El Planeta Pilar: Pieza Clave Del Poder

Capítulo 2: Aviso Emergente

Universo: Vía Láctea

Planeta: Tierra

Ubicación: Ciudad de México, México

Horario: 23:30 pm

 

Nos encontramos en el parque Las américas, ubicado en la colonia Narvarte Oriente y en la alcaldía Benito Juárez; el lugar cuenta con algunas bancas de fierro y pintadas de verde, aparte de algunos juegos de entretenimiento para niños.

De un segundo al otro se abre un portal, del cual emerge David Ricardo.

El único espectador es un borracho de edad avanzada; el vago se levanta de una banca totalmente confundido, sin soltar su cerveza para nada. Ese vagabundo no ha visto el portal, pero un hombre de cincuenta años acaba de aparecer “mágicamente” de un segundo al otro.

—Uhmmnn, parece que esto me está haciendo daño… o tal vez estoy soñando —expresa el desconocido borracho, prefiriendo acomodarse de nueva cuenta para seguir durmiendo.

—Llegamos en un buon orario, Capo —comenta feliz el consejero siniestro Fiorello Evangelos (*), agregando—. Aunque en esta segunda ocasión no tuvimos problemas con Lozkar (*).

—La primera vez sí que dio pelea, pero cuando lo sacó de la cama solo se había escondido en otro de sus planetas —menciona el consejero diestro, Abihu Édznah (*), con seriedad.

David Ricardo solo mira el suelo con su cara enojada; luego la levanta, dirigiéndole la palabra al jócsolfu maldito.

—¿Y por qué chingados estoy en medio de un parque, cuando debería de estar adentro de mi casa? ¡Si mi esposa se despierta y no me encuentra, va a enloquecer! —grita el hombre sin importarle llamar la atención, aunque el único cercano es el indigente dormido y ebrio. David Ricardo se tranquiliza y empieza por hablar en voz baja—. Ese maldito doppelgänger solo le gusta llamar la atención en todo momento; estaba tan a gusto en mi cama cuando decide hacer sus maldades. Viajo a otro universo solo para descubrir que se estaba escondiendo —dice el humano adulto, añadiendo—. Ni me deja descansar el condenado.

—Qué le vamos a hacer; cosi è la vita. Es el demonio que le tocó cuidar; un costo extra por haber descubierto sus universos predestinados —menciona Fiorello con felicidad.

—Ups. Un error de cálculo. No se preocupe, jefe. Abrimos otro portal de regreso hacia la biblioteca de Azathot y Asthur para que el tiempo se detenga, y luego regresamos directamente a su casa —asevera el tíseim (*) con tranquilidad.

Sin más contratiempos, Abihu y Fiorello abren un portal hacia la segunda dimensión vital. David lo atraviesa, provocando que el tiempo-espacio en el planeta Tierra se detenga completamente. Los dos consejeros siguen al humano, cerrando el portal detrás de ellos.

 

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 Universo: Límites de la Vía Láctea

Ubicación: Gran biblioteca espacio-tiempo

 

Los tres visitantes ahora se encuentran en un sitio exclusivo, pero el humano no tiene nada de ánimos para una visita improvisada.

  —Ahora sí; abriremos un portal directamente hacia adentro de su casa. Perdón jefe, creo que ya también estamos muy cansados esta noche —se disculpa Abihu muy apenado  

—Por lo menos espero no ser molest… —dice David Ricardo, pero una voz cercana le llama.

—Carlos Alberto —expresa la diosa Cóvniem atrás del humano vestido con pijamas.

—¡¿Ahora qué pasó?! —exclama Carlos Alberto ya fastidiado y dándose la vuelta.

—Ginjo es el nuevo vencedor de la gran guerra de la discordia —le informa la misma diosa.

—¿Y? ¿Acaso me tiene que importar? —pregunta el humano desvelado.

—Tu familiar desapareció de forma misteriosa —informa la deidad única y suprema después de realizar una respiración profunda; ese dios bicolor ha estado parado junto a Cóvniem todo este tiempo.

—Uhmmnn. De seguro está haciendo sus planes; asuntos que ya no me tendrían que importar. Detener a esa diosa semi dragona Rei, era el último y único asunto pendiente el cual teníamos que reparar. Mejor me retiro a dormir —dice el escritor malhumorado, caminando hacia el portal abierto; no se da cuenta que Chronos/Caelis niega con su cabeza.

—El dios regente Yahvé nos acaba de avisar que vas a tener grandes problemas contra Lokzar nuevamente; no estamos hablando de los habituales conflictos que has tenido desde hace años con él —asevera la diosa Cóvniem, llamando su atención.

—Será peor que cuando lo tuviste que enfrentar las primeras tres veces, durante tus primeras tres visitas al universo Rómgednar —complementa la deidad única y suprema.

—Un momento, un momento —comenta Carlos Alberto todo perplejo, volteando con ambas deidades—. Acabo de resolver un problema contra él que me tomó varias horas en la segunda dimensión vital, ¿y ahora me dicen que voy a tener broncas mucho peores con ese demonio? Aparte, ¿por qué están usando mi verdadero nombre? Quedamos la vez anterior que tendrían que usar el nombre falso que inventé en mi juventud.

—No solamente vas a tener problemas contra él; también los tendrás con las seis “hermanas” que siempre lo acompañan en su celda —informa la deidad única y suprema con seriedad.

El humano solo se queda pasmado.

—¿Otra batalla royale al viejo estilo? Me flipa esa noticia —opina Abihu muy emocionado.

—Concordo con Manolo. Ya necesitábamos acción estilo vieja escuela —secunda Fiorello.

—De hecho, el que nos ha dicho de usar tu verdadero nombre, ha sido tu misma versión del pasado; él acaba de comunicarse con nosotros —informa alegre la diosa Cóvniem.

El escritor se lleva la mano a la cara, molesto por esa noticia.

—No puedo creer que lo diga otra vez, pero de verdad me odio a mí mismo. No sé qué está tramando mi versión del pasado, pero está cambiando todo —comenta Carlos Alberto ya resignado. 




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