El prado del olvido

Escapando del enemigo

— ¡Alto! Dije que te detengas.— Guardias del equilibrio. 

— Lo siento, pero no tengo otra alternativa. 

Salí corriendo del lugar en el cuál me tenían secuestrado, esto es como una prisión para los que no respetan el mundo tanto físico como espiritual. Pero yo he roto todas las reglas posibles por encontrarme con Layla. 

Flashback: 

— ¿Estarás bien? 

— Créeme que sí lo estaré. 

— Siento que me estas mintiendo— Me mira a los ojos.— Sé cuándo me dices una verdad o una mentira. 
— Lo sé, pero confía por mi esta vez, ¿de acuerdo?— La tomo por las mejillas con mis manos y las acaricio.— Después de todo, tú me traiste hasta aquí. 

— Ese es mi miedo, por eso están estos hombres ¿verdad? Para llevarte nuevamente al mundo espiritual. 

— Claro que no.— Le miento.— Son unos grandes amigos que me están esperando para darle la bienvenida a otra persona que dejó el mundo físico. 

— No sabía que organizaban celebraciones cada vez que alguien muere. 

— Pues... sí.— Me encojo de hombros.— Ya me tengo que ir Layla, nos vemos pronto. 

Fin del Flashback 

Debí decirle la verdad en ese momento— Me lo digo a mi mismo mientras escapo de los guardias. 

Ahora ¿como llego al árbol sagrado? cuándo la ciudad está plagada por estos guardias. Piensa Damián, piensa... 

No tengo otra opción que pasar por el mercado de los ogros verdes, el último lugar para salir de la ciudad. Allí siempre está con movimiento en ventas y compras, no notarán mi presencia si me sé escabullir bien. Pero antes debo encontrar a Fame, la estafadora de este lugar. Ella me ayudará a escapar lo más pronto posible. Aunque ¿Cómo encuentras a alguien que también es buscada por los guardias? 

Camino con cautela y llego al lugar donde mencioné anteriormente, me escondo entre las esquinas de los puestos de ventas y pretendo ser alguien invisible para los ojos de todos. Pero cuándo cruzo a la izquierda para llegar al final del mercado, me tropiezo y choco con alguien que está de espalda. Así que bajo la mirada para que no me reconozcan. 

— ¿Estás bien?— Pregunta el desconocido. 

— Sí...— Respondo con nerviosismo y bajo la mirada para no ser visto. 

— Déjame ayudarte.— Me estira su mano y yo acepto su calidad ayuda. Es como si fuese un hermoso ángel que vino en mi ayuda. — Me llamo Darcel, y disculpa mi atrevimiento pero... ¿qué haces a las afueras casi de la ciudad? 

— Estoy buscando a una amiga mía, no sé si la conozcas, se llama Fame. 

— Sé quién es.— Sonríe alegremente.— Yo trabajo para ella. 

Anonadado, quedé en blanco. Porque no pensé que una persona tan deslumbrante trabajara con un monstruo como ella, la última vez que la invité a mi casa, casi me roba hasta las puertas. Pero fue así que nos hicimos grandes amigos, yo buscándola para que me devolviera mis cosas y ella, me daba todo lo contrario. 

— Nuestra guarida está muy cerca del arbol sagrado. Sé muy bien que quieres ir allí. 

— ¿Cómo sabes que quiero ir hasta ese lugar?— Me pongo a la defensiva. 

— Tranquilo soldado.— Deja soltar un bostezo.— Ella me dijo que te escaparías de nuevo y me obligó a encontrarme contigo. 

— Así que todo fue planeado.— Estoy confundido. 

— Digamos que sí, es un monstruo. ¿Lo sabías? 

— Completamente... 














 




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