El Portal de los Muertos

16

Al llegar a casa aún se sentía un poco exaltada, pero ella no quería preocupar a su padre con ese incidente, así que decidió mejorar su semblante antes de ir hacia él. Sin embargo, Fernando percibió que algo no estaba bien, porque era común que Laura llegara directamente a saludarlo, así que decidió ir buscarla con la excusa de entregarle un chocolate que tenía reservado para ella.  
Apenas Laura abrió la puerta de su habitación se encontró una sorpresa, en el medio de su gran sala había un hermoso ataúd de cristal con una rosa roja y un pétalo caído. Impresionada por lo que acababa de ver en su propio espacio, caminó hacia el ataúd, atraída por una fuerza desconocida por ella hasta entonces; era como si pudiese escuchar el llamado de la rosa.  
Así llegó hasta ella, Laura la vio de cerca, y era muchísimo más hermosa de lo que se apreciaba a lo lejos. Intentó arrancarla, pero el dolor que sintió en todo su cuerpo hizo que la soltara inmediatamente. Laura y la rosa estaban conectadas.   
Apenas Laura acababa de vivir esa extraña experiencia, Fernando llegó hasta su habitación para saludarla y la sorpresa no se hizo esperar, él también quedó impactado con lo que acababa de ver, especialmente porque ese ataúd de cristal le hizo recordar al que alguna vez tuviese Vlad, salvo que el de su gran amigo era de piedra. 
—Hija… ¿de dónde sacaste eso?  
—¡Padre, pensé que era un regalo tuyo! 
—No, no lo es, no sé qué hace aquí ni cómo llegó, pero me recuerda mucho al que tenía Vlad, ¿tú lo recuerdas? 
—Sí, padre… en aquella casa abandonada –respondió Laura con la expresión de quien recuerda algo que pensó que había olvidado. 
—Sea lo que sea, no me gusta, hija, tengo un mal presentimiento. Por el momento no saldremos de casa –le ordenó Fernando con una preocupación que pocas veces ella le había visto en el rostro. 
—Padre, ¿revisaste tu habitación? Tal vez tú también tengas uno.   
Ambos se dirigieron hacia la habitación de Fernando, pero en la de él todo estaba normal. Padre e hija se abrazaron.  
—Hija, esto me preocupa, tengo un mal presentimiento.   
—Estamos juntos en todo, papá, y estando unidos nada malo nos pasará. 
 



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En el texto hay: amor, fantasia, demonios

Editado: 14.05.2020

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