El Precio Del Poder

CAPITULO 7

"La venganza es un juego peligroso, pero alguien tiene que jugarlo."

LIAM.

Gran parte de mi vida la viví en la organización dónde entrenaban a niños y jóvenes para ser armas para matar. Crecí en ese lugar, desde que tengo conciencia he estado aquí, no se por qué razón o el por qué no tengo padres, nunca me dijeron nada sobre esas personas, tampoco me importa, hací me querrían tanto para dejarme en una organización de asesinos.

Y desde que tengo conciencia he entrenado para ser un asesinó, unos entrenamientos eran muy crueles y duros, pero me tuve que acostumbrar a ellos.
Caled y Aria eran las dos personas que mas odiaba, me aislaron de todo tipo de amistad o algo parecido que tuviera con algunos de los niños que estaban conmigo. Fue así hasta que los 12 años, el día que llegó Narissa junto con otros niños que seguramente habían capturado.

La observe durante un largó rato.
Hacía muchas preguntas y pude ver cómo se dio cuenta de que esto no iba a ser un hogar.
Cuando callo la media noche fui a unos de los patios cerca de los muros de la organización. Solía ir allí en mis noches de insomnio.

Llegué allí y se encontraba la nueva niña que había llegado hoy, intentando escalar el muro, yo lo había hecho varias veces para intentar escapar mas no pude y cuando lo logré me atraparon, había visto que a varios qué habían intentado escapar y los atrapaban los llevaban a un cuarto y no volvían a salir, esperé a qué me llevaran a mi, mas nunca sucedió, no entendía el por qué, pero tampoco le di tantas vueltas al asunto.

No vas a poder escapar. -Dije ella se volteo y me analizo, tal vez me reconoció, por que ella me vio cuando yo la estaba mirando a ella.

-Y a ti que te importa- dijo a la defensiva.
Me atreví a acercarme a ella.
-No vas a poder escapar.-repeti -Este lugar está diseñado para que nadie pueda salir. -dije.
-¿Y tu cómo sabes? -preguntó cruzándose de brazos.
-Porque he estado aquí desde antes- dije, con una sonrisa leve. -Y sé cómo funciona.
Pude notar que se sorprendió.

-¿Qué quieres decir?- preguntó

-Quiero decir que no es la primera vez que intento escapar.- dijo. -Pero siempre me atrapan. los otros que han intentado escapar han muerto.

-entonces, ¿tu por que no estas muerto?. -Preguntó.
Me pensé la respuesta.

-La verdad no se, tal vez por que crecí aquí y me tienen aprecio por así decirlo. -respondí

-¿creciste aqui? -Preguntó sorprendida.
-Si, no tengo padres, o no los conozco, no se. - dije como si fuera lo mas normal del mundo. -el caso es que si tu intentas escapar y te atrapan no vas a vivir para contarlo. -Dije
-¿Qué te hace pensar que no puedo escapar? - preguntó
-Porque Aria y caled tiene demasiado control. -dijo. -Y tiene demasiados recursos. Lo único que queda es aceptar la realidad que nos rodea. -Respondí sonando frío.
-¿Eso es lo que propones que haga?- dijo
-Si tu quieres, ve e intenta escapar. Si es que quieres morir. Aunque yo no te lo recomendaría. -dije
-miró hacía el muro que había frente de nosotros, dio un suspiro de resignación.

Me llamo Liam. -Dije presentandome
-Y yo... - comenzó a decir.
-Sé quién eres. -la interrumpí -Eres la chica que siempre hace preguntas.
Ella río.
-Sí, -dijo- Esa soy, pero mi nombre es Narissa. -Respondió
-me disculpo si fui algo insensible, al decirte esto. -dije

-No importa, prefiero una verdad cruda a una mentira dulce. -Respondió, me gustaba su personalidad.
el silencio reinó por un momento, mientras mirábamos el muro que nos rodeaba. Me sentí mal por el simple hecho de no poder hacer nada para ayudarla a escapar.
-¿Qué hacemos ahora?- pregunto Narissa.
Me encogí de hombros.
-No hay mucho que hacer. Solo esperar y ver qué pasa.
-No me gusta esperar- dijo, en su voz se podía notar su frustración.
Yo sonrió.
-Lo sé. Pero a veces es lo único que podemos hacer.
La mire fijamente, y por un momento quise decir algo mas. Pero no lo hice.
Estuvimos un rato mas hay.
-lo mejor será volver alas habitaciones, no valla a ser que venga algún guardia. -dije finalmente
-Tienes razón. -Respondió.
Desde esa vez siempre nos encontrábamos en el patio, con el pasar de los meses formamos una amistad, en frente de los demás no nos dirigíamos palabra para que no sospecharan, nos teníamos mutuamente.

Una noche, la encontré en el patio, como siempre. Pero había algo diferente en su mirada. Algo que me preocupó.

-¿Cómo estás?- pregunté, acercándome a ella.

Se encogió de hombros, y por un momento, pensé que no me respondería.

-Me siento... diferente-, dijo finalmente. -Como si estuviera perdiendo mi alma.

Mi corazón se tensó. Sabía que la Organización la estaba consumiendo, convirtiéndola en una de sus armas. Pero no podía permitirlo.

-No te rindas, Narissa-, dije, tomándole la mano. -No te dejes consumir por la rabia.

Me miró, y vi desesperación en sus ojos.

-Me siento como si no tuviera opción-, dijo. -Me siento como si estuviera convirtiéndome en una de ellos.

Mi respuesta fue automática.

-No eres una de ellos-, dije. -Eres Narissa. Y siempre lo serás.

Vi un destello de esperanza en sus ojos, y supe que tenía que hacer algo más.

-La llevaré a un lugar seguro-, pensé. Un lugar donde pueda recordar quién es realmente.

La tomé de la mano y la llevé a nuestro refugio secreto. Un lugar que había descubierto hacía años, donde podíamos ser nosotros mismos sin la influencia de la Organización.

-Algunas veces, cuando estaba solo, venía aquí-, dije, mientras entrábamos en el refugio. -Es un lugar donde puedo escapar.

Narissa miró a su alrededor, y sonrió.

-Gracias, Liam-, dijo.

Mi corazón se tensó de nuevo. Me di cuenta de que estaba haciendo algo más que ayudarla a escapar. Estaba protegiendo a la persona que se había convertido en mi hermana, mi aliada, mi mejor amiga. -Siempre estaré aquí para ti, Narissa-, dije, mirándola a los ojos. -Te protegeré con mi vida-. Y en ese momento, supe que haría cualquier cosa para mantenerla a salvo.
***
Habían pasado seis años, Narissa y yo eramos los asesinos más eficientes y peligrosos de la organización. Habíamos aprendido con el paso del tiempo que nuestro precio para tener el poder de acabar con esta organización era convertirnos en lo que somos ahora, en asesinos.



#998 en Thriller
#2696 en Otros
#508 en Acción

En el texto hay: muertes, venganza, thriller asesino

Editado: 06.01.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.