ADAM
Adam tomó el correo del día para repartirlo y se sentó en la cama, revisando rápidamente las cartas y los paquetes que había recibido. Pero algo llamó su atención, una carta con una letra desconocida y un sello de alguna parte de Estados Unidos. La abrió con cuidado y comenzó a leer.
"Querido Adam, te escribo desde Detroit, mi nombre es Samantha y espero que esta carta te encuentre bien. Soy una estudiante de psicología infantil y hace un tiempo, como tarea de la universidad, envié una carta para dar aliento a algún soldado en la guerra. No sabía a quién llegaría, pero ahora sé que fue para ti. Quería que sepas que estoy agradecida por todo lo que haces, y te mando fuerzas y ánimos desde aquí. Espero que esta carta te haga saber que no estás solo en esta lucha."
Así fue como se quedó pensando un momento, con la carta en la mano, sin saber qué decir o que hacer con la pequeña información que tuvo. Pero algo en las palabras de Samantha le llegó y decidió responder.
Sonó una alarma en el campamento y nuestro Sargento, entro a decirnos que las prácticas de combate hoy iban a ser más temprano, ya que tenían que estar preparados por cualquier sorpresa que el enemigo nos tienda.
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22 de abril del 2018
Querida Samantha:
Recibí tu carta y me alegró mucho leer tus palabras. Es raro recibir correspondencia de alguien que no conoces, pero tus palabras me dieron un poco de esperanza en medio de todo este caos.
Me conmovió lo que me contaste sobre tu vida y tu lucha por sacar adelante a tu hermano. Es admirable cómo te enfrentas a la vida con valentía y determinación, a pesar de los obstáculos que se te presentan. Me hizo reflexionar sobre lo afortunado que fui al tener a mi hijo a mi lado mientras estuvo con vida, y aunque ahora siento que lo perdí todo, sé que tu historia me enseña que siempre hay una razón para seguir adelante.
La verdad es que no sé muy bien qué decirte sobre mi vida aquí en la guerra. A veces parece que el tiempo se detiene y que cada día es igual al anterior. Lo único que sé es que estoy luchando por algo en lo que creo, aunque a veces es difícil recordar cuál es ese algo cuando las cosas se ponen difíciles.
Pero saber que hay personas como tú en el mundo, que se preocupan por los demás y que envían cartas de aliento a desconocidos en medio de la guerra, me hace sentir un poco menos solo. Así que te doy las gracias por haber tomado el tiempo de escribirme y de compartir un poco de tu vida conmigo. Espero poder seguir en contacto contigo y conocer más de ti.
Cuídate mucho y cuida mucho a tu hermano.
Un abrazo,
Adam
Post: ES LA ÚNICA FOTO QUE PUDE MANDARTE, PARA QUE VOS TAMBIÉN PUEDAS PONERLE ROSTRO A MI CARTA. ERES MUY BELLA POR FUERA, ME ATREVO A DECIR Y TUS OJOS ME DICEN LO MISMO QUE SOS POR DENTRO, Ojalá QUE NO SE ACABEN LAS CARTAS Y QUE ALLAN MUCHAS MÁS.
DESEO QUE ESTÉN DISFRUTANDO ESTE CAPÍTULO CORTO, COMO LES DIGO DESDE EL COMIENZO, SERÁN FRAGMENTOS O DIÁLOGOS CORTOS, ESTA ES UNA PRIMERA PARTE O SPIN-OFF MOSTRANDO TODO LO QUE EL SOPORTO Y SOPORTA UN SOLDADO EN LA GUERRA.
COMENTEN Y VOTEN QUE LES PARECE, GRACIAS Y SALUDOS.
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Editado: 07.04.2023