DEAN
Su yace en el suelo.
Está muerta.
Lo conseguí, soy el ser más poderoso.
—Mi señor —la puerta es tocada y rápidamente salgo de la oficina haciendo a un costado a Clara.
—¿Qué necesitas? —le preguntó, cuando ella pasó las manos por mi cuello.
—A ti —susurra cerca de mis labios.
—Ahora no.
—¿Por qué? Tu mujer ya no está para que nos moleste.
—Dije que no, Clara —odio cuando se pone en modo caprichosa—. Ahora vete.
—Bien —se encamina hacia la cocina, pero antes se voltea—, ella estaba embarazada. Su madre se llevó al bebé.
¿Qué?
—Clara —la llamo, pero no se detiene.
Un bebé.
Un puto bebé y no me dijo nada.
Maldita sea.