menos gente.

 

  -Perfecto, pero yo creo que ya para el Lunes tendremos noticias frescas de los muchachos, y esta sala de prensa estará a reventar otra vez. –dice Yun. -¿O acaso ya te olvidaste de la teoría llamada esperanza?

 

  -Esa teoría nunca se me olvidará, pero igual y será hasta el Lunes, porque mañana no tengo ni media de ganas de venir, y pienso pedir uno de mis descansos pendientes.

 

  -Yo diría que nos vamos a reportar enfermos, porque nuestros descansos pendientes los vamos a ocupar la otra semana que tu princesa Zaphiro y los demás Vessel, estén siendo desembarcados de la Nix con la tripulación de la Issledovatel, y los náufragos 34 y 35.

 

Ya eran las 12:00 horas del sábado 13 de Marzo, cuando Irina y Anuart se presentaron a la nueva aula, donde ya había más de 40 personas esperando a la especialista de la misión.

 

  -Yo creo que llegarán más tarde, si gustan regresar después o si gustan esperar.

 

Dice Anuart a los presentes, esperando a que fueran abandonando la sala, pero fue todo lo contrario, en medio de voces, pasos en los pasillos y lejanos tintineos de bicicletas de personas que iban llegando, entre ellos uno que era muy peculiar por ser muy extrovertido, el joven artillero René Villalobos, que llegó derrapando en su bicicleta y bailando a un ritmo de baile electrónico.

 

  -Tenemos los restos de 36 cazas enemigos que fueron derribados, cayendo en la Nix Jefe, y el caza bombardero que capturó el ruso loco ese con el Águila 3, más muchas naves que cayeron en la zona 3 y en la cumbre del volcán que aún no recuperamos.

 

  -Tenemos 12 ciws y  3 erizos que resultaron dañados en la batalla, pero que ya se encuentran en los talleres de mantenimiento para su reparación, además el prisionero ya apagó sus luces, y esta tan muerto como cuando lo capturamos. –dice Loret.

 

  -Te arriesgaste mucho Romelin.

 

Dice Irina después de ver el video de cabina en primera persona del Águila 3, durante la maniobra de captura del bombardero enemigo, en medio de la batalla entre los ciws y los ovoides, mientras veía alejarse a la Nix, para luego escapar de un escuadrón de cazas enemigos sin perder su carga.

 

  -Tal vez, pero era mi deber, para con la federación rusa, aportar otro descubrimiento del siglo para esta misión, además fue un excelente trabajo que a mí me tocó hacer.

 

Y así mientras la tripulación se dedicaba a recuperar los restos de la tecnología enemiga y reparar los daños; Melina y sus navegantes se dedicaban a perfeccionar el salto espacial, calculando el factor exponencial de aceleración, hasta que desarrollaron un algoritmo confiable que solo les faltaba probar.




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