Gorda.
Esa es la simple palabra que puede destruir el mundo de muchas personas, he incluso quitarle la vida a muchas.
Está palabra tiene más poder del que debería, o mejor dicho, nosotros le damos más poder del que deberíamos. Nos importa tanto lo que los demás piensen que nos perdemos a nosotros mismos.
Sometemos a nuestros cuerpos a dietas tan extremas con el fin de vernos bien, porque creemos que así va a cambiar la forma de percibirnos y tendremos amor propio.
Pero no es así, llegamos a un punto en donde hasta por comer un fruta te sientes mal. Te lastimas tanto física como psicológicamente.
Pero esto no es lo peor de todo, lo peor es darse cuenta que nada valió la pena, porque sí, cuando estas cansada de comentarios hirientes y miradas juzgadoras, bajas de peso, pero el sentimiento de sentirte gorda no se va.