El Planeta Pilar: Pieza Clave Del Poder

Capítulo 76 La dimensión REM

Universo: Vía Láctea

Planeta: Ninguno.

Lugar: Noveno circulo del infierno menor

(Momentos en que acaba la guerra en el planeta falso)

Ymn, sus tres esposas y Satanachia llegan al salón del trono de Lucifer.

—Uhmmnn. Este sitio es muy parecido a los aposentos principales de mi amo Satanás, pero mucho más simple y con menos muebles —comenta Satanachia al tanto que da un vistazo alrededor, encontrando un trono dorado y una cómoda cama tamaño King Size.

—Sí, me basé un poco en su habitación principal cuando construí el noveno circulo —menciona Lucifer con seriedad, acomodándose en su trono macizo ablandado con varios cojines suaves—. ¿Pueden compartirme el plan que llevarán a cabo? ¿Puedo saber quien es ese hechicero que piensan visitar?

—Lo sentimos, lord Lucifer, pero esta es una misión sumamente importante; no podemos compartir ningún detalle extra con las personas equivocadas. Nos retiramos; no tenemos mucho tiempo disponible —interpone el hechicero Ymn seriamente.

Los visitantes se despiden y marchan, encaminándose hacia un barranco cercano; todos usan sus habilidades innatas para volar y descender al fondo del acantilado, ya sea con magia o con ayuda de sus alas. Ahora solo tienen que recorrer un sendero más simple, hasta que salen de una cueva y una alta montaña; los aventureros por fin respiran algo de aire fresco, por lo que deciden estirar su cuerpo y disfrutar de este ambiente revitalizante. No muy lejos de ahí, a varios metros de distancia, se encuentra un mar junto con tranquilas olas que rompen en la orilla.

—Es hora de vis… —dice Ymn, pero una voz masculina lo interrumpe.

—¡Espera hechicero, espera! Cambio de planes; ha ocurrido un golpe de suerte —menciona un sujeto misterioso, escondido junto a un árbol frondoso cercano.

El grupo voltea con el hombre misterioso. Al parecer se trata de un aventurero medieval que usa ropa negra; la mayoría de su cuerpo está cubierto con una larga capa color gris claro; una capucha cubre completamente su cabeza, ocultando perfectamente su identidad. Lo que ellos alcanzan a distinguir es una túnica corta negra, unos pantalones negros y unas botas altas cafés oscuro; parte de los brazos al descubierto, muestran que la piel del sujeto es de color blanca. Los accesorios (brazaletes anchos y un par de cinturones) están elaborados con cuero café claro, adornados con un relieve floral elaborado en bajo relieve; las hebillas de los dos cinturones son de oro puro.

—¡¿Otro cambio de planes?! ¡¿En serio?! Ademas, ¿por qué te apareces personalmente? Estás arriesgando demasiado la misión que nos encomendaste; con solo usar tu voz omnipresente hubiera sido más que suficiente —le regaña Ymn con voz adusta.

—No importa; «ella» está demasiado ocupada en otros asuntos. Esto es lo mejor que nos pudo haber pasado, y sinceramente también fue un error de cálculos mío —reconoce el compañero misterioso con algo de pena, añadiendo al final—. La enemiga esperará un evento especial, así que tenemos varios meses de ventaja.

—Pero en ese caso, es mejor seguir con el plan; si logramos atacarla antes de tiempo, será más fácil derrotarla. Yo podré hacerme cargo de ella cuando me fortalezca —opina la dracónica Defómik confiadamente, acercándose un par de pasos con el desconocido.

 

—Tu participación es importante, pero no lograrás inclinar la balanza lo suficiente para ganar; ninguno de ustedes obtendrá la victoria, sin la ayuda del caballero creador y del hechicero definitivo; especialmente, no ganarán sin la participación de los tres posibles herederos. Los dos seres creadores están cansados por la reciente guerra, así que es mejor esperar a que recuperen toda su energía.

»Lo que haremos, será enfocarnos en los tres seres creadores que todavía no descubren sus talentos; entrenarlos para que puedan mínimo defenderse. Ya no tendremos que forzarlos a participar; tenemos tiempo de sobra para advertirles de los peligros que se acercan —comenta el sujeto encapuchado, realizando diferentes ademanes con sus manos, para luego dirigirse con la diosa dragona—. La travesía para que logres reclamar tus nuevas fortalezas es muy sencilla en realidad, así que no habrá problema si realizan ese viaje en el momento adecuado, que es poco antes del combate final en contra de esa Christine maligna.

—¿Y cómo entrenaremos a esos jovencitos? Podemos visitarlos personalmente, pero eso creará más problemas.

»Ellos tienen prohibido atravesar la segunda dimensión vital y llegar a la realidad absoluta; si lo hacen, Yahvé o Lucifer tendrán que intervenir —expresa Satanachia al tanto que señala a sus acompañantes, aclarando al final—. Yo puedo llegar al plano espectral de la dimensión de la realidad, pero no creo que eso ayude; empeoraría la situación y la familia entera llamará a un exorcista o un sacerdote para ahuyentarme.

—Hay otra opción más… sutil y efectiva —menciona el desconocido con alegría, para luego dirigirse con el libro viviente que flota en el aire—. «Abigor», llama a tu hermana y pídele permiso para entrar a la dimensión REM; entrenen a esos pequeños en las noches y enséñenles lo indispensable. Tenemos el tiempo contado para mejorar sus habilidades, así que asegúrense de que cada sueño valga la pena. Volveré a comunicarme con ustedes cuando sea el momento de la batalla final.

Hecha la advertencia, el hombre misterioso abre un portal y se marcha sin siquiera despedirse.

—¿Dimensión REM? ¿Qué es la dimensión REM? —inquiere Defómik demasiado confundida, al tanto que el portal cercano se cierra.

—Es una dimensión intermedia entre las dos realidades principales; pero pocos son los que pueden entrar sin el consentimiento de las deidades regentes de la Tierra. Esa dimensión es conocida por otro nombre —explica Satanachia con seriedad, volteando con la enciclopedia negra flotante.




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