Una vez más estoy viendo el cielo en busca de aquello que he perdido. Quiero por fin encontrarlo y poder volver a ir hacia esa luz. Lo único que puedo realizar es lo que nace de mí. No dejaré de buscar la manera de volver a aquellos días en que era muy feliz. No importa lo mucho que me cueste lograrlo, algún día será.
Entre mis manos se resbalan y se van en la fuga muchos sueños que no fui capaz de intentar lograr hacerlos realidad. Hacía dónde debo de ir, perdido entre las luces de este cielo, sin fuerzas para continuar y olvidando, se logra escuchar una pequeña voz que me dice "vuelve a levantarte, aún no es tiempo de que te rindas. ¡Corre, corre! No dejes que te alcance la negra oscuridad de la noche y el triste llanto de la tormenta". Con la mirada perdida, se aleja poco a poco aquellas manos, que quieren extenderse y llegar a tocar el cielo.
Una vez más, sopla el viento para dar a notar como se lleva todo consigo. Tratando de volver a vivir, aquella persona trata de buscar la ayuda y me dice nuevamente "perdóname, no podré continuar contigo mucho más tiempo. Quiero que seas feliz y vuelve a atrapar esos sueños. Convierte tus miedos en un gran arcoíris, que pinta el cielo después de que haya calmado la fuerte lluvia. Escribe un poco, buscando en el interior de tu corazón las más bellas y hermosas palabras. Sólo las más verdaderas y sinceras frases y gestos, serán capaz de curar y acompañar a todo aquel que lo necesita. Confieso, que aunque ya nuestros caminos han sido separados, no dejes que el tiempo te destruya. Comete tus propios errores, busca la manera de poder salir adelante, a pesar del más cruel y sombrío día. Lucha hasta el final, confía en el único amigo que siempre te escuchará. Te lo he dicho muchas veces pero, ahora que iras por este camino sin mí, confía en él. Sí porque nunca te lo pude presentar de la mejor manera, no puedes confiar en él, no te culpare. Sé que lo comprenderás, sólo cuando el tiempo llegue".