Lía
7 a.m ¿Por qué debemos ir a la escuela tan temprano?
Estoy más dormida que despierta, pero bueno, aquí estoy, entrando por la puerta junto a mis compañeros que más bien parecen un montón de borregos adormilados con la mirada hacia abajo y parpados cansados.
No sé cómo hay personas que llegan tan bien arregladas, yo estoy arreglada pero no igual que algunas de mis compañeras, ellas recorren los pasillos hasta con pestaña postiza, no hay nada de malo con eso, pero a mí ni tiempo me da de despertarme por completo.
Entro al salón y me recibe esa enorme y cálida sonrisa que conozco tan bien y me alegra los días desde hace nueve años, mi mejor amiga Maddison Lee, una chica hermosa, divertida, inteligente y con un excelente estilo de la moda.
—Hola hermosa— me dice sonriente, sentada en el lugar justo al lado del mío.
—Hola Maddi, ¿Cómo estás?
—Ahg, estoy cansada, pero al mismo tiempo estoy muy emocionada—chilló casi saltando de su asiento, me senté junto a ella y la miré con un gesto para que me diera más información sobre que causaba su estado.
—Lía, por dios recuerda que hoy inician los torneos deportivos.
Aaaah claro esa cosa, la época en la que el bendito mundo se para únicamente para ver a un montón de tipos hormonalmente acelerados que sudan más que mi primo Armando cuando corrió esa maratón, a las chicas les encanta este periodo, ya que la mayoría de los chicos de los distintos equipos andan sin camisa por todo el campus, con esos torsos, pechos, piernas y músculos bien esculpidos, okay debo admitir que la mayoría de ellos están muy buenos.
—Claro como olvidarlo— Tire una sonrisa más forzada que las extrañas excelentes calificaciones de Jacob, el hijo de uno de los empresarios más exitosos y ricos del país, digo extrañas porque él no hace nada, literalmente no mueve ni un dedo en la escuela, pero claro él es de los más populares (como era de esperarse).
—Eres la única persona que conozco en Belmont Academy a la que se le olvida la famosa época de los torneos— comento, estallando de una risa contagiosa y divertida, ella sabe perfectamente que no soy muy fan de este tipo de eventos. No crean que es por los chicos, eso definitivamente no es, yo disfruto de la vista como cualquier otra persona lo haría.
—Ya cállate Maddi— dije esbozando una pequeña risa. — Sabes que, aunque yo quisiera no podría olvidarme de este tipo de eventos, y sí, es cierto que olvide que el evento del mes, eran los torneos, pero claro que sabía que un evento grande se acercaba, era demasiado notorio, había muchos populares, irresponsables e inalcanzables a mi alrededor que eran exageradamente amables.
Ay esos lame botas convenencieros, son unos....
Respira y cálmate Lía
Esos chicos son personas que parecen moscas molestas, las cuales no te puedes quitar de encima.
—Ya no te estrese Lía—dice Maddi abrasándome
—Maddi, no me estreso es solo que...
—Ammm, hola chicas, interrumpo algo— dice Jacob con esa sonrisa encantadora, recargándose en nuestra mesa. Si, así es, es el idiota que nunca hace nada y saca excelentes calificaciones.
—Jacob, Hola— digo, intentando dar una sonrisa que parezca sincera
—Linda, te estaba buscando, podríamos vernos hoy en la tarde para charlar un poco.
Ja, que se cree este imbécil
—Jacob, sabes que me encantaría acompañarte y pasar el rato contigo, pero lo lamento no puedo, tengo planes que no puedo cancelar.
Maldito idiota, vete a la mierda, no pienso hacer nada y ni creas que esas miraditas seductoras funcionaran conmigo, he visto las miles de víctimas y suspiros que han sumado y provocado esos ojos grises.
—Vamos muñeca, ¿en serio me vas a dejar parado?
Ay por dios, muñeca, ¿en serio? que poco original y yo que pensé que tu tarea valía más y no solo un simple MUÑECA y tu mirada seductora, que mal servicio y poca calidad.
Yo solo sonrió como idiota
—Linda podría llevarte a donde tú quieras, solo pídelo nena— termino con una sonrisa pícara y un giño. carajo ¿Por qué dijiste eso?, lía por lo que más quieras no te rías, NO TE RÍAS.
—Jacob— llamo mi querida amiga
—Ooooh, Maddi, querida, sigues aquí. ¿Qué nunca te enseñaron que no debes escuchar platicas ajenas, hermosa?
Maddi con una sonrisa sarcástica se puso de pie
—Así es retrasado de mierda, sigo aquí, él que no debería estar aquí eres tú, entiende que no es no, si ya Lía te dijo que está ocupada e incluso te ofreció disculpas por algo que ni siquiera amerita una, la que debe preguntar soy yo, ¿Qué demonios haces aquí basura insufrible?
Al momento en el que esas palabras salieron de la boca de mi mejor amiga, Jacob abrió los ojos como plato en menos de 1 segundo y de repente comenzaron los murmullos y las risas de fondo.
—Madison ¿Qué carajos te sucede? ¿Acaso estas en...
—Ni se te ocurra continuar queridito, me refiero a que tu simple presencia es...
—Maddi se refiere a que otro día será, si necesitas algo puedes buscarme al terminar la temporada de torneos porque estaré muy ocupada.— finalice con una sonrisa
—Claro linda, otro día será— se retiró, pero no antes de fulminar con la mirada a Maddi
—Imbécil de mierda, cabeza de huevo— dijo Maddie entre dientes mientras tomábamos asiento
Revente de risa al escuchar aquel insulto. —Cabeza de huevo- exclame entre risas.
Maddie se relajó un poco y las clases dieron inicio, al pasar las primeras horas de clase varios compañeros eran muy amables conmigo y Maddie solo los mataba con la mirada.
Las tres primeras horas fueron agotadoras, no me gusta socializar mucho y menos en esta escuela y especialmente en esta época, en las únicas que confió ciegamente es en Maddi y Angela, mi prima.
—Vaya, mi mejor amiga es una celebridad entre los grupos de segundo año.
—Maddi
—¿Qué? Es cierto, eres toda una celebridad