El Planeta Pilar: Pieza Clave Del Poder

2do Epílogo

Universo: Eifell

Ubicación: Reino Yitian

(Ocho años después)

—¡Christine! ¡¿Dónde estás?! —grita Chloe desde adentro de su hogar.

La noche ha llegado y las estrellas brillan con todo su resplandor; de hecho, la fuente cercana refleja ese brillo tan peculiar. Rislek sale de su casa, desesperado por encontrar a su hija.

—¡No te preocupes, ahora vuelvo! —exclama él.

—No quiero que le pase nada —dice Chloe bastante preocupada y sin separarse de su esposo.

—No te preocupes, debe de estar cerca —le reconforta Rislek al tanto que la abraza; luego, el esposo empieza a buscar alrededor de su hogar. Entre tanto, Chloe regresa a su hogar para calmarse más.

Rislek está usando su ropa de costumbre: unas botas de piel de color negra, unos pantalones gruesos color negro y una camisa de mangas cortas de color blanca. Él está asustado, recordando el anterior intento de asesinato contra su esposa, hace varios años atrás por parte de Monlix.

Agudizando sus oídos, el hombre escucha que alguien está hablando cerca de la fuente; al poner más atención, reconoce la voz de su hija.

—¡Christine! —grita Rislek, cerrando su puño derecho y preparándose para una posible pelea; al acercarse al adorno tan peculiar, se percata que su hija está sentada en la fuente, completamente sola.

—¡Padre! —exclama la pequeña Christine, sonriéndole a su padre. Ella tiene ocho años de edad.

Su cabello es de color rojo brillante como el fuego, mientras que sus ojos son café oscuro; está usando un vestido fino de princesa color blanco.

—Christine, realmente nos tenías preocupados —dice Rislek, acercándose rápidamente hacia su hija para abrazarla, preguntando al final—. ¿Con quien estabas hablando?

—Estaba hablando con tus amigos —responde la pequeña muy feliz.

—¡¿Amigos?! —inquiere Rislek algo confundido; luego, sujeta la mano de su hija, preparándose para regresar al hogar.

—Si papá, uno de tus amigos tiene un medallón —comenta la pequeña.

El papá se sorprende por esa respuesta, al tanto que una voz conocida suena dentro de su mente.

«Rislek».

El hombre dirige su mirada hacia la fuente, descubriendo a sus viejos amigos parados en la fuente; son Melraim, Naly, Micpsy, Alkahan, Gentsay, Cefy y Exa. Todos están sonriendo ampliamente. Rislek se queda asustado, estupefacto y sin saber qué hacer.

—Padre —dice Christine, desconcentrándolo.

Rislek voltea por unos momentos con su hija, retornando su vista rápidamente con Melraim y todos sus demás amigos, pero desafortunadamente ya no los encuentra. Tal parece que todo ha sido una ilusión.

—Melraim, amigos —dice Rislek en voz baja y sonriendo mientras observa la fuente—. Muchas gracias por todo —menciona él antes de regresar a la casa junto con su hija.

En el camino, Christine empieza a relatarle a su padre que Melraim le compartió parte de sus aventuras que llegó a tener con él junto con todos sus demás amigos. Rislek escucha muy atentamente a su hija, porque esas anécdotas sí sucedieron en realidad.

—Rislek, fue un gran honor formar parte de tu destino. Cuídate mucho, amigo —dice el espectro de Melraim que aparece a un lado de la fuente, al tanto que padre e hija entran a su hogar.

Segundos después, esa silueta desaparece completamente.

 

 

Continuara...

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