En este sendero que llevo recorriendo ya desde hace mucho tiempo, justo veo desde la lejanía como pasan las personas, mientras que en el ajetreo de la vida diaria dejan cosas sin resolver o terminan olvidando algo que pueda que sea muy importante más no lo saben aún.
De la misma manera me sigo dirigiendo en este camino que de estar tan claro y radiante, de pronto se oscurece y con ello una gota de lluvia cae sobre mí. Muchas personas se apresuran en buscar un refugio, otras que se encuentran preparadas con un paraguas lo sacan de sus mochilas, carteras, aquel costal lleno de los alimentos que las madres llevan hacia su hogar, de todas las formas que puedas imaginar donde lo llevarían un paraguas.
Estos paraguas tan coloridos e intrigantes diseños, llenan de color esta oscura hora, veo como los paraguas de diferentes tamaños empiezan a ser protectores contra la lluvia de cada una de las personas, algunos paraguas pueden ser plegables, otros que no lo son, rebosan de su belleza en tamaño para cubrir de mejor manera a más de una persona, las cuales no necesariamente deben de ser como en una novela romántica, puesto que en el se acogen ahora una madre y un hijo, un padre y un hijo, incluso pueden ser simplemente compañeros de trabajo que por mala fortuna terminaron siendo alcanzados por la inminente lluvia que con toda su gran humildad, no desprecia ni al más santo, ni al más malvado, al igual que no distingue clase social entre ser podre o rico, esta que es capaz de hacer lo que realmente es la igualdad, ya que llega a mujeres, hombres, niños, ancianos, ciegos, y a todo el que sin refugio se pasara por ella.
Estas gotas que caen, que a pesar de los estragos que puedan hacer, también son de las más benditas que hay, ya que con su paso no sólo el caos es lo que traen consigo, sino también son capaces de traer con ella la vida, pueden hacer que haya alimentos que son necesarias para que podamos vivir, pero que nosotros podemos ser flojos o avaros para poder conseguirla o bien hacer que otros puedan disfrutar de estas.
Mientras siento como esta me empieza a empapar, empiezo a buscar un refugio para poder esperar a que este pase, pero jajá, no puedo dejar de sentir como el clima, ahora frío, me hace temblar y querer ahora desear calor. Pero esto no puede ser lo único que está sucediendo en este momento, varios puestos están ahora en un gran alboroto, puesto que los comerciantes están corriendo por poder cubrir sus mercancías de la lluvia.
Entre todo este alboroto, sólo puedo escuchar como mientras unos corren y se ve llegar el caos momentáneo, otros siguen su rumbo sin detenerse ni parar a prestar atención a lo que sucede a su alrededor. Jajá, una gran forma ver como todo lo que era antes calma, pasa a ser un completo revoltijo de un momento a otro. Por supuesto que me vuelvo a reír, pero no de las personas que pasan a mi alrededor, sino que, de mí mismo, yo, aquel que no llego a ser alguien ajeno a este malestar ya que también debo de buscar un refugio para poder pasar este momento.
aaaaah… ahhhh… de verdad… no puedo creer que me encuentra sin aliento. Ya no sé ni que hacer ni ver. Sólo el escuchar como el ruido de la lluvia caer a torrenciales es lo que queda, puesto que el murmullo de todas las personas que, hasta hace unos momentos revoloteaban por todo el lugar, ha disminuido y se ha ensordecido ante la escandalosa lluvia.
Entre este lugar que ahora veo inundado de paraguas de todo aquel que trata de pasar en medio de esta para llegar a su destino final o al siguiente, no puedo dejar de pensar que debía de ser un poco más precavido como ellos, sin embargo, ¿Siquiera esto será algo necesario de contar? No lo sé. Sólo esperaré en este lugar mientras pasa la lluvia y así pueda continuar con mi viaje, así como lo hacen muchas otras personas que esperan con ansias el que la lluvia pase, unas con angustias, en caso de haber dejado tendida la ropa afuera y ahora se encontraran totalmente empapadas, otros que lamentan el no haberle dado mantenimiento a sus canales y que posiblemente esta imprudencia termine en que el agua les entre en sus casas, hay quienes se han resignado, ya que la lluvia en lugar de ceder parece ir ganando más fuerza, por lo que el colapso de los tragantes de algunos lugares puede que termine en sus casas inundadas. Un triste mirar para algunas personas, mientras otras no tienen de nada que preocuparse más que esperar a que esta termine y puedan continuar con sus vidas como si nada, incluso hay algunas que se terminan inspirando de estas, ya sea con buenos momentos como malos, así como puede que sólo un momento de paz pueden tener para luego regresar a su ajetreada vida.
Mientras tanto, yo sólo puedo pensar y sentir que este día es un poco triste para mí, ya que me gustaría conocer como se encuentra aquellos que son muy importantes para mí, pero por cosas de la vida, del destino, por alguna causa justa o no, gracia de Dios o como le quieran nombrar, me encuentro aquí en este sitio sin poder hacer nada más que esperar y esperar sin hacer nada.
Para mi buena o mala suerte, no había casi nadie cerca a mí, pero no estaba en ni un lugar que pueda ser peligroso, me encontraba escuchando las gotas caer con gran fuerza e imponencia a su alrededor, mientras tanto, yo recordaba que en realidad este viaje lo había emprendido por una simple aspiración, algo que no tenía mucha importancia para los demás, pero para mí era algo tan grande, pero entre todos las carreras del día a día me había terminado olvidando de esto.
Mi pluma, que puede ser la pluma de un sueño fugaz que busca el amor y la calidez de vivir, de pasarlo solo o acompañado empezó a moverse y empecé a decir: