3.El motivo de la huida de la princesa

Nos quedamos viendo los dos mientras que mis manos estan sobre sus pechos, Jace esta con los brazos extendidos asimilando que estoy arriba suyo. Me siento como una pelicula cursi y de puro cliché, nada mas faltaba que él me llegase a besar. Es vergonzoso, lo acabo de conocer y ya es diversión de  mi torpeza, de seguro esta pensando que por que no me levanto, yo también me lo pregunto, no es como yo lo pensé, en las peliculas cuando pasan estos momentos es cuando ambos sienten cosas del amor o se demuestran lo que sienten ambos, ¡Que barbaridad! La vergüenza se apodera mas de mí cuándo noto una tercera persona mirando la escena que estamos haciendo, es un señor, tose haciendo un gesto de desagrado con su cara.

Rapidamente me levanto, acomodando el tonto vestido que traigo encima, aclaro mi garganta mientras miro al señor que tiene una peluca y un sombrero raro, es de los que usaba las lagartijas de cenicienta, usaba una gran corbata blanca, parece tela fina con encajes, una camisola que no cubre el cuello color dorado, bajo este una una camisa y un chalequito rojo, miro sus pies y tiene medias blancas que son de seda, unos zapatos cerrados con un poco de tacon. Se ve desde lejos que es un hombre serio, hasta ya me provoco miedo. Mi mente trata de recordar donde he visto uno de esos, con ese falso cabello blanco con trenzas, mmm, lo he visto. ¡Es un Duque real!

Entonces es realmente cierto, estoy en un castillo real.

-Veo que has encontrado a la princesa, Dorian.

Me quedo confundida, su nombre es Jace ¿O no? Lo miro a él para que me lo aclare pero, él esta concentrado viendo al señor que esta parado en frente nuestro, igualmente él lo mira, algo traen estos dos.

-Claro que sí, abuelo.

¿What?

Con que su abuelo, necesito chisme porque este señor se ve realmente joven para ser abuelo.

-Princesa Naomy, acompañenos por favor-se dirige a mí con educación, me siento halagada, nunca nadie me había tratado así, a lo que yo le sonrió.

-No,-respondo cruzandome de brazos, como una niña berinchuda.

El duque que ya se habia dado la vuelta se da la vuelta otra vez con cara de pocos amigos.

-Necesita ir a que la preparen para la celebracion de esta noche- más aún asi ni un dedo muevo, el señor se acerca a Jace y le dice,-Anda, a tí te hace caso.

A lo que volteo mi cabeza en dirección en donde esta parado este chico, él nada mas me mira con cara de "no queras que se enoje demasiado" Le hago un gesto con la cara de indignación. Estoy en un lugar desconocido así que probablemente no es bueno confíar en nadie, pero... Necesito encontrar a mis padres queridos.

-Solo si me llevan directamente en donde estan mis padres, asi entraré,-me encojo de hombros.

-Por supuesto-dice Jace.

-O mejor aun me lo traen aca- sonrío con inocencia.

Los dos me dan un cara de pocos amigos.

-Princesa, sus padres estan desesperados con lo de esta noche,-casi sonó como un regaño, o no se, porque trae cara de serio, su porte es intimidante.

-Señor, si me lo permite, yo no soy aquella princesa, esta mañana mi familia y yo nos habiamos  mudado a la casa que mi papa le compro al señor Everest,-explique un poco, pero al ver su cara supongo que piensa que estoy loca.

-¿Everest?-ladeo mi cabeza al oir a Jace.

-¿Lo conoces?-cuestione con el entrecejo fruncido.

El me mira y noto en sus ojos tinte de ¿Tristeza? Si, eso es lo que estaba notando.

-No, es solo que..., No importa,-sacudió su cabeza-Vamos la llevare adentro para que la preparen,-dijo tomando mi brazo.

Trata de llevarme pero, yo me quedo quieta sin  querer moverme, se voltea a verme aun sosteniendo mi brazo.

-¿Quieres ir a ver a tu padres aún?-pregunta el duque.

-Si,-fue rotundo.

-Alice,-empieza Jace,- Esta mañana te avisaron que te vas a casar con Frederick y, tu te negaste, asi que no se en que pensaste pero te escapaste sin decir nada, a mí me obligaron a ir a buscarte y te encontre, asi que no me vengas con que quieres ver a tus padres cuando tu misma dijiste que los odiabas,-termina y, me suelta.

Si con eso pensaba que se resolvia ésto, no, se equivocan. Los ignoro todavía con los brazos cruzados, como una vil niña haciendo su berrinche, si no me dan lo que quiero, no me muevo de aquí, alce mi barbilla mostrando que yo no cedería. El señor ese solo me mira sin ninguna expresión, Jace con su seño fruncido, que se ve tierno por cierto.

Quince segundos mas tarde, Jace me llevo como un costal de papas, estaba tratando de liberarme pero, él me tenia acorralada, el duque va primero, y escuche como algo se abrió, trato de mirar, parece ser una reja grande, va abriendonos el paso, en cada lateral de la puerta hay maximo 10 guardias vestidos con armaduras diferente a la del chico que me lleva cargando, tambien cascos que no dejan ver sus caras, entramos al gran castillo, si antes había muchas guardias afuera, no me imagino lo de adentro.

Tarde  en rendirme pero, lo hize, ni siquiera valía la pena decirle que me bajara, él no lo haria. Aun asi, me estoy mareando, creo que me desmayare, ya ni cuenta me estoy dando que hay muchas personas en el lugar en donde me estan llevando, las voces se escuchan como ecos, siento como la pesadez de las miradas se pasean en mí, estoy medio rara. Al final termino dormida, sin saber hasta donde llegaría.

...

El ruido a mi alrededor me termina despertando, siento mucho calor, mas bien me estoy muriendo de calor, me muevo incomoda con los ojos cerrados hasta que siento una mano calida en mis piernas, abro lo ojos y salto de donde sea que estoy, sobresaltada pongo mis manos en puños lista para defenderme pero, lo unico que veo es a una anciana y 5 chicas con vestidos color rosa, con unos pañuelos en sus cabezas, con delantales blancos, sus largos vestidos tan bien acomodados y en forma de campana, se ven tan irreales. Caigo en cuenta que son servidumbres. Tienen cara de miedo en este momento, a lo que yo me siento mal, aun asi no cambia el hecho de que me han tocado la pierna.