PROLOGO

Tengo grabado en la memoria el día que nos conocimos, la primera vez que esos ojos azules se encontraron con los míos y lo que me provocaron, en ese momento no creí que el llegaría a convertirse en la persona más importante de mi vida.

Recuerdo a la perfección el día en el que lo vi por primera vez, había algo diferente en él, tenía un aura que me atraía inevitablemente.

No sé en qué momento me enamore de él, ni tampoco lo que más me atrajo. Quizá fueron sus ojos, de un azul tan intenso, que sentía que podía perderme en ellos, que eran capaces de escudriñar hasta lo más profundo de mi alma y descubrir hasta el último de mis secretos.

O talvez fue esa seguridad que siempre lo representaba, la forma tan tierna que tenia de acariciarme, o la forma en la que me besaba, a veces de una manera tan dulce que sentía que me derretía en sus brazos, otras arrasando con todo, invadiendo mi boca como si quisiera poseerme y no soltarme nunca.

Le entregue mi corazón, segura de que nunca se atrevería a lastimarlo, así como yo tenía el suyo en mis manos y por Dios que no iba a soltarlo nunca, me enamore de cada faceta suya.

Dicen que los grandes amores, tienen grandes pruebas que enfrentar. Nunca imagine que en nuestra historia hubiera tantas.