Narissa
"Silencio y muerte"
La noche me envolvía con su manto oscuro y su aire frío, solo interrumpida por la débil luz de la luna que se filtraba entre las ramas de los árboles. Me movía con gracia felina, cada paso calculado, cada músculos tenso y listo para el momento crucial.
Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, una mezcla de emoción y determinación recorría mi ser. El frío metal en mis manos me recordaba la misión que tenía por delante, una misión que requería no solo de destreza física, sino también un control absoluto de mis emociones.
El viento susurraba entre las hojas, como si la naturaleza misma estuviera al tanto de la importancia de este momento. El olor a tierra húmeda y musgo impregnaba el aire, creando una atmósfera casi mágica a mi alrededor.
Y así, con pasos silenciosos pero firmes, me acercaba a mi objetivo con determinación.
Antes de que pudiera entrar a la casa salte de mi escondite y puse mi daga en su cuello.
-Si haces algún movimiento extraño te corto el cuello en este instante. -le dije al hombre.
-¿quien eres? -Pregunto temeroso.
-Yo voy a ser tu peor pesadilla. -Respondí
Pude sentir como el miedo lo recorría.
-¿Narissa Darkmoon?
-Exacto. Que bueno y sabes quien soy así me tienes mas miedo. -Comente con una ligera risa.
-¿por qué estas asiendo esto? -pregunto.
-Tu lo has de saber muy bien. -Respondí
-No se de que me hablas.
Miente. Maldita escoria.
-Elisa Noir.
Se tenso.
-No te suena.
No respondió. El miedo lo gobernaba.
-abre la puerta.
Ordene. Pero no me hizo caso.
Que se cree.
-¡Que abras la maldita puerta!
Grite mientras apretaba mas la daga en su cuello.
-esta bien, esta bien.
Saco las llaves con las manos temblorosas y abrió la puerta.
-Dónde esta la niña
-No se de que estas hablando.
Me reí
-Aaa no sabes de qué estoy hablando.
Lo empujé, saque mi arma y le apunte directo a la cabeza.
-tienes 5 segundos para decirme donde esta Elisa de lo contrario esta bala traspasará tu asquerosa cabeza.
Mentira. No lo iba a matar así de fácil lo iba a torturar. Hacer que sufra. Si no no tendría nada de diversión.
-Aunque pensándolo bien seria mejor amarrarte y bañarte en ácido. ¿No te parece?.
Me miraba con terror. Justo lo que me gustaba provocar.
-te lo voy a repetir por última vez, si no atente alas consecuencias. Dónde esta la niña.
-E-esta en el sótano.
-las llaves.
Me miro con una mezcla de confusión y miedo.
-Oh vamos no me quieras ver la cara de idiota. Entregame las llaves.
Ordené todavía apuntándole con el arma.
Camino hacía una mesa,abrió el cajón y sacó unas llaves plateadas.
Justo cuando las sacó corrió hacia la puerta trasera.
Encerio cree que se puede escapar de mi tan fácil. Que idiota.
Antes de que pudiera tomar el pomo de la puerta le dispare en una pierna. Se quejó de dolor. Me acerqué a el y tome la llaves que había tirado al suelo cuando le dispare. Se estaba arrastrando hacia afuera pero sabía que hací no tendría oportunidad de escapar. Cuando llego afuera, fui hacia el lo jale del pelo hacia arriba para que me mirara.
-¿enserió me subestimaste?.¿creíste que podías escapar de mi?.
No me respondió.
Nadamas tiritaba de miedo. Que patético. Ah pero cuando secuestraba a niñas le daba igual, se burlaba de ellas. ¿Como creía que no me iba a dar cuanta?. Yo que soy la sombra mortal.
Lo golpeé en la cabeza con la empuñadura de mi arma. Luego le ate las manos y los pies a un árbol, Y le amarre un trapo en la boca para que no gritara. Eso si me estresa. Entre nuevamente ala casa, y me dirigí al sótano donde tenia a elisa.
Descendí las escaleras del sótano, mis pasos resonaban en la oscuridad. La luz de la luna se filtraba débilmente a través de las ventanas pequeñas, iluminando el espacio con una luz tenue. Vi a Elisa, sentada en un rincón, con los ojos llenos de miedo. Me acerqué a ella, mi sombra se proyectaba en la pared como una figura ominosa.
-Elisa
dije suavemente
-has sido difícil de encontrar.
Ella no respondió, solo me miró con sus ojos grandes y asustados. Me arrodillé a su lado y comencé a desatar las cuerdas que la sujetaban.
-No te preocupes, estoy aquí para ayudarte.
le dije, intentando calmarla.
Pero ella no parecía creerme. Me miró con desconfianza, como si pensara que era una trampa.
-¿Quién eres?
preguntó
finalmente, su voz temblorosa.
-Soy Narissa Darkmoon.
respondí, sonriendo ligeramente.
-Y soy tu única esperanza para escapar de este lugar.
Ella me miró fijamente, como si intentara leer mis pensamientos. Luego, lentamente, asintió.
-Vamos.
dije, ayudándola a levantarse.
-Tenemos que salir de aquí antes de que sea demasiado tarde.
Juntas, nos dirigimos hacia la salida, dejando atrás al hombre que la había secuestrado. Pero sabía que esto no era el final. Había más enemigos por ahí, y mi misión estaba lejos de terminar.
Mientras salíamos de la casa, pude sentir la mirada de Elisa sobre mí, llena de curiosidad y miedo. Pero yo sabía que había algo más detrás de todo esto. El hombre que había secuestrado a Elisa era solo un peón en un juego mucho más grande.
Lo había investigado antes de llegar a la casa, sabía que se llamaba Victor y que tenía vínculos con la organización criminal conocida como "La Mano Negra". Pero lo que no sabía era por qué habían secuestrado a Elisa específicamente.
