Hemos pasado cinco horas en camino, hemos hecho dos paradas en la primera por combustible y en la segunda por algo de comida.
No hemos hablado mucho, él a estado con todos sus sentidos en la carretera y yo en lo mío.
Volteo a verlo – Creo que no soy buena copiloto – le digo con una sonrisa.
– Si, me di cuenta en las primeras dos horas – me miró de reojo – ¿que te parece si en la siguiente parada nos estiramos ? –
– Creo que estaría bien – le dije
Al llegar a la parada ambos nos bajamos, él comenzó a llenar el tanque y yo me dirigí a la tienda para posteriormente entrar al baño.
Luego de comprar algo de frituras, agua y gaseosa me reuní con Declan de nuevo, él estaba revisando el auto asegurando de que que todo estaba bien.
Metí las cosas dentro del auto – ¿ Crees que deberíamos parar en un motel para dormir algo? No hemos parado desde ayer en la noche, y tu no has dormido. – Le dije mientras me recostaba en el auto.
Él terminó la revisión – podríamos, y creo que lo necesito. – hice una mueca de culpabilidad – Está vez te puedo ceder el puesto de conductor, ya estamos cerca de la persona con la que tenemos que reunirnos. Esa será nuestra siguiente parada después de eso descansaremos. –
Llevando mi mano a mi frente – Como mande capitán – él me observo con una sonrisa y negando con la cabeza se acercó y me dio un beso en la nariz y se dirigió a la tienda.
Me senté en frente del volante y acomodé el asiento a mi medida, por que Declan era bastante alto. preparándome para conducir ~ por qué no hace falta decir que hace mucho tiempo no lo hago ~ Declan abrió la puerta del copiloto con algunas bolsas y entró.
– ¿Lista? – Me pregunta él
– Completamente, lo único es que me avisas que camino tomar cuando vayamos llegando a nuestra parada –
– La ruta está en el GPS, solo es una desviación hasta Ellsworth, pasaremos ahí un par de horas al menos para hacer lo que necesito y tal vez dormir, después de eso no faltaría mucho para llegar a Minneapolis. –
– Esta bien –
Después de acomodar la play list salimos rumbo a Ellsworth.
– ¿Que necesitas de Ellsworth? debe de ser algo importante para desviarnos –
Lo pensó un momento antes de responder –Ya te dije, hay que cambiar el auto y tengo que hablar con él – le bajó el volumen a la música.
– Tu amigo,¿sabe del porqué estamos viajando? – En el tiempo que llevo de conocerlo sé que está tratando de evitar decirme algo, también sé que tenemos nuestros secretos así que no le preguntaré al respecto.
– Si, Ray sabe todo al respecto, él también es un guardián, solo que de un modo diferente – se quedó en silencio un momento y tomó aire para continuar – es un guardián del consejo –.
– Entiendo – mordí mi labio pensativa – si quieres acomoda el asiento y duerme , lo necesitas. pero antes podrías pasarme una botella con agua de las bolsas de atrás por fa – .
Después de que dejara el agua en medio de los asientos, al lado de los cambios, reclinó el asiento y se dispuso a descansar.
Eran casi las tres de la mañana, el dolor en mi costado había bajado un poco gracias a unas pastillas que milagrosamente tomé en la segunda parada, cortesía de Declan y mi cachete aun dolía y tenia una gran marca: en este momento le agradecía a mamá por anotarme a las clases de defensa personal, por que estaba segura que me hubiera ido peor de no ser así.
Ya pasadas algunas horas había tomado el desvío que indicaba el GPS y ya estábamos entrando a Ellsworth, apenas iba salir el sol, paré en la entrada de una casa muy "ranchera"* que no estaba tan alejada del pueblo pero tampoco era muy central, la fachada era algo rustica y se podía ver que era de al menos dos pisos, un pórtico con sillas afuera y una balconcito de cerámica blanca, los marcos rojos resaltaban bastante y en la entrada habían arboles de alguna fruta, todo se mira bastante verde y cálido.
Tomé aire solté el cinturón y me dispuse a despertar a Declan, durmió casi todo el camino.
– Declan, despierta – lo sacudí un poco y abrió los ojos para luego sentarse correctamente – ya llegamos donde tu amigo Ray –
Asintió y dejó un corto –Está bien – tomó un trago de agua – vamos, nos debe de estar esperando. –
Al bajar lo primero que hice fue estirarme y de una forma cero natural, con medio gritito y todo. Bajé mi mochila del baúl del auto y ya Declan estaba saludando a un tipo que salia de la casa, por lo que podía observar tenia unos treinta y algo de años, de piel oscura y con bastante musculo.
Me acerqué hasta ellos y Declan me presentó – Ray, ella es Arabella: mi protegida –.