El portal a Apricon.

08

Tengo calor, mucho calor.

Quiero abrir los ojos, pero la falta de oxígeno me hace doler el pecho. Sin embargo, sentía algo más, una caricia delicada y cálida que me hacía sentir segura.

— ¿Milenka? Milenka despierta, por favor.

Esa voz... es de Konstantin

¿Por qué se oía preocupado?

— ¿Habrá tragado agua? —preguntó Vladismir.

—No —respondió Nikolay—. Llegue a tiempo para sacarla del lago.

¿Lago?

¿No estaba en Apricon?

—Cállense los dos —mandó Konstantin —. Está despertando.

Lo confirmo, Konstantin me tiene en su pecho, frotando mis brazos para darme calor.

—¿Que es Apricon? —preguntó Nikolay.

¿Lo abre soñado?

¿Entonces nada era real?

—¿Chicos?

Poco a poco fui abriendo los ojos dándome cuentas de las llamas y el humo que me rodeaba.

¿Que?

—¡Sigo en Apricon! — mire a todos lados, pero solo vía el fuego expandirse y aun me sentía débi—. ¡Ayu...!

No alcance a gritar. No cuando una figura salió entre las llamas.

Era una mujer.

Una horrible mujer que solo vi en el libro de Valian.

Sirena.

—¡Auxilio! —me puse de pie en la cama esquiando la daga que me lanza.

En mi desesperado intento le arrojo todo lo que tengo a mi alcance, pero ellas las esquiva como hojas.

No hay salida. somos ella, yo y su grito tan agudo que me perforan las orejas.

—¡Milenka!

Entra Neron derribando la puerta.

Tose al darse cuenta del humo y no sabe qué hacer. sí salvarme o irse contra la sirena que no pierde tiempo en arremeter contra él.

—¡Abajo! —me ordena y me tiro de nuevo en la cama protegiendo mi cabeza.

La sirena vuelve a gritar. Neron alza su mano manejando el fuego que estaba cerca de mi hacia la criatura.

—SAL DE AQUÍ—grita—. ¡BUSCA A KROHONAN!

Me abre el camino de fuego. Corro por el pasillo tocando todas las puertas que se me atraviesan.

La primera en aparecer es Annalis envuelta en una bata negra.

—¿¡Que ocurre?!

Intente explicar llena de pánico

—¡Neron! ¡sirena!

—¡Fuego! —gritaron por otro lado, pero ya Annalis había salido volando mi habitación.

El siguiente en aparecer fue Valian, apurado por llegar a mí.

—¿A qué se debe tanto escandalo?

—Hay fuego y Neron esta con una sirena

—¿Que?

Abrió los ojos, tomándome la mano para correr.

—Hay que salir.

—Ellos están adentros.

—¡Neron puede con eso! Tu estas débil.

—Pero...

Lo próximo que sentí fue una explosión, una llamarada saliendo de mi cuarto como una onda expansiva que me hizo soltar a Valian e ir corriendo.

Las garras las entierro en la pared cuando escucho el grito desgarrador del cuerpo incinerado vivo. la mujer seguía viva, moviéndose y gritando de doler mientras las llamas la consumían y derretían su piel.

Neron estaba en el suelo y en medio a las ardientes llamas Annalis sonreía mientras la sirena iba muriendo lentamente.

—¡Milenka! —Valian se me acercó y al ver a Neron corro a sacarlo.

Una biga cayo del suelo frente a Annalis que no movía ni un solo musculo.

—¡ANNA!

—¡Milenka, la habitación esta por derrumbarse!

—¡Annalis vamos!

Pero ella no dejaba de mirar de mirar el cuerpo calcinado.

—¡Ella saldrá volando! —tiró de mi brazo fuera de habitación

Pero antes que todo se viniera abajo escuche mi nombre y vi el cuerpo quemado moverse.

La sirena sabía quién era yo.




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