-Elisa.
dije mientras caminábamos hasta lle hasta llegar al coche que habíaescondido.
-¿qué sabes sobre Victor y por qué crees que te secuestraron?
Ella se encogió de hombros,
-No lo sé. Me secuestraron en la calle y me llevaron a ese lugar. No me dijeron nada.
Pero yo sabía que había algo más. Algo que Elisa no sabía o no quería decir.
Mientras conducía hacia un lugar seguro, mi mente estaba llena de preguntas. ¿Por qué habían secuestrado a Elisa? ¿Qué relación tenía con La Mano Negra? ¿Y qué papel jugaba Victor en todo esto?
Llegamos a una bodega donde estaba Liam un aliado que tengo desde que salimos de la organización.
Salí del coche junto con Elisa, ya le había avisado a Liam que hiba para allá.
-Hola Narissa, en que te puedo ayudar.
Me dijo Liam.
.- necesitó que cuides de la niña por un tiempo, mientras investigo quien es su padre.
Liam me miró con curiosidad, pero asintió sin hacer preguntas. Sabía que podía confiar en él.
-Claro, Narissa. La niña estará a salvo aquí.
dijo, mientras se acercaba a Elisa.
Elisa se pegó a mí, asustada.
-No te preocupes, Elisa -le dije-. Liam es un amigo. Te cuidará mientras estoy fuera.
Liam sonrió y se agachó para hablar con Elisa.
-Hola, Elisa. Soy Liam. Estarás a salvo aquí. ¿Quieres algo de comer o beber?
Elisa asintió y Liam la llevó a una habitación en la parte trasera de la bodega.
-Mientras tanto, Narissa, ¿qué pasa? -preguntó Liam, una vez que Elisa estuvo fuera de escuchó.
-Le conté a Elisa que iba a investigar sobre su padre -dije-. Pero necesito saber más sobre La Mano Negra y su conexión con Victor.
Liam frunció el ceño.
-La Mano Negra es una organización peligrosa -dijo-. Han estado involucrados en trata de personas, tráfico de armas... todo tipo de actividades ilícitas.
-eso lo se pero.¿Y Victor? -pregunté.
Liam sacudió la cabeza.
-No sé mucho sobre él. Pero si está relacionado con La Mano Negra, no es bueno.
Me quedé pensativa. Tenía que encontrar una manera de conectar los puntos.
-Gracias, Liam -dije-. Me voy a investigar. ¿Cuidarás de Elisa?
Liam asintió.
-No te preocupes. Estará a salvo aquí.
Me despedí de Liam y Elisa, y salí de la bodega. Tenía una misión: descubrir la verdad sobre La Mano Negra y Victor.
Cuando volví a la casa donde tenían a Elisa Llevé a Victor a el mismo sótano donde tenia a elisa de todos modos nadie podría escuchar sus gritos, por que la casa estaba en medio del bosque. Lo até a una silla, con las manos y los pies amarrados espere a que despertara, todavía seguía inconsciente, pero no tardo mucho en despertar. Me acerqué a él, con una sonrisa fría en mi rostro.
-Victor
dije
-vas a hablar. Vas a decirme todo lo que sabes sobre La Mano Negra y por qué secuestraron a Elisa.
Él me miró con desprecio, pero pude ver el miedo en sus ojos. Sabía que estaba en mi poder.
-No diré nada
dijo, intentando sonar valiente.
-oh encerio y yo que quería ir por las buenas, pero no me dejas otra opción.
Tome un alicate que tenía encima de la mesa junto con mis otras herramientas de tortura. Me acerqué a el ,tome una de sus manos y empecé a quitarle las uñas.
El gritó, se retorció, pero no habló.
Cuando iba a proceder con la otra mano.
finalmente, después de lo que pareció una eternidad, comenzó a hablar. Me contó sobre los planes de la organización mano negra y sobre por qué habían secuestrado a Elisa.
-es hija de un hombre poderoso.
Dijo jadeando de dolor. La sangre brotaba de sus manos
-un hombre que podría detenernos, Y queríamos usarla como moneda de cambio.
-¿quien es el hombre poderoso?-pregunté, mi voz helada.
-No... no lo diré -tartamudeó
Sonreí, sabiendo que estaba cerca de la verdad.
-Lo dirás -dije, aplicando más presión en sus muñecas. Haciendo que brotará muchísima mas sangre de la que ya salía.
Victor gritó, su cuerpo temblando de dolor.
-¡Basta! -gritó-. Lo diré... lo diré...
Respiró profundamente, antes de hablar.
-El hombre poderoso... es el presidente del país -dijo, su voz apenas audible.
Me sorprendi , pero no tanto, la mano negra era capaz de cualquier cosa. Pero necesitaba mas información
-¿El presidente? -repetí.
Victor asintió, lágrimas en sus ojos.
-Sí... él es el padre de Elisa. La Mano Negra también quiere usarla para chantajearlo, para obtener poder y control sobre el país.
Me sentí enfurecida, sabiendo que la inocente Elisa estaba en el centro de una conspiración política.
-No te preocupes, Victor -dije, mi voz helada-. No vivirás para contárselo a nadie más.
Victor supo que estaba condenado, y su cuerpo se derrumbó en la silla, derrotado.
-Mataste a muchos inocentes -dije, mi voz llena de veneno-. Ahora es tu turno.
Y con eso saqué el arma y le dispare en la cabeza, terminé con su vida , sabiendo que había cumplido mi misión.
Pero sabía que esto no había terminado, que este solo era el inicio de otra. La Mano Negra sigue ahí, tenía que hacer qué cayera, cueste lo que cueste.
Editado: 27.11.2024