El Portador - Serie El Metamensaje

Cap. 5. Intervención - Un regalo extraordinario

La máquina del tiempo Quántum Cronos se activó por unos segundos desde el enorme cilindro central hasta las columnas externas que le rodeaban en círculo, en un soberbio despliegue de energía sub-cuántica, para luego apagarse en un silencio absoluto.

Roma - Tiempo presente

En la Sala de Servidores del edificio del Banco UniCredit de Italia, por la fracción de un segundo, se produjo un ligero destello. Una esfera opaca del tamaño de una canica apareció flotando en un pasillo dando suaves giros sobre sí misma. Repentinamente, un cambio en la superficie de la sonda comenzó a desviar la luz alrededor de esta, haciéndola invisible a cámaras y todo dispositivo de seguridad. Con un movimiento extremadamente rápido inició un recorrido entre los gabinetes del hardware hasta encontrar su objetivo. Un finísimo haz operando a niveles ínfimos empezó a cargar data a los registros bancarios.

En pocos segundos, se generaron historiales de movimientos de cuenta, referencias, registros de transacciones, actualizaciones de respaldos, más todas las documentaciones relacionadas con la creación de sendas cuentas bancarias personales de 15 años de antigüedad a nombre de Knut Lahrson, un supuestamente rico empresario danés.

Cronosala - Futuro

La máquina volvió a activarse por un instante. Nuevamente, se expandió la bruma resplandeciente hacia el círculo externo de columnas, para luego apagarse en un silencio absoluto.

Nueva York, USA - tiempo presente

En un pasillo de las instalaciones de servidores del Chase Manhattan Bank, la sonda de intervención apareció, rotó sobre su eje y desapareció de la vista de los sistemas de seguridad. En segundos, los registros bancarios mostraban una vieja cuenta a nombre de Knut Lahrson con todos los documentos en regla.

Un mínimo destello y algo de ozono en el aire fueron los únicos testigos de la presencia de un objeto anormal en el ambiente.

En el futuro, nuevamente la Quántum Cronos sacudió el ambiente con despliegues de una neblina colmada de descargas eléctricas.

Copenhague - Tiempo presente.

En las oficinas de un reconocido bufete de abogados danés, un pequeño destello anunció la aparición de la sonda de intervención. En pocos segundos su servidor fue hackeado generando referencias y documentos respaldados de un antiguo cliente llamado Knut Lahrson, dejando en su testamento dos cuentas bancarias que deberán ser transferidas al nombre de Leonardo Lahrson su sobrino. Tras un débil flash de luz, solo unas motas de polvo enérgicamente danzantes, indicaron la previa presencia de un extraño objeto flotando sospechosamente en el recinto.

Cronosala - Futuro

La máquina de tiempo volvió a extender su bruma eléctrica alrededor de sí, pero esta vez sobre el círculo concéntrico interno de las columnas. En la Cúpula de Transferencia, apareció la sonda de intervención mantenida flotando entre el firme agarre de unos campos magnéticos.

Satisfechos, Peter Markussen y Richard Smith contemplaban las evaluaciones de los cambios que la paradoja tiempo-espacio había creado en la historia.

“¡Excelente!”, exclamó Smith, “Nuestros protocolos de Crono-Correcciones han evitado cualquier acción que pudiera alterar significativamente la línea de tiempo o interferir con los eventos históricos conocidos. Próximamente, este Leonardo Lahrson contará con los recursos financieros necesarios para respaldar nuestro proyecto en su tiempo”.

Peter Markussen miró pensativamente al techo. “Nuestras sondas de intervención en mucho son superiores a cualquier tecnología del siglo 21, pero tengo entendido que los bancos de aquella época contaban con sistemas criptográficos que podían resistir aún nuestros ataques de computadoras de criptografía post-cuántica.
¿Cómo nos fue posible modificar sus registros?”

La ginoide supervisora, enfocó su atención a Markussen.

“Señor Director, la configuración de intrusión de la sonda de intervención tiene acceso a las copias de seguridad de los datos bancarios del Chase Manhattan Bank y del Banco UniCredit desde que comenzaron a llevar registros electrónicos en la década de 1960.

Pudimos descubrir sistemas intactos anteriores a la Tercera Guerra Mundial, y entre ellos, afortunadamente, logramos recuperar los registros de los dos bancos seleccionados. Nuestro acceso a los protocolos de seguridad nos permitió superar todas las defensas y preseleccionar los archivos para ser modificados en sus servidores”.

Richard Smith miró al director, “Markussen acuérdate, no siempre has sido tan tremendamente rico. Cuando hicimos las primeras pruebas, pudimos comprobar que los archivos previos a la alteración de los registros bancarios y civiles de la histórica reciente, mantenidos en la Cúpula de Preservación, mostraron tus limitados recursos financieros originales y que no contábamos con los permisos para construir toda esta infraestructura de la cronosala y de la máquina del tiempo”.

“Pero gracias a la solución del retroceso cuántico generado por la inteligencia artificial Cognitrón, ahora dispones discretamente de inmensos fondos financieros y nadie legalmente mete las narices en lo que estamos haciendo.

Además, tenemos el soporte de los organismos de preservación del arte a nivel mundial. Estos pueden visitar los pisos intermedios de nuestra base subterránea, para ver como los androides restauran y descontaminan las obras de arte de toda radiactividad. Pero en realidad nadie quiere ir por ese temor casi supersticioso a las emisiones radioactivas. Todo esto ha sido una alteración de la historia pasada iniciada por esa sonda de intervención”.




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