El Planeta Pilar: Pieza Clave Del Poder

Capítulo 50: La Gran Guerra

Universo: Vía Láctea

Planeta: Tierra cuatrocientos treinta y uno punto cero. (Tierra falsa)

Lugar: San Pedro Cholula, Puebla, México

 

Dos grandes bandos se enfrentan fuertemente entre sí, miles de guerreros serpientes están luchando en tierra con la desventaja de ser bombardeados constantemente por dirigibles.

Sumando a los defensores provenientes del universo Mistral, hay otra clase de soldados esparcidos por el campo de batalla. Seres humanoides compuestos de una especie de cristal violeta (energía nema), también hay animales salvajes compuestos enteramente de electricidad (fhiesperns), aparte  de golems de hielo y piedra de dos metros de alto. Todos luchan contra sus oponentes sin mostrar compasión.

Por el bando de las serpientes, ellos tienen el apoyo de miles de búpsoefs menores; bestías salvajes humanoides negras, cubiertas completamente con escamas bastante resistentes. Hay felinos, reptiles y cánidos. No portan ningún arma; sus grandes colmillos y garras pueden hacer un trabajo igual de mortífero que las armas filosas de los soldados de Ginjo. La matriarca coeflhom los invoca en pocos segundos.

—Al fin, estamos en el universo más importante —expresa Lozkar muy feliz, escondido en una de las casas abandonadas—. Apenas unos pocos momentos y ya han destruido los primeros edificios; esta batalla será brutal —comenta él en voz baja al tanto que busca a su nemesis principal.

 

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—Malditos. ¡Malditos! —exclama Ginjo.

El dios serpiente sale corriendo a toda velocidad contra sus enemigos, olvidándose de sus tres compañeras; Paythius Imperatore hace lo mismo, sin decirles nada a las tres secuaces.

—¡De verdad que ese payaso está furioso por haber sido engañado tan facilmente! ¡De seguro el otro dios Ginjo está igual de enojado! —grita Sophi en tono burlón.

—Déjalos; que se desquiten con los enemigos. Ojalá y nos dejen divertirnos con nuestras parejas, pero hay que moverse para ganarle y enfrentarlos primero —es lo que le dice su hermana mayor Aris con alegría.

Aleryd solo asiente con la cabeza.

Las tres chicas empiezan por atacar al ejército, buscando a Carlitos, a Fiorello y a Édznah.

Mientras el caos se va expandiendo, en el cielo se abren varios portales de forma repentina, emergiendo de los mismos cientos de miles de demonios infernales.

—¡Esto no me lo esperaba! ¡Jajajaja! ¡El ejército de mi padre nos ayudará! —comenta Ókinam con alegría; ella se encuentra al otro lado de la ciudad.

Esos soldados demoniacos de diferentes razas están semidesnudos. Las tropas del averno aterrizan, junto con generales y otros seres importantes, como Belcebú (*).

—¡Todos apoyen a Ginjo, es una orden! —ordena ese demonio en particular.

Al tanto que todos obedecen, Ókinam se acerca con él.

—Belcebú, ¿sucedió algo? —inquiere confundida ella.

—Ordenes de tu padre; todos los generales más poderosos debemos ayudar a Ginjo en la conquista del planeta pilar. ¡Todos marchen! —responde Belcebú; corre hacia los enemigos para apresurar la conquista.

—¡Tenemos el apoyo de todos los generales demonios! ¡Aprovechemos la oportunidad! —grita Rebeca al tanto que usa sus propulsores y vuela directamente al campo de batalla.

—¡A la guerra! —ordena Ókinam antes de seguir a la androide.

«Llegó la hora de divertirnos, jejeje», piensa Réum Slee, siendo la siguiente en correr para ayudar.

 

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Universo: Vía Lactea

Ubicación: Urano

En este planeta en particular se encuentra un gran ejército, conformado por más de cinco millones de tropas celestiales de diferentes estatus: ángeles guerreros, arcángeles, minotauros y elefantauros, entre otros. Todos ellos son inmunes a los gases toxicos del planeta, gracias a un hechizo especial que invocó Yahvé.

Gracias al color característico azul-verdoso del astro, todos se pueden ocultar de posibles amenazas.

—¡Ginjo acaba de llegar al falso planeta! —exclama Cóvniem, acompañada por la deidad única y suprema, Yahvé, el arcángel miguel, Hastur, Azathot entre otros generales más.

—Perfecto. ¡Todos marchen hacia la guerra! —ordena Yahvé, abriendo al segundo siguiente un gran portal cerca de ellos.

—¡Protejan a los ciudadanos del planeta Mistral! —ordena Hastur mientras se adentra en la grieta dimensional; detrás de él le sigue su hermano Azathot y miles de tropas.

El resto también entran aprisa.

 

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Universo: Vía Láctea

Planeta: Tierra cuatrocientos treinta y uno punto cero. (Tierra falsa)

 

Ginjo ataca furioso a varios enemigos; la torre de la discordia del universo Nyberg era un edificio que él amaba, así que ha sido un golpe muy bajo para él. Solo está enfocado en asesinar.

Por otra parte, Paythius se está divirtiendo al acabar con la vida de varios soldados menores.

La ira del dios serpiente mengua de poco en poco; los enemigos de alrededor no representan ningún desafío para él.

De un instante al otro, percibe una extraña energía que proviene de arriba; voltea hacia esa dirección, descubriendo al arcángel Miguel emerger a través de un gran portal, junto con varias tropas angelicales y otros seres benevolos.

—¡Jajajaja! ¡Ya llegaron! —exclama feliz Belcebú, añadiendo tranquilamente—. Todos los generales más poderosos han decidido intervenir para salvar el planeta Pilar.

Ginjo también sonríe mientras el arcángel miguel aterriza cerca, asesinando a varias tropas demoníacas sin ningún problema.




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