El Planeta Pilar: Pieza Clave Del Poder

Capítulo 17: Nhómn no puede luchar / Desapariciones inexplicables

Universo: Zona oscura uno punto cinco

Planeta: Prisión #1984-M-EdM-1609-CASJ (*)

Lugar: Cuartel general del ser creador supremo definitivo del Sur

 

Un portal se abre adentro del edificio de quince pisos de antes, justo en la sala de un departamento junto a la celda donde estaba encerrado Lozkar y sus compañeras. Este hogar tiene menos lujos a comparación de la celda del prisionero fugado, pero es más grande y tiene todo lo básico, incluyendo seis habitaciones espaciosas y dos baños.

En un segundo y por medio de la grieta dimensional abierta, aparecen los compañeros “imaginarios” de Carlos Alberto y sus dos consejeros.

—¿Por qué regresamos aquí? Tenemos que ir a Rómgednar —inquiere Carlitos muy confundido y preocupado.

—Primero hay que organizarnos; también hay que avisarles y ayudarles a los ayudantes de Albert Cathal… aunque a algunos no nos guste dirigirles la palabra —organiza Fiorello Evangelos, mirando a su compañero Abihu con seriedad.

Por su parte, el tíseim responde con una mirada molesta.

—Entonces dividámonos —propone el científico Friedrich, siendo el primero en pedir su destino—. Yo iré con Nhómn Beleg (*) al planeta Monsílut (*); a la ciudad 18-A (*).

—Yo iré al planeta Sepnaru (*); tengo que ir al estado de Chihuahua con mi charalilla y mis hijos —dice Francisco.

—También quiero ir a ese planeta, exactamente al estado de Querétaro; mi hermano mayor Desmond (*) y su novia viven ahí —comparte Enmaru.

—Si tienen tiempo de sobra, les encargo mucho que visiten a mis hijos y nietos en la ciudad de México; avísenles de esto y que se pongan a salvo —les pide el doctor Friedrich a sus dos compañeros.

—Haremos lo posible, compadre —le responde Francisco, colocando una mano sobre su hombro.

—Muy bien; les ayudaremos a moverse más rápido abriendo portales, ustedes solo cierren los ojos y llámennos con su pensamiento. Cuando acaben de dar las noticias y estén preparados los transportaremos a Pérsua Ifpabe; ahí es donde todos esperaremos las amenazas —informa Abihu Édznah.  

Los dos consejeros abren un portal, permitiendo que el doctor se vaya primero; luego abren otro para Francisco y Carlitos.

—Parece que nosotros tendremos los trabajos más pesanti, ¿no lo crees, Manolo? —le pregunta Fiorello a Édznah, mostrando una gran sonrisa.

—No me rayes, Toribio; no me rayes. El problemón está muy chungo. Ya hay que pirarnos para llegar a tiempo —expresa molesto Abihu.

Ambos consejeros abren un portal directo al planeta Pérsua Ifpabe.

—Solo recuerda no lastimar a mi orsetta di peluche; ella nos puede ayudar bastante —le dice Fiorello a su mejor amigo con seriedad.

—¿Qué hay de tus críos? Ellos también pueden echarnos la mano —opina Abihu.

—Podrían, pero eso ya es decisión de mi ragazza —responde Fiorello tranquilamente.

—Entonces ya partamos. A tomar por culo, macho —expresa Abihu después de un resoplido de resignación.

Sin más tiempo que perder, los dos consejeros atraviesan el portal abierto.

 

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Universo: Rómgednar

Planeta: Monsílut

Lugar: Ciudad 18-A

 

Al igual que en la mayoría del astro, la ciudad altamente tecnológica se encuentra sumida en el caos total. Los diferentes tipos de habitantes (incluyendo robots y androides) corren por todos lados, robando tiendas departamentales y otros negocios.

Friedrich corre en medio del pandemonio de alrededor.

Los policías están sobrepasados en número, pero de todas maneras tratan de restaurar el orden. Uno de esos oficiales trata de arrestar al científico Friedrich Manuel, pero el anciano demuestra su gran poder de hechicero póbuf (*). El doctor concentra una gran cantidad de energía eléctrica en su brazo y mano izquierda, golpeando con ese puño al policía que lo ha detenido, dejándolo inconsciente. 

El útbermin (*) (Friedrich) de la tercera edad sigue su camino, mientras que una piedra azul aparece flotando sobre uno de sus hombros. Pensando rápido, Manuel invoca un caballo compuesto enteramente de electricidad; el animal salvaje tiene la apariencia de un caballo de verdad, aunque brilla con una luz azul. El hechicero monta sobre su compañero equino, avanzando más velozmente.

En pocos minutos llega a un alto edificio departamental. Algo curioso, es que toda la construcción futurista está protegido por un escudo protector de plasma.

—El maldito edificio activó sus defensas; tendré que entrar por la fuerza —dice Friedrich al tanto que desmonta del caballo; momentos después, ese animal se convierte en electricidad, la cual se introduce en la piedra flotante que sigue al doctor.

Manuel acerca sus manos hacia ese escudo visible semi brillante, conformado por placas transparentes hexagonales unidas entre sí; sus manos sienten ese escudo como si fuera vidrio o acrílico grueso, pero en realidad es un tipo de energía llamada plasma. Él se empieza a concentrar, provocando que su cuerpo empiece a generar una enorme cantidad de electricidad, la cual recorre una parte del escudo, para luego entrar y llegar al mismo edificio inteligente.

Al segundo siguiente el escudo desaparece, permitiéndole al útbermin llegar al mimo recibidor del edificio; nuevamente se encuentra con otros oficiales que intentan detenerlo, pero él les informa que es amigo de uno de los residentes de los departamentos, quien resulta ser uno de los más importantes de la ciudad. 

Los oficiales escoltan al intruso con la recepcionista del lugar, para confirmar esa supuesta amistad; entre tanto, uno de los policías privados vuelve a levantar el escudo de energía. La androide recepcionista realiza una video-llamada al departamento indicado, preguntando a los inquilinos si conocen a un tal científico Friedrich Manuel; ellos dicen que sí.




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