El precio de un deseo

Cap 52

58 
Luis Mejia  
Mientras tanto por el otro lado de la puerta Ringo caminaba sin rumbo y sumido en 
una tristeza e indecisión al mismo tiempo; ya no había marcha atrás, todo lo que 
había hecho para no ser descubierto era en vano, todo el mundo sabría quién era. 
En un principio cuando decidió buscar a su creador tenía la firme voluntad de morir 
en sus manos para descansar en paz, de todo lo que tuvo que pasar a lo largo de 
su vida, viendo lo que quería ver y perdiéndolo todo al mismo tiempo, para 
después reunirse con su familia en el más allá, en medio de pensamientos y 
lamentaciones, de repente vio una luz que parecía ser la salida, entre más se 
acercaba a ella, mas brillaba, parecía ser el final del camino pensaba que al haber 
amenazado a Malaquías, este lo asesinaría de in mediato al a verlo encontrado; 
Ringo llorando por su madre, su hermana y su padre, pensado en su interior ¡por 
fin nos vamos a ver de nuevo como, los he extrañado en todo este tiempo que he 
estado solo! al salir pudo darse cuenta que se encontraba en un acantilado desde 
donde se podían ver unas praderas hermosas como las que vio cuando se 
marchaba con su familia de su pueblo y también vio a personas que trabajaban en 
ese lugar, y como corrían al mismo tiempo al sentir su presencia. 
Sin saber nada del lugar en donde se encontraba estaba desconcertado hubiera 
imaginado cualquier cosa menos lo que estaba viendo, al mismo tiempo su vida 
cambiaria, esos seres que acababa de ver se convertirían en un futuro no muy 
lejano, en su familia, pueblo y nuevos seres queridos a quienes debería proteger, 
ese lugar y los seres desconocidos, eran personas no combatientes o sin 
entrenamiento para la guerra, era el pueblo y el mundo de Malaquías,  
al estar en aquel lugar Ringo lloraba y no sabía por qué, la duda lo agobiaba lo 
único que quería era morir, pero al mismo tiempo se negaba hacerlo no sabía que 
era lo que en realidad quería, gritando lleno de impotencia ¡porque a mí! maldición 
¡si tan solo hubiera sabido lo que iba a pasar, no hubiera pedido aquel deseo! 
gritando perdóneme es mi culpa, era tanta la frustración que sentía que sin darse 
cuenta llamo la atención de las personas que habitaban el mundo; los cuales no 
eran nada más y nada menos que la Facción de los héroes eran personas iguales 
a los humanos en aspecto físico, pero que habitaban en un mundo diferente.



#5491 en Thriller
#2962 en Misterio
#10613 en Fantasía

En el texto hay: tristeza dolor aleligria y sufrimiento

Editado: 22.02.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.