Ethan
Llegué a la cafetería temprano para prepararme para la reunión. El lugar estaba tranquilo, lo que me permitió organizar mis pensamientos. Olivia ya estaba allí, ajustando algunos detalles antes de que abrieran al público.
—Buenos días, Olivia. Gracias por reservarme la mesa —dije, acercándome al mostrador.
—Buenos días, Ethan. De nada, espero que tu reunión vaya bien —respondió con una sonrisa que iluminó mi mañana.
—Yo también. Tengo un buen presentimiento sobre esto —respondí, devolviéndole la sonrisa.
Mientras me dirigía a la mesa junto a la ventana, noté que Olivia seguía con su trabajo, pero de vez en cuando me lanzaba miradas curiosas. Me senté y abrí mi portátil, revisando los últimos detalles antes de que llegara mi equipo.
Poco después, Liam llegó con Katie, nuestra nueva asistente de proyectos, tenía una mirada determinada y una actitud profesional y eso me gusta, porque quiero personas serias en mi trabajo, que aporten de manera significativa a la empresa. Noté que Katie no dejaba de observarme con interés, lo cual me hizo sentir un poco incómodo.
—Hola, Ethan. ¿Todo listo para la reunión? —preguntó Liam mientras se sentaba.
—Sí, solo revisando algunos puntos clave —respondí, dándole una sonrisa rápida a Katie, quien parecía estar muy atenta a cada palabra.
—Genial. Creo que esto puede ser un gran avance para nosotros —dijo Liam, abriendo su portátil.
Mientras discutíamos los detalles, Katie se inclinó hacia mí, con una expresión que denotaba algo más que simple interés profesional.
—Ethan, quería decirte que admiro mucho tu trabajo. Es inspirador trabajar contigo —dijo Katie, mirándome directamente a los ojos.
—Gracias, Katie. Aprecio mucho tu apoyo y tu dedicación —respondí, tratando de mantener la conversación profesional.
La reunión comenzó poco después, cuando llegaron otros miembros del equipo. Estábamos presentando una propuesta importante para un nuevo software que podría revolucionar nuestra oferta de servicios. Durante la presentación, Katie no dejaba de hacer preguntas y aportar ideas, lo cual era bueno para el proyecto, pero también incrementaba la tensión debido a su atención constante hacia mí.
—Creo que esta nueva característica podría ser clave para diferenciar nuestro producto de la competencia —dijo Katie, señalando una diapositiva en la pantalla.
—Estoy de acuerdo. Buen punto, Katie. ¿Alguna otra sugerencia? —pregunté, tratando de mantener la discusión enfocada en el proyecto.
—Podríamos también considerar una campaña de marketing enfocada en estas nuevas funcionalidades —sugirió Liam, entrando en la conversación.
—Eso suena excelente. Deberíamos desarrollar un plan detallado para esto —respondí, anotando algunas ideas en mi cuaderno.
La reunión se extendió durante unas horas más, y al final, todos parecían satisfechos con el progreso. Mientras los demás se preparaban para irse, Katie se acercó a mí.
—Ethan, si necesitas ayuda con algo, no dudes en decírmelo. Estoy aquí para lo que necesites —dijo, con una sonrisa que no pude evitar encontrar un poco insistente.
—Gracias, Katie. Lo tendré en cuenta —respondí, tratando de ser amable pero manteniendo cierta distancia.
Después de la reunión, Liam y yo nos quedamos un poco más para discutir algunos detalles adicionales. Katie se despidió rápidamente, pero no sin antes darme una última mirada significativa.
—¿Notaste algo extraño en Katie? —le pregunté a Liam una vez que nos quedamos solos.
—Sí, noté que no te quitaba la vista de encima, muy interesada en ti. Tal vez deberías hablar con ella y aclarar las cosas —sugirió Liam.
—Lo haré si es necesario. Pero por ahora, prefiero no hacer una montaña de un grano de arena —respondí, tratando de restarle importancia.
Al terminar lo ralacionado con la reunión, me acerqué a Olivia para agradecerle de nuevo por la reserva.
—Olivia, gracias de nuevo por la reservación. La reunión fue un éxito — le dije, sintiendo la genuina gratitud en mis palabras.
—Me alegra escuchar eso, Ethan —respondió con una sonrisa cálida.
—Y eso fue gracias a tí Olivia — sugerí, sintiéndome más confiado.
—No, lo único que hice fue realizar la reservación nada más jaja—dijo Olivia, con una risita sútil, una hermosa a mi parecer.
—No enserio, aunque para ti fue un acto simple, para mi fue algo significativo. Me diste suerte de cierta forma—Le guiñé un ojo y ví como se sonrojo. Que tierna pensé.
— No exageres jaja—Dijo nerviosa.
Después de la cafetería, decidí caminar un poco por el parque cercano para despejar mi mente. La interacción con Katie seguía dándome vueltas en la cabeza. Mientras paseaba, me encontré con Emma, una vieja amiga de la universidad.
—¡Ethan! Qué sorpresa verte por aquí —dijo Emma, acercándose con una sonrisa.
—¡Emma! Qué gusto verte. ¿Cómo has estado? —respondí, sorprendido por el encuentro.
—Bien, gracias. Trabajando mucho, como siempre. ¿Y tú? —preguntó, mirándome con curiosidad.
—Igual. Mucho trabajo, pero siempre hay tiempo para un descanso —dije, riendo.
Pasamos un rato charlando y poniéndonos al día. Fue un buen recordatorio de lo importante que es tomarse un tiempo para las amistades.
Después de mi conversación con Emma, me dirigí a casa con la mente llena de pensamientos. La interacción con Katie seguía molestándome. Aunque sabía que era profesionalmente competente, su atención personal hacia mí era algo que no podía ignorar.
Traté de relajarme con un libro, pero mis pensamientos seguían regresando a los eventos del día. Sabía que tendría que manejar la situación con Katie con cuidado para evitar cualquier malentendido en el trabajo.
El día había traído consigo tanto desafíos como oportunidades, y mientras me preparaba para dormir, reflexioné sobre todo lo que había sucedido. Me sentí optimista sobre el futuro, aunque también consciente de las complicaciones que podrían surgir. El camino por delante estaba lleno de promesas y sorpresas, y estaba decidido a enfrentarlo con la mejor actitud posible.