El Planeta Pilar: Pieza Clave Del Poder

Capítulo 7: El Aterrador Poder De Bolt-Ra

Universo: Universo Pilar

Ubicación: Planeta Eris

Año: 2000 A.C.

 

El evento por la lucha para ser reconocidos como dioses malévolos continúa fuertemente en el planeta Eris.

Miles de participantes se han dado a conocer, demostrando sus habilidades; magia, espadas, técnicas especiales de defensa y algunos ases bajo la manga, han sido los factores principales para que muchos participantes salgan victoriosos, o sean derrotados de forma aplastante.

En estos momentos Rudba ha salido victorioso en un encuentro contra un simple demonio, gracias a la capacidad y habilidad que ha ganado en toda su vida; él es un gran veterano de la guerra.

—¡El grupo Pizerg ha vencido! —suena el grito del presentador, generando miles de gritos de aficionados eufóricos.

Rudba sale del cuadrilátero para reunirse con sus demás compañeros, entrando a uno de los pasillos oscuros del edificio.

El pasillo es un túnel con forma de un gran cuadrado, midiendo veinte metros de altura por veinte metros de ancho; algunos participantes han usado estos pasillos para observar a sus oponentes mientras luchan, mejorando sus estrategias para sus combates que comenzarán dentro de varios minutos. El gran campo cuenta con simplemente dos pasillos principales; los dos oponentes pueden salir por el mismo pasillo, o ambos pueden salir al mismo tiempo, pero por pasillos contrarios.

Mientras que Rudba avanza, se da cuenta de la presencia del varón dracónido que se acerca lentamente; no sabe cómo actuar contra ese fuerte oponente que posee un cuerpo bastante musculoso. El varón dracónido se detiene enfrente del rey de los espectros, contemplándolo tranquilamente.

—Rudba, el nuevo dios de los espectros —expresa el dracónido con serenidad.

—Bolt-Ra, el dios supremo de los dragones —dice Rudba, devolviéndole una mirada enojada.

—Escuché que derrotaste al inútil de tu padre de una forma tan patética; no cabe duda que ustedes se divierten con cada estupidez.

—Fue un encuentro digno, donde se llegó a demostrar que una nueva generación acaba de comenzar —informa Rudba, tratando de contener la furia que crece en su interior.

—Si claro; todos piensan en la nueva generación, pero no se dan cuenta que lo más importante es la edad por la gran experiencia ganada. ¿Cuántos años tienes, Rudba? ¿Mil años? ¿Cinco mil años? Yo tengo más de cien mil años.

Un escalofrío recorre la espalda de Rudba por ese dato increíble y por el miedo que siente, hasta que un grito llama su atención.

—¡Seguimos con el evento de poder! ¡Perdón por tardarme un poco, pero una hermosa chica me vino a interrumpir! —anuncia la voz del presentador, ganándose las burlas de los espectadores.

—Lius va a ser el segundo dios más poderoso de todos los universos —presagia Rudba, viendo enojado a Bolt-Ra.

—¿Y? —pregunta ese dracónico, añadiendo—.  Aunque sean los más poderosos de todos los universos, todos ustedes no son nada para mí.

Rudba retrocede un par de pasos, pero se da cuenta que atrás de Bolt-Ra se acerca Lius, quien por lo visto no está nada feliz.

—Deberías de tener más cuidado con lo que dices —dice Rudba con una sonrisa burlona.

Otra vez el presentador interrumpe el momento, dando otro aviso.

—¡El siguiente encuentro va a ser entre Bolt-Ra, el dios de todos los dragones contra Belfegor!

El contendiente mencionado empieza a caminar, pasando tranquilamente a un lado de Rudba, sin percatarse para nada de la presencia de Lius.

—¡Fiuuu! —resopla Rudba; mueve sus manos delante de su rostro, corroborando que están temblando fuertemente.

—¿Te encuentras bien? —inquiere Lius ahora con seriedad.

—Lius, debemos de tener bastante cuidado contra él. Es un enemigo que tiene más años que tú.

—No te preocupes; la edad no lo es todo, sino el conocimiento que has guardado. Podrás tener miles de años, pero quizá no sepas muchas cosas. Dudo mucho que ese…

Aparece otra interrupción.

—¡Derrotado! ¡Bolt-Ra acaba de demostrar que está al rango de los dioses más peligrosos y temidos de todos los universos! —grita el presentador.

Lius y Rudba corren hacia la arena y hacia la plataforma; se supone que la pelea comenzó hace pocos segundos.

Al salir del túnel, los dos amigos pueden observar que todos los espectadores están completamente sorprendidos y estupefactos por lo que acaban de observar; en lo alto de una pared del edificio se encuentra Belfegor, con el cuello completamente dislocado y destrozado por el impacto contra ese muro. Lius dirige su mirada asombrada hacia Belfegor; luego voltea lentamente con Bolt-Ra, quien tiene sus brazos cruzados.

—¡¿Vieron eso?! —exclama un espectador.

—¡Lo envió a volar con su cola y con sus brazos cruzados! —grita una chica entre el público.

En esos momentos, el payaso Paythius Imperatore aparece desde el otro pasillo, contemplando seriamente a Bolt-Ra.

Rudba no sabe qué hacer en ese momento; dirige su mirada hacia su amigo Lius, pero se da cuenta que está estupefacto y asustado. Desde su trono, el demonio más peligroso de todos los universos y sus acompañantes tienen el mismo semblante petrificado provocado por el miedo.

—Jajajaja, veo que él acaba de darse a conocer —comenta un anciano cerca de Satanás, llamando la atención de algunos.

—Monlix (**), parece que ese dracónido está bendecido por alguien más —opina Lucifer completamente asustado; por su parte, el maestro Satanás comienza a observar enojado al dracónido.

—Aunque él sea el más poderoso de todos, no va a ser elegido como uno de mis aprendices —dice Satanás, decidiendo pararse de su sitio mientras que el dracónido se retira del ring circular.

Bolt-Ra camina tranquilamente a un lado de Lius y Rudba, mientras que ambos se quedan callados.




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