Universo: Eifell
Ubicación: Frontera entre Reino Glotlandian y Reino Alkabania
Dos fuertes enfrentamientos se están llevando a cabo en las fronteras de los reinos Glotlandian y Alkabania.
Miles de barcos por parte del reino Yitian y Zilanian se dirigen hacia el reino atacado para apoyarlos; las naves disparan sus cañones contra los enemigos misteriosos a lo lejos: criaturas de tipo serpiente, acompañados de extrañas criaturas malévolas; el único que ha logrado observar demonios es Rislek.
—¡Sigan atacando! —ordena Ókinam entre las líneas de la retaguardia, observando a su ejército avanzar contra sus enemigos.
Hay bajas por parte del ejército invasor, sobre todo en las primeras líneas de ataque. Los demonios del infierno son más débiles y vulnerables; los soldados de Ginjo son los más resistentes, mientras que los espectros de Ókinam solo pueden derrotados con magia. En cambio, las pérdidas del contingente defensor son mucho más altas, aumentando demasiado a cada segundo. El armamento más peligroso para el ejército de la reina élfa infernal, son los proyectiles disparados por los barcos enemigos, eliminando a muchas tropas con cada explosión que provocan.
Ókinam decide esperar el momento ideal para poder contraatacar, usando exclusivamente su poder mágico.
Desde el otro lado de la batalla, en la frontera del reino Alkabania, Rislek y Talak luchan contra varios enemigos tipo serpiente.
El capitán que recién retornó maniobra ágilmente sus dos trabucos contra sus enemigos, disparando rápidamente; por otro lado, Talak invoca una esfera de fuego para calcinar a varios enemigos. Muy pronto esos dos guerreros llaman la atención de los invasores; ellos son más fuertes a comparación de sus demás aliados.
Varios ejércitos por parte de Rislek luchan con todas sus fuerzas contra el ejército invasor; siguen soportando los ataques, pero se dan cuenta que su enemigo los supera.
—¡Necesitamos activar el arma secreta! —exclama Talak entre que se defiende.
—¡¿Cuál arma?! —inquiere confundido Rislek, protegiéndose atrás de una mesa de fierro mientras se prepara para seguir disparando.
No recibe la respuesta por parte de su compañero, aunque logra ver que Talak dirige su mirada hacia otra ave antropomorfa; esa compañera plumífera intercambia miradas con el sabio, entendiendo su mensaje y empezando a volar hacia otra dirección.
Muchos, metros lejos la reina Ókinam se percata de este hecho inusual; pero mejor decide enfocarse en los insignificantes enemigos que tiene cerca. El reino Glotlandian sigue luchando con todas sus fuerzas.
—¡Sométanse ante el dominio de Ginjo! —grita Ókinam, incentivando a todos sus soldados; eso funciona, porque ellos luchan con más fiereza, añadiendo—. ¡Todos ellos son débiles, no dej…
La general se queda callada en esos momentos; algo le está llamando la atención.
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Universo: Mistral
Ubicación: Antiguo Reino Ursorcano
(Momentos en que Ókinam y sus soldados comenzaron con sus ataques).
Después de haber sido cegada por un fuerte resplandor, Aris abre sus ojos y da un vistazo alrededor. En lugar de estar cerca de ese reino desconocido, ahora se encuentra en medio de un desierto que cuenta con algunas palmeras. En un segundo vistazo, descubre al frente varias tropas por parte del reino Indova, las cuales se acercan contra ellos al tanto que dan fuertes gritos de guerra.
—¿Qué fue lo que hicieron esos desgraciados? —pregunta en voz baja Aris, preparándose para el combate junto con todo su ejército.
—¡Por la retaguardia! —avisa un guerrero serpiente.
—¡Tenemos enemigos por todas partes, nos acaban de enviar a una emboscada! —grita otro soldado reptiliano.
A lo lejos, Anatema invoca un hechizo en el cielo, provocando una lluvia de miles de rocas incandescentes contra ellos; Milagrosamente un guerrero serpiente invoca un gran escudo para salvar a todo el ejército, mientras que Aris se salva a sí misma con ayuda de sus cadenas, formando otro escudo sobre ella. Ella se empieza a preocupar y asustar.
—¡Necesitamos ayuda! —grita un soldado serpiente a un lado de la general Aris.
La demonio cilnlumoit invoca un hechizo con sus manos para que empiecen a producir una gran cantidad de energía negra (energía rupmohe); luego, dirige esa energía hacia su cabeza.
—¡Necesitamos ayuda! —grita Aris concentrándose en sus compañeros de equipo.
Al segundo siguiente prepara su naginata y las cadenas negras vivientes se separan, deshaciendo el escudo. En el cielo lejano se acercan muchos dirigibles, aparte de los soldados en tierra, liderados por Filip, Lucy y Néstor entre otros.
En esos momentos, dos voces se reúnen en la mente de Aris.
«Maldita sea», suena la voz de Ókinam.
«Excelente, parece que tendré un poco de diversión en otro lado», celebra Paythius Imperatore.
Un segundo después un portal aparece a pocos metros de ella, apareciendo el payaso; a pesar de que ha venido para ayudar, Aris le lanza una mirada enojada.
—No se preocupe mi estimada lady; ya llegó por quien lloraban —asevera feliz Paythius Imperatore comenzando a marchar hacia el frente; atrás de él, lo vienen siguiendo las tropas de Ginjo que él tiene a cargo.
Otro portal aparece en esos momentos, emergiendo muy enojada la reina Ókinam junto con sus tropas.
Tal parece que estaba en un combate importante.
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(Minutos antes)
Varios soldados se dan cuenta que su líder Ókinam está callada y distraída, notándose que su ceño se frunce y aprieta los dientes.