El poder de Arabella

C A P I T U L O O N C E

Hemos pasado cinco horas en camino, hemos hecho dos paradas en la primera por combustible y en la segunda por algo de comida.

No hemos hablado mucho, él a estado con todos sus sentidos en la carretera y yo en lo mío.

Volteo a verlo – Creo que no soy buena copiloto – le digo con una sonrisa.

– Si, me di cuenta en las primeras dos horas – me miró de reojo – ¿que te parece si en la siguiente parada nos estiramos ? –

– Creo que estaría bien – le dije

Al llegar a la parada ambos nos bajamos, él comenzó a llenar el tanque y yo me dirigí a la tienda para posteriormente entrar al baño.

Luego de comprar algo de frituras, agua y gaseosa me reuní con Declan de nuevo, él estaba revisando el auto asegurando de que que todo estaba bien.

Metí las cosas dentro del auto – ¿ Crees que deberíamos parar en un motel para dormir algo? No hemos parado desde ayer en la noche, y tu no has dormido. – Le dije mientras me  recostaba en el auto.

Él terminó la revisión – podríamos, y creo que lo necesito. – hice una mueca de culpabilidad – Está vez te puedo ceder el puesto de conductor, ya estamos  cerca de la persona con la que tenemos que reunirnos. Esa será nuestra siguiente parada después de eso descansaremos. –

Llevando mi mano a mi frente – Como mande capitán – él me observo con una sonrisa y negando con la cabeza se acercó y me dio un beso en la nariz y se dirigió a la tienda.

Me senté en frente del volante y acomodé el asiento a mi medida, por que Declan era bastante alto. preparándome  para conducir ~ por qué no hace falta decir que hace mucho tiempo no lo hago ~ Declan abrió la puerta del copiloto con algunas bolsas y entró. 

  – ¿Lista?  – Me pregunta él

  –  Completamente, lo único es que me avisas que camino tomar cuando vayamos llegando a nuestra parada  – 

  – La ruta está en el GPS, solo es una desviación hasta Ellsworth, pasaremos ahí un par de horas al menos para hacer lo que necesito y tal vez dormir, después de eso no faltaría mucho para llegar a Minneapolis.  –

  – Esta bien  – 

Después de acomodar la play list salimos rumbo a Ellsworth.

  – ¿Que necesitas de Ellsworth? debe de ser algo importante para desviarnos  – 

Lo pensó un momento antes de responder  –Ya te dije, hay que cambiar el auto y tengo que hablar con él  – le bajó el volumen a la música.

  –  Tu amigo,¿sabe del porqué estamos viajando?  – En el tiempo que llevo de conocerlo sé que está tratando de evitar decirme algo, también sé que tenemos nuestros secretos así que no le preguntaré al respecto.

  – Si, Ray sabe todo al respecto, él también es un guardián, solo que de un modo diferente  – se quedó en silencio un momento y tomó aire para continuar   – es un guardián del consejo  –.

  –  Entiendo  – mordí mi labio pensativa  – si quieres acomoda el asiento y duerme , lo necesitas. pero antes podrías pasarme una botella con agua de las bolsas de atrás por fa  – .

Después de que dejara el agua en medio de los asientos, al lado de los cambios, reclinó el asiento y se dispuso a descansar.

Eran casi las tres de la mañana, el dolor en mi costado había bajado un poco gracias a unas pastillas que milagrosamente tomé en la segunda parada, cortesía de Declan y mi cachete aun dolía y tenia una gran marca: en este momento le agradecía a mamá por anotarme a las clases de defensa personal, por que estaba segura que me hubiera ido peor de no ser así.

Ya pasadas algunas horas había tomado el desvío que indicaba el GPS y ya estábamos entrando a Ellsworth, apenas iba salir el sol, paré en la entrada de una casa muy "ranchera"* que no estaba tan alejada del pueblo pero tampoco era muy central, la fachada era algo rustica y se podía ver que era de  al menos dos pisos, un pórtico con sillas afuera y una balconcito de cerámica blanca, los marcos rojos  resaltaban bastante y en la entrada habían arboles de alguna fruta, todo se mira bastante verde y cálido.

Tomé aire solté el cinturón y me dispuse a despertar a Declan, durmió casi todo el camino.

  –  Declan, despierta  – lo sacudí  un poco y abrió los ojos para luego sentarse correctamente  – ya llegamos donde tu amigo Ray  – 

Asintió y dejó un corto  –Está bien  – tomó un trago de agua  – vamos, nos debe de estar esperando.  –

Al bajar lo primero que hice fue estirarme y de una forma cero natural, con medio gritito y todo. Bajé mi mochila del baúl del auto y ya Declan estaba saludando a un tipo que salia de la casa, por lo que podía observar tenia unos treinta y algo de años, de piel oscura y con bastante musculo. 

Me acerqué hasta ellos y Declan me presentó   – Ray, ella es Arabella: mi protegida  –.



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En el texto hay: destino, magia, accion y drama

Editado: 29.10.2018

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