El Planeta Pilar: Pieza Clave Del Poder

Capítulo 63: Último Favor

Universo: Vía Láctea

Planeta: Tierra cuatrocientos treinta y uno punto cero. (Tierra falsa)

Lugar: Ciudad costera de Palma, isla Baleares, Archipiélago de España

 

Bolt-Ra observa seriamente a dos ejércitos que lo ven asombrados. Al dar un vistazo, encuentra a Lius cerca de cuatro heridos: Ginjo, Reum Slee, Lozkar y Ókinam. Poco a poco ambos ejércitos se van juntando, totalmente olvidando que momentos antes se encontraban en plena guerra; se acercan a la orilla del malecón, muy interesados en el guerrero desconocido.

«Insignificantes criatur… », medita Bolt-Ra en silencio, notando que Rei aterriza enfrente de él.

La diosa de los dragones se queda asombrada; es la primera vez que observa a un dios dragón mucho más fuerte que ella.

«¿Quién es él?», se pregunta mentalmente Rei, al mismo tiempo que ambos parias intercambian miradas.

«Uhmmnn. Nunca la había visto», piensa Bolt-Ra por unos momentos, antes de prestar atención por otro lado.

 

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En otro punto de la ciudad, los equipos de Carlos Alberto y Albert Cathal se reúnen en una de las calles destruidas; ellos han capturado a dos de sus archienemigas: la androide Rebeca y a la demonio Aleryd. Con la ayuda del agua y el hielo de ambos líderes, esas enemigas habían sido inmovilizadas poco tiempo atrás.

—¿Ahora qué hacemos? —le pregunta Francisco a sus demás compañeros, todo confundido.

—No lo sé. Carlos y Albert están allá, pero la guerra se ha detenido de golpe —comenta Assyla parada junto a su padre Ábihu, señalando a los dos jefes de equipo que se encuentran varios metros lejos.

—Acaba de llegar muy poderoso, pero nadie sabe a cual bando pertenece —informa Nhómn Beleg con seriedad.

Entre tanto, Carlos y Albert miran asombrados al ser desconocido que acaba de aparecer; al parecer, ese tipo voltea directamente con él. De un segundo al otro, El Gitano Blanco escucha una voz masculina en su cabeza.

«Tú debes ser el jefe de mi hermano dragón legendario; él me pidió ayuda para debilitar a tus némesis. Ya lo hice, así que sacalos de mi camino para que no me estorben más de la cuenta», asevera esa voz, la cual pertenece a Bolt-Ra.  

Entendiendo el mensaje, Carlos le habla a Cathal, pidiéndole ayuda para alejar a Lozkar, a Ókinam y a Réum Slee de Ginjo y del payaso, aprovechando que están muy débiles. Los dos gitanos invocan a varios golems para hacer el trabajo.

Esos golems y sus amos se retiran, regresando con el resto de los compañeros de equipo; sin nada de problemas, Carlos y Albert usan sus elementos para inmovilizar a Lozkar y Ókinam.

—¿Qué hacemos con Réum? ¿La salvamos? —inquiere Nila Oleim con seriedad.

—¿Que clase de pregunta es esa? Por supuesto que hay que salvarla —menciona El Gitano Blanco con seriedad.

Todos voltean con Albert y Yev-Lirn, quienes están en desacuerdo, pero ellos no dicen nada.

A petición de Carlos Alberto, Abihu Édznah usa sus energías rupmohe mejoradas para curar a Réum Slee, antes de aprisionarla también.

—Bueno, parece que ya acabó la guerra. ¿Nos retiramos o nos quedamos? —inquiere el científico Friedrich.

—Pero falta mi colega Toribio, ¿dónde está? —interrumpe Abihu.

—También falta mi compañera Akuris y dos de las enemigas: las hermanas Sophi y Aris —agrega el jócsolfu Yev-Lirn.

—También Carlitos está desaparecido —menciona Ariadna, dando un vistazo alrededor.

—Uhmmnn. Esos cinco tienen una amistad especial. En mi opinión es mejor esperar unos momentos; se acercarán con nosotros sin la necesidad de buscar —opina la nigromante Lindalë muy sonriente.

—Es mejor esperar. Con ese nuevo guerrero que acaba de aparecer, es mejor permanecer atentos y ayudar si es necesario —comenta El Gitano Blanco muy seriamente.

La atención de ambos equipos regresa a todos los soldados y generales diseminados en el campo de batalla.

 

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Entre tanto, Melraim y sus demás amigos corren hacia otros compañeros.

—Debo cumplir con mi destino —dice en voz baja Melraim, deteniéndose cerca de Ginjo sin que él se de cuenta. El dios serpiente está ocupado por la intervención del nuevo visitante.

—¡Maldita sea! ¿Quién es él? —pregunta Ginjo en voz baja, presintiendo que se trata de alguien bastante peligroso.

—Es Bolt-Ra… Necesi… —menciona Lozkar, para luego vomitar algo de sangre.

«¡Es imposible! ¡Nunca lo liberamos!», piensa Ginjo bastante sorprendido, percatándose que ese dracónico lo observa seriamente.

Melraim divisa a lo lejos que Rislek se acerca corriendo hacia ellos; ambas miradas se enfocan entre sí, ignorando completamente a los dos ejércitos que rodean a Bolt-Ra.

«Espero que nunca sea utilizado contra ti», recuerda Melraim la voz de Rislek cuando le regaló su nuevo medallón.

«Rislek; cuando se presente el momento, solamente vamos a tener una sola oportunidad. Por favor, no falles», suena la voz de Melraim dentro de Rislek, generando un recuerdo.

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(Escena retrospectiva)

Universo: Desconocido

Ubicación: Desconocida.

(Momento en que Rislek se acaba de unir a las tropas de Melraim)

Rislek observa detenidamente el medallón extraño que Melraim le acaba de regalar hace pocas horas (*); no entiende para que sirve realmente, pero se da cuenta que el extraño objeto desprende una energía mágica bastante fuerte.

Afortunadamente para Rislek, los demás tripulantes se enfocan en sus labores, no prestándole atención para que se vaya familiarizando poco a poco.




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