Capítulo 65: Sacrificio

—¡Es nuestra oportunidad! —grita Nockmon, corriendo hacia Ginjo y empujando a cualquiera que estorbe en su camino.

Todos sus compañeros dan un fuerte grito de guerra al tanto que se abalanzan contra un Ginjo asustado.

«¡Maldición! ¡¿Cómo es posible que ellos tengan mi fuerza, si bebí la pócima de la discordia?!», piensa el dios serpiente, mirando a los enemigosque se acercan.

Nockmon lanza derechazo contra la mejilla de Ginjo, enviándolo hacia el suelo; al segundo siguiente llegan Sayoko y Kirika, quienes le siguen castigando con un fuerte puñetazo combinado contra su abdomen. El enemigo cae de rodillas, mientras que Rudba se acerca a gran velocidad para rematarlo con una fuerte patada en su cabeza.

«¡Maldición, no puedo…», susurra Ginjo, dándose cuenta que sus manos son perforadas por varias pequeñas balas.

—¡Ahora! —grita Nanako.

Gwen se acerca e invoca una pequeña esfera de color oscuro que penetra el cuerpo de su oponente.

—Maldita… —dice furioso el dios serpiente; en un parpadeo, siente que su cuerpo está bastante pesado.

—Lo dice aquel que la traicionó —menciona Marie, acercándose contra él a gran velocidad mientras que invoca una espada de fuego, dirigiéndola contra todo el cuerpo del oponente. Ella lanza varios ataques en poco tiempo, entre que Melraim y sus amigos se acercan rápidamente.

—¡Es nuestro momento! —exclama Melraim.

Los demás logran escucharlo, distrayéndose mientras que Micpsy se acerca a gran velocidad con su hermano para abrazarlo. Este suceso deja bastante sorprendido a Ginjo, ya que no puede recuperarse.

—Hola hermano, ¿listo para morir? —inquiere Micpsy al mismo tiempo que le sonríe, sujetando con sus serpientes a su hermano mayor para que no se pueda mover, dándole tiempo a Melraim para que invoque un gran portal y desaparecerlos a ambos.

—¡¿Melraim?! —inquiere Lius; el dueño del medallón voltea a verlo con una sonrisa.

—Llegó la hora de que ustedes dejen el trabajo a los más indicados —informa él, desapareciendo junto con todos sus amigos de forma misteriosa.

Todos los dioses malévolos se detienen, observando enojados el lugar donde se encontraba Ginjo.

Lius voltea hacia su alrededor, confundido; Nanako, Gwen y Marie fueron las únicas chicas que atacaron al enemigo en común. Al continuar con su búsqueda encuentra a Rei, completamente confusa y en las nubes (en sentido figurado) al tanto que mira el cielo.

Segundos después se da cuenta que un extraño portal se abre y se cierra intantaneamente a lo lejos.

—¡Maldita sea! ¡Tanto entrenamiento y todo para nada! —grita enojado Lius, volteando hacia el suelo. Esto llama la atención de sus amigos.

—No logro sentir su energía mágica, eso quiere decir que están en una dimensión prohibida —informa Sayoko mientras que Kirika, enojada, cierra sus ojos.

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(Momentos en que Melraim desaparece junto con sus amigos)

«Llegó el momento, Rislek», suena la voz de Melraim dentro de la mente de Rislek, mientras que él se acerca corriendo a gran velocidad hacia ellos, pero un gran portal se abre repentinamente, para cerrarse a los pocos segundos delante de ambos ejércitos.

—¡Maldición! —grita Rislek, dirigiendo su medallón hacia el frente para abrir un portal.

El nuevo portal se abre y él lo atraviesa, sin darse cuenta que Chloe le sigue desde atrás; el portal se cierra segundos después de que Chloe lo atraviesa.

—¡Logró alcanzarlo! —expresa Reona, parada junto a Matilda y Dark Death.

—Bueno Chloe, nuestro trabajo ha finalizado contigo —susurra Matilda, dándose cuenta que Ginjo ha desaparecido junto con todos ellos, añadiendo—. Espero que encuentren una solución.

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Universo: Desconocido

Ubicación: Desconocida.

En un nuevo paisaje, conformado por dunas arenosas de color blanco, se abre repentinamente un gran portal, apareciendo Micpsy y Ginjo. Ambos caen pesadamente; Micpsy no suelta a su hermano para nada, a pesar de que él se levanta completamente adolorido.

Entre tanto, Melraim y sus demás amigos emergen a través de otro portal.

—¡No lo sueltes! —grita Gentsay, invocando un hechizo de cadenas de elemento fuego contra ambos familiares.

—Jejeje, nanana. Hermana, eres bastante débil e incompetente —comenta Ginjo en tono burlón, comenzando a librarse poco a poco del agarre de las serpientes, pero es interrumpido por el hechicero Exa, quien usa sus brazos para inmovilizar a los dos hermanos.

—¡Los hechizos no están funcionando, pero sujetar su cuerpo para no dejarlo libre sí está funcionando! —grita Exa; ahora Alkahan se acerca.

—¡Pyramid of Entes! —brama Alkahan, creando una gran pirámide de cristal alrededor de ellos, mientras que Gentsay y él lo atraviesan.

—¡Iron Body! —exclama Gentsay, invocando su hechizo contra todos sus compañerso; Alkahan también ayuda, sujetando el cuerpo de Ginjo desde las rodillas.

—¡Necesitamos ganar tiempo, Melraim! —expresa Cefy en voz alta, invocando con ayuda de su mano derecha una gran cantidad de agua, congelando el cuerpo de todos sus compañeros y enemigo.

—¡No se rindan! —ordena Melraim, dirigiendo su medallón contra todos sus compañeros al tanto que Naly invoca un extraño libro de color azul brilloso.

—Hermanos… realmente me hubiera gustado estar con ustedes —dice Naly con melancolía.

Su cuerpo empieza a desvanecerse lentamente, convirtiéndose en una extraña aura de color rojiza; inmediatamente después esa aura se dirige contra el dios serpiente, introduciéndose dentro de su cuerpo.

—¡No podremos soportar más tiempo! —grita Exa.