El precio de un deseo

Cap 12

Luis Mejia  
ciudad nunca y al igual que otros lugares este comenzó siendo muy pequeño 
cuando era niña siempre corría por las praderas cercanas a mi casa todo este 
lugar a un no estaba habitado: jugábamos, reíamos, lloramos, pero fui muy feliz mi 
familia trabajaba en una pequeña plaza de mercado que estaba en el centro pero 
todo cambio cuando empezaron allegar nuevas personas con nuevas formas de 
trabajar, las familias dejaron de trabajar en el campo se dedicaron a construir 
pequeños talleres para hacer materiales para enviar a otros lugares se empezó a 
cortar los árboles para construir sillas, camas, mueble y eso fue llamando a cada 
vez más a las personas hasta llegar a donde nos encontramos; esta siguió con el 
relato de toda su vida de cuando era joven y esa ciudad aún era pequeña al 
terminar entablaron una amistad muy bonita tanto así que a Loris la hacía sentir 
más tranquila ahora que su madre no pasaba los días sola en casa mientras ella y 
su hermano trabajaban para sobrevivir, Lanco empezó a tener éxito en su nuevo 
trabajo, a tener amistades nuevas ya que al haber nacido en san Cristóbal no 
pudo relacionarse con muchas personas debido a que le conocían desde que 
nació por miedo a que se dieran cuenta de que no había cambiado mucho en el 
tiempo que vivió allí, pero aquí era diferente, ellos no le conocían y no sabían cuál 
era su verdadero nombre, ni su edad estaba tranquilo y feliz por fin había podido 
empezar a vivir nuevamente y salía a menudo con su hermana y sus amigos a 
divertirse, a conocer este nuevo lugar y ambiente, el cual era desconocidos para 
los dos, 
así pasaron tres año más para ellos en esa ciudad cuando de repente su madre 
cayó en cama la llevaron con un doctor pero este les dijo que no había muchas 
esperanzas de vida tenía una enfermedad muy avanzada, que le dificultaba 
respirar y la edad de Milas no la ayudaba para que mejorara, les dijo que podía 
morir en cualquier momento que la llevaran a casa que estaría mejor junto a ellos 
y que rezaran para que mejorara ya que tenía 66 años de vida, Loris se empezó a 
deprimir y decía a su hermano con lágrimas en los ojos ¡qué era lo que iban 
hacer!, no quería que su madre muriera, que hiciera algo, pero él estaba igual o



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En el texto hay: tristeza dolor aleligria y sufrimiento

Editado: 22.02.2022

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