Ha pasado medio día en la cafetería, los clientes habituales ya son demasiado fáciles de llevar, desde que comencé a trabajar aquí cada día vienen más personas. El lugar es muy tranquilo y te ayuda a pensar. Justo lo que estoy haciendo en mi hora de descanso.
Me dirijo a la oficina del jefecito a pasó lento, voy admirando la estructura... En realidad no. Estoy muy nerviosa por lo que pueda enterarme.
Todo la puerta dos veces y escucho un – pase – del famoso jefecito.
Está sentado detrás del escritorio, lo único que se puede ver, por que el pc está delante de él, son sus remarcado y grandes brazos. ¡rayos! Él siempre me hace pensar en cosas deliciosamente indebidas, y en momentos que no deberían.
Carraspeo llamando su atención y él alza la cabeza y me mira con intriga, parece que ya sabe la razón por la que estoy aquí, con un ademán de manos por parte de él tomó asiento y me quedo mirándolo.
– Vamos Arabella, contestaré todas las preguntas que quieras hacerme y a las que les tenga respuesta – me dice y retira el portátil hacia un lado.
Ya sé cual es la pregunta.
– Yo solo tengo una, y creo que no entra como pregunta, sin embargo – me encojo de hombros – sé que la responderas; quiero que me digas todo. – Declan simplemente asiente y se levanta hasta una mesa donde tiene un dispensador de agua y sirve dos vasos.
– Está bien, solo prometeme que vas a tener la mente abierta y sobre todo, me vas a dejar contar hasta el final – me dice mientras se sienta y me pone un vaso con agua frente a mi.
Yo solo asiento y respondo con un monótono si.
– Cuando tenía la edad de 10 años me enteré de todo. Mi padre siempre me estuvo instruyendo del mundo al que tú y yo pertenecemos. Siempre me obligó a leerme libros completos sobre la historia de nuestros ancestros. Me supe de memoria la historia de todos los dioses que tenían sus hijos en la tierra, supe la historia de todos. Pero la de tu creadora era una de las que más llamó mi atención. Su nombre es Hecate; era considerada la diosa de muchos, se le denominó como Diosa de la hechicería y la señora oscura. Sus padres, Asteria y Perses. Eran titanes, Asteria era Diosa de las estrellas, ella saltó al mar tratando de escapar de Zeus, él la quería tomar. Sin embargo Hécate recibió todos estos poderes por Zeus, ella era, por así decirlo, una consentida por él, le daba los regalos que ella deseaba. También ayudaba a las personas que querían. Muy afortunadas, a las personas que ayudaba les daba toda las prosperidad que deseaba. – Tomó un sorbo de agua y suspiró, yo estaba embelesada – Hécate era más o menos considerada una gran diosa, sin serlo. Sus más ilustres representaciones era tripartita de la diosa que combinaba en su figura aspectos de la luna, la tierra y el inframundo, con poder sobre el cielo, la tierra y el mar; aunque también relacionada con la brujería, la magia y lo sobrenatural, acompañada por dos lobos, eran como sus poderosos guardianes. – suspiró otra vez, yo no sabía que decir– eso es básicamente lo que te puedo contar de tu origen. Me voy a evitar todo el resto y simplemente te contaré las cosas más importantes. –
– Bien – solo tomé el vaso de agua completo.
Para ese momento, hace mucho había pasado mi hora de descanso, y en realidad no me interesaba mucho. Solo quería saberlo todo.
– Después de muchos siglos, nació un lugar donde todos los que tenían dones podrían saber controlarlos. Como te dijimos ese día, todos los muestran desde pequeños. Los únicos que podían entrar eran ellos. – se acomodó mejor en la silla – antes de eso pasó un accidente con un rebelde, él simplemente no quiso aceptar lo que le sucedía y explotó, eso hizo que los humanos tomarán un miedo irracional hacia lo conocido, y no es de extrañarse, a lo que no conoces le huyes. Se creó OAS que traduce Organización contra sobre naturales. Esta organización fue fundada por uno de nosotros. Tenía un odio irracional hacia todos. Esto fue debido a que él no era la generación que le tocaba. – me miró atentamente – Arabella, la persona qu está de tras tuyo es la mano derecha de Azael el creador de esta dictadura. – ¡Wow! Mucha información para mi cabeza.
En cuestión de horas me entero de mi origen y también de mi posible perseguidor.
– ¿Sabes de algún caso en el que los dones se presentarán tarde? ¿Por qué me persiguen?, y ya sé que es por lo que soy, sin embargo, que la que me me siga sea la mano derecha del que creo la organización deja mucho que decir. – Vómito verbal de nuevo.
Él se queda perdido en sus pensamientos unos minutos, y yo simplemente me quedo viéndolo. Suspira y responde.
– Una vez leí un caso, un niño se enteró de sus donde cuando tenía catorce años, poco común, y fue uno de los más desarrollado, poderoso y hábil de su generación – yo para ese momento ya no podía soportar estar más sentada, así que me levante del asiento y comencé a caminar hacia la ventana. – y si sacamos una hipótesis a la ligera, podríamos decir que al tus poderes saltar a la luz en esta edad, creo que podrías ser una de las más poderosas hasta el momento, y él de algún modoo descubrió primero. – se puso de pie y caminó hasta que mi espalda tocó su pecho, sentí como la cercanía me recorfontaba y me tranitia un poco de seguridad – creo que él no te quiere muerta, solo desea algo de ti. – yo suspiré di un paso adelante y di media vuelta para quedar en frente de él. Que lindo era.