El precio de un deceo parte 2 nacimiento de una nueva era

Cap 20 Milda

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Luis Mejía 
en el mundo de los vivos no nos podíamos llevar bien y se guiamos en guerra en  
este mundo al llegar no tuvimos tiempo de ponernos a pelear ni a discutir sobre  
nuestras diferencia, decidimos colaborar para salvarnos uno a otros, en este lugar  
ninguno de nosotros llevamos el título de líder, ese título le corresponde al ser más 
poderoso de entre nosotros y quien reina en este mundo, el cual se encuentra  
justo de tras de ustedes, al girar, pudieron ver a un ser que con solo verlo se  
dieron cuenta que era superior a todos ellos aunque su aspecto físico demostraba  
estar cansado su poder era inmenso y superior al de todos, sentado sobre su silla  
en el trono, se levantó y se presentó diciendo: mi nombre es Milda dios del mundo  
más allá después de la muerte, tal como lo dijo Malaquías no hay tiempo para  
explicarle nada. 

por lo que se limitaría a contar lo necesario para que entendieran  
la situación y se hicieran una idea de lo que está pasando: lo que tenían que saber 
era que ese mundo no era así como lo estaban viendo en esos momentos, en el  
pasado era un lugar tranquilo y hermoso cuyo único propósito era albergar las  
almas de todos los seres vivos que habitan los diferentes mundo, dimisiones y  
universos existentes, conocidos y por conocer para que se reunieran y  
fraternizaran en este lugar sin importar lo que hubiera pasado en su  
correspondientes mundos, pero desde hace ya muchos millones de años atrás los  
seres que habían visto en el campo de batalla de hace unos momento llegaron a  
este lugar con el único propósito de conquistarlo, cuando aparecieron por primera  
vez, milda trato de hablar con ellos, pero le fue imposible estos seres extraños, se 
negaron, no tenían la intención de fraternizar con los seres que habitaban el  
mundo y como consecuencia de aquel fracaso de intentar hablar y llevarse bien,  
se desato una guerra feroz, que en un principio pudo controlar ya que ninguno de  
ellos eran rivales para el dios de aquel mundo, pudiendo detener aquella invasión  
y causar la retirada del enemigo. 
Tras marcharse y pasar algún tiempo, en donde aparentemente la paz volvía a  
reinar nuevamente, de repente un día de la nada sin que nadie se lo esperaba  
empezaron a llegar nuevamente y no solo eso, su número aumentaba cada vez  
más llegaban soldados enemigos y le fue imposible evitar el enfrentamiento entre




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