New Denver, Consolidated States of North America - Futuro
Cassandra había dejado a Leonardo en sus habitaciones. Llegando al lobby, entró por otra puerta a un pasillo austero y sin decoración, revelando el lejano y oscuro inicio del complejo subterráneo como una base militar. Una ginoide pasaba al lado de ella intercambiando algunos datos como gesto de saludo. En una sección, un androide dirigía tres robots de mantenimiento a un elevador de servicio. Detrás de ellos, otro llevaba una plataforma flotante cargada de herramientas y equipo electrónico.
Entrando a su habitación, una espaciosa, pero frugal pieza, Cassandra se quitó el traje y demás vestimenta, guardándolas en un armario integrado a la pared, junto a varios trajes y uniformes.
Elementalmente desvestida, se dirigió a un módulo de mantenimiento específicamente diseñado para la ginoide. Ofrecía un espacio ergonómico adaptado a sus requerimientos de servicio y condicionamiento. Las paredes estaban formadas de Metalcerámica pulida, ofreciendo un ambiente electrónicamente neutro. Cassandra se paró en el módulo dejando que un vapor químico recorriera a alta velocidad su cuerpo, removiendo todo polvo y elementos extraños adheridos a su piel sintética de apariencia perfectamente natural. Luego un ejército de nanobots recorría las áreas más sensibles, penetrando en cada apertura de la piel, buscando y reparando cualquier rotura o desperfecto.
Se movió a la estación de análisis y diagnóstico con una plataforma basculante para el posicionamiento del cuerpo de androides. Unas pantallas integradas mostraban diagramas esquemáticos, registros de valoración y actualizaciones de software. Cassandra tomó nota de su actualización y se acostó en la plataforma basculante para el posicionamiento de su anatomía. Unas capas sensoriales surgieron de ambos lados de la plataforma, recubriendo su figura e iniciando los procesos de diagnosis. Al cabo de unos minutos la revisión finalizó, desapareciendo los envoltorios en las ranuras laterales.
No obstante, Cassandra no se encontraba satisfecha con los resultados. Todos los valores registraban estar en los estándares óptimos. Sin embargo, le parecía haber notado recientemente un ligero cambio en sus valores de relación empática que parecían ir más allá de la programación estándar. Decididamente, dio un comando de reinspección profunda a nivel de la integración cyborg con la parte humana de su cerebro.
Nuevamente, los resultados estaban dentro de los parámetros fijados por sus fabricantes. Ninguna anomalía se había registrado recientemente. Todo en orden indicó el sistema. Cassandra llevó a cabo una comprobación de las actualizaciones más recientes de la estación de análisis y diagnóstico. No se registraron novedades ni disconformidades en las últimas semanas. De nuevo todo en orden.
Cassandra resignadamente tomó la decisión de mantener el status y dejar que el tiempo mostrara algún cambio. Volviendo a recostarse en la plataforma ergonómica, entregándose a ese momento privado de poder soltar sus pensamientos y meditaciones.
No muy lejos de allí, Leonardo estaba ya tendido en unas pijamas de un tejido extremadamente confortable sobre una enorme cama, jugando con los controles de la misma. Ensayaba las funciones de adaptación a su cuerpo, sistemas de masaje selectivos, temperatura del colchón, proyecciones holográficas en el techo y demás funciones atractivas.
— Me estoy divirtiendo como un niño. Esta cama sería una revolución en mi época — pensó. En una ocurrencia decidió comunicarse con su Neurosincronizador.
— Alter Ego, ¿me escuchas?
— Alto y claro Leonardo. ¿Y eso que me llamas Alter Ego?
— Bueno, no se me ocurrió darte otro nombre que ese: Otro Yo.
— No es exactamente lo que soy, pero vale, te lo apruebo.
— Entiendo que no puedo llevar nada al pasado. Pero si podemos llevarnos información, ¿correcto?
— Así es. La información no está sujeta a alteraciones generadas por transcursos en el espacio-tiempo.
— Alter Ego, ¿puedes copiar todos los datos de esta cama, como para revisar si se logra construir algo similar con la tecnología de mi época?
— Si puedo, pero no te servirá de mucho. Sin embargo, puedes aprovechar algunos conceptos para crear algo parecido. Así tampoco se generaría una paradoja espacio-temporal. Pon tu mano sobre el panel de control, yo me encargo del resto.
Leonardo colocó su mano sobre el panel hasta que el Neurosincronizador le indicó que los datos estaban copiados.
— ¿Cómo hiciste esto?
— Me dieron unas habilidades extraordinarias para poder protegerte y asegurar el éxito de tu misión cuando viajes al pasado. He ensayado y probando estas capacidades, y para serte franco, estoy asombrado. No me tomó nada en entrar al sistema, copiar los datos y abandonarlo sin dejar rastro de haber estado allí. Aun con toda la tecnología de software de que disponen en esta época.
— ¡O sea que hackeaste el sistema de la cama! — En la mente de Leonardo se escuchó una suave risa.
— Se puede decir que sí. Leonardo, acuérdate, que no soy un ente independiente. Como tú has dicho, soy algo así como tu otro yo, una extensión tuya para así decirlo. ¿No hubieras hecho lo mismo? Es más, tú fuiste el que tomó la iniciativa. Aunque también puedo hacerlo si eso te sirve y es parte de nuestra personalidad.
Editado: 30.08.2024