Luis Mejia  
comandantes de legiones, de esta forma los legionarios y Sherfido pudieron  
mantener el control sobre aquella facción que habían perdido su planeta de

Cap 25 la orden de reunir a los nueve comandantes de  
legiones 
nacimiento, que había sido instruida únicamente para la conquista y la destrucción 
de todos los mundo. De no haber sido por Frigo que tomó el control sobre ellos, la  
guerra interna habría sido inevitable, a pesar de saber que no llegarían a ninguna  
parte, si causaría la muerte de cientos de miles de soldados, incluso millones de  
ellos habrían muerto, por querer ascender en la cadena de mando enfrentándose  
hasta la misma Sherfido, perdiendo sus vidas innecesariamente. Aunque al final  
se hubiera conseguido restablecer el orden nuevamente las perdidas serian  
incalculables, solo Malacon contaba con por lo menos 12.000.000 millones de  
soldados bajo su mando. 
Este hecho representó un problema aun mayor para el ser que manipulaba todo a  
su antojo a espaldas de Sherfido, al ver que su plan estaba fallando y que estaba  
siendo estropeado por un ser desconocido, que por los relatos de los  
sobrevivientes de aquellos mundos no era el ser que lo había traicionado en el  
pasado. Y que muy pronto no podría seguir manteniendo el control sobre aquella  
facción, necesitaba lo más pronto posible tener el control del mundo celestial,  
antes que se le saliera de las manos la situación. 
--- El primer comandante de legión, “Brancer” y segundo al mando, quien movía  
los hilos para su conveniencia a pesar de ser aparentemente inferior a su líder  
decidió reunir a todos los comandante de legión, para preparar una nueva guerra,  
alegando que no podían pasar por alto la humillación que les habían causado,  
llenando a todos los soldados que se encontraban en descontento, con la  
situación actual con un deseo de venganza, a pesar que el décimo, les había  
relatado todo lo sucedido durante aquella guerra, Sherfido ordenó reunir a todos  
los soldados bajo el mando de los legionarios y atacar cuando todos estuvieran