El precio de un deseo

Cap 18

Luis Mejia  
los últimos 20 años! llevo toda mi vida trabajando aquí, en el tiempo que lleva de 
haber llegado a este lugar nunca lo he visto probar un bocado de comida ni una 
gota de agua, pocas veces se mueve de este lugar, a veces se va por unos días 
pero luego regresa al parecer soy la única que se ha dado cuenta de su presencia 
y que es la misma persona, su hija quien se llamaba Zona sé quedo mirándolo 
fijamente y dijo ¿estas segura? ¿qué es la misma persona? “si”, respondió su 
madre desde ese entonces estuvieron pendiente que nada le pasara. 
cuando Lanco empezó a pedir ayuda Zona se dio cuenta he inmediatamente corrió 
hacia él, pidiendo ¡cálmate te voy ayudar!, ¡ven conmigo! Al mismo tiempo preg 
¿puedes caminar?, él respondió “si” ¡entonces sígueme!. 
Zona por la curiosidad de saber quién era ese hombre misterioso que estaba 
todos los días frente a ella, cerró el negocio y lo llevo a casa ante la mirada de 
toda las personas que pasaban por el lugar, su madre no se encontraba en ese 
momento con ella, pero eso no importo, la curiosidad que Zona sentía al ver que 
este hombre, después de lo que le dijo su madre, hace algunos años atrás había 
pronunciado palabra después de tanto tiempo, la intrigo mucho de camino a casa, 
preg ¿Cómo te llamas?, ¿quién eres? La respuesta no se hizo esperar, ¡me llamo 
Lanco!, ¡soy de un pueblo llamado san Cristóbal!, ¡me mude a la ciudad del 
Paraíso hace algunos años!, ¡el paraíso replico zona!, “si” ¡a esta ciudad con mi 
madre y mi hermana!, zona respondió con un suave movimiento de su cabeza, lo 
siento pero, yo no conozco una ciudad que se llame de esta forma, en este 
momento estas en la ciudad de san Bernardo, ¿cómo dice? preg asombrado, si 
hace unos meses mi madre y hermana murieron, yo mismo las sepulte en esa 
ciudad, inmediata mente recapacito, preg a Zona ¿qué día es hoy?; ella 
respondió, suave mente es el 31 de noviembre del año 1985, Lanco se desplomo, 
¡no puede ser!, cuanto tiempo he estado vagando por las calle sin saber nada, 
pareciera que fuera ayer que deje mi casa para caminar. Al ver su reacción por 
escuchar la fecha en la que estaban, Zona por todo lo que decía se asustó mucho, 
pero eso no le quito la curiosidad de saber quién era, diciendo “no te preocupes”



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En el texto hay: tristeza dolor aleligria y sufrimiento

Editado: 22.02.2022

